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Paro produce despidos en Norteamérica

Contando con que el UAW saboteará la huelga, GM no cede en sus ataques

Los funcionarios del sindicato United Auto Workers se han refugiado hasta altas horas de la noche con ejecutivos de General Motors en la sede de la compañía en el centro de Detroit, discutiendo cómo vencer la resistencia de los trabajadores en huelga e imponer a la fuerza las demandas de la automotriz de extraer mayores concesiones de los trabajadores.

La huelga nacional de 48.000 trabajadores de GM, ahora en su noveno día, ha clausurado las operaciones de ensamblaje y transmisión del fabricante de automóviles y la distribución de piezas de repuesto a los concesionarios de automóviles. Ya ha llevado a retrasos y despidos en plantas de ensamblaje y proveedores de piezas en los Estados Unidos, Canadá y México.

Trabajadores de Fiat Chrysler se unen a obreros en huelga de GM en la planta cerrada de transmisiones en un suburbio de Detroit

El lunes, GM les comunicó a más de 1.200 trabajadores en Canadá y Estados Unidos que estaban siendo despedidos temporalmente. Esto incluye a 525 trabajadores de producción que son miembros del sindicato International Union of Electrical Workers en la instalación de motores DMAX en el suburbio de Dayton de Moraine, Ohio. La fábrica es una empresa conjunta entre GM e Izuzu Diesel Services, con sede en Japón, que produce motores diésel para las altamente rentables camionetas GMC Sierra y Chevrolet Silverado de GM.

Hubo setecientos despidos en la planta de sistemas de propulsión de GM en St. Catharines, Ontario, Canadá, luego del despido de aproximadamente 4.500 trabajadores el viernes en las plantas de ensamblaje de GM y varios proveedores en Oshawa, Canadá. Los analistas de la industria dicen que la gran mayoría de las plantas proveedoras de GM en América del Norte tendrán que ajustar la producción. Citigroup, en una nota a los inversores la semana pasada, dijo que Magna, American Axle, Lear y Aptiv, con sede en Canadá, son los proveedores que serán los más afectados por la huelga.

GM también despidió trabajadores en su planta de transmisión en Silao, México. Los trabajadores de la planta de ensamblaje adyacente desafiaron heroicamente los despidos y amenazas de GM y el sindicato controlado por la compañía y se negaron a aumentar la producción de camionetas Silverado y Sierra durante la huelga.

Aunque los despidos continúan en la cadena de producción y suministro de América del Norte, el UAW se ha negado a llamar a los más de 100.000 trabajadores de Ford y Fiat Chrysler que desean unirse a la huelga. La huelga "debería incluir Chrysler y Ford", escribió un trabajador de GM al Boletín de los Trabajadores Automotores del WSWS, "¿No se supone que se llama los United Auto Workers [Trabajadores Automotores Unidos]? Lo que sea que se resuelva con nosotros, ellos también lo conseguirán”.

Piquete de huelga en la planta de Detroit-Hamtramck

"El UAW debería sacar a los 3 en huelga", escribió otro trabajador automotor. “Y si el Gobierno amenaza con intervenir, deberían marchar en Washington y Wall Street. Esos contadores de frijoles parásitos deberían conseguirse un trabajo real. Quizás entonces tendrían una mejor apreciación de un salario digno en la manufactura”.

La huelga ha expuesto el abismo de clase entre los trabajadores automotores y el UAW. El sindicato ha aislado a los huelguistas y espera hacerlos pasar hambre con $250 por semana en beneficios de huelga. El UAW no ha hecho nada para oponerse a la reducción de beneficios médicos de la compañía, ni ha organizado piquetes masivos ni manifestaciones contra las operaciones antihuelga de GM o los mandatos y arrestos de piqueteros en Tennessee y otros estados.

Los medios de comunicación y los diversos candidatos a presidente del Partido Demócrata que llegaron a las líneas o piquetes de huelga para tomarse fotografías están promoviendo la ficción de que el UAW está liderando una lucha histórica contra GM. En realidad, el UAW ha colaborado con las empresas automotrices durante más de cuatro décadas para suprimir las huelgas, reducir sistemáticamente los costos laborales y aumentar las ganancias corporativas. A cambio, los fabricantes automotores le han entregado miles de millones de dólares al UAW en sobornos "legales" e ilegales, canalizados a través de programas conjuntos de capacitación y otros esquemas corporativistas.

El UAW aprobó todos los problemas contra los cuales luchan los trabajadores ahora: un recorte del 50 por ciento en el ingreso real desde 1979, el sistema de dos escalas de salarios y beneficios, la proliferación de mano de obra temporal y el cierre de fábricas, incluso durante la reestructuración de la industria de 2009 bajo el Gobierno de Obama.

Algunos informes de los medios de comunicación han afirmado que el UAW y GM están cerca de un acuerdo. Eso no se debe a que GM haya cedido terreno. Por el contrario, la compañía sigue adelante con sus demandas de eviscerar los beneficios médicos y expandir enormemente el número de trabajadores temporales. de bajos salarios y desechables.

Citando a funcionarios del UAW "familiarizados con las conversaciones", informó el Detroit Free Press, "hay cinco o seis puntos clave en las negociaciones". Pero estos "puntos críticos" resultan ser todo lo que los trabajadores automotores están luchando por detener.

Refiriéndose al plan de GM de supuestamente "salvar" la planta de Lordstown, Ohio, produciendo celdas de batería y vendiendo una parte de la fábrica a la nueva empresa de camionetas eléctricas, Workhorse, el Free Press escribe: "Algunos cercanos a las conversaciones dijeron que el fabricante de celdas de batería podría ser una empresa conjunta y ofrecerle un contrato separado al UAW para los trabajadores, probablemente a una tasa de salarios más baja que el contrato de GM. Esto es problemático ... porque en una década más o menos, si las celdas de baterías reemplazan a los motores tradicionales, desaparecerán los trabajos mejor pagados con el UAW, viéndose reemplazados por los trabajos peor pagados en el contrato separado".

Esto confirma un informe de Bloomberg News, que decía: “GM y un proveedor de baterías aún sin nombre para sus vehículos eléctricos de próxima generación ofrecerían salarios similares a lo que el fabricante de automóviles paga a los trabajadores que no son ensambladores, cuyo tope son los $17 por hora, según personas familiarizadas con la propuesta. El personal de planta de nivel superior gana $30 por hora".

GM tampoco ha cedido a su demanda de expandir el número de trabajadores temporales, quienes llegan a trabajar durante años sin ser transferidos a puestos de tiempo completo. También se niega a acortar el período de ocho años "en progresión" que el UAW acordó en 2015, antes de que los trabajadores de segundo nivel con salarios más bajos puedan ganar los salarios de primer nivel.

El UAW no se opone a estas demandas. Ya acordó la expansión de los trabajadores contratados con salarios bajos en Orion, Detroit-Hamtramck, las plantas de ensamblaje de Lordstown y la fábrica de baterías de Brownstown.

En realidad, no hay "negociaciones". Lo único que les preocupa a los ejecutivos del UAW y GM es cómo avanzar sus ataques ante una fuerza laboral determinada a luchar y que ya considera al UAW como agentes sobornados de la compañía. El mismo artículo del Free Press señala que los funcionarios del UAW temen que detener la huelga antes de que los trabajadores de GM ratifiquen un acuerdo podría conducir a una rebelión de base mucho más severa que el rechazo en 2015 del acuerdo de Fiat Chrysler respaldado por el UAW.

Aunque el Consejo del UAW-GM votó el 15 de septiembre, cuando convocó la huelga, a favor de mantener a los trabajadores fuera hasta que el consejo de funcionarios sindicales locales votara sobre poner fin a la huelga, "dos líderes locales de UAW que están en ese consejo le dijeron al Free Press que es probable que incluso después de la votación del consejo, los trabajadores puedan permanecer en huelga hasta la ratificación por parte de los miembros”.

Si consideran que no pueden acabar la huelga inmediatamente después de anunciar un acuerdo, "los líderes del UAW pueden acelerar el proceso de ratificación a un tiempo menor de las dos semanas típicas que se requieren en circunstancias normales", dijo al Free Press un profesor de negocios de Wayne State University, Marick Masters.

En otras palabras, el UAW está preparando reutilizar su campaña de mentiras, intimidación y votos fraudulentos basados en falsos "puntos destacados" que los trabajadores no tienen tiempo para estudiar.

Si esta lucha se deja en manos del sobornado UAW, será derrotada como muchas otras luchas. Es por eso que los trabajadores deben tomar el control de la lucha en sus propias manos mediante la creación de comités de huelga y fábrica para expandir la huelga en toda la industria automotriz y de autopartes, movilizar a secciones mucho más amplias de trabajadores y jóvenes, y unirse a los trabajadores automotores de todo el mundo.

"Debimos haber creado comités de base hace mucho tiempo y defendernos a nosotros mismos", dijo Linda, una trabajadora de GM en huelga en la planta de ensamblaje de Flint, al Boletín de los Trabajadores Automotores del WSWS. "Para nosotros, decir que el UAW está en una ‘negociación’ cuando reciben sobornos es fraudulento. Estos funcionarios del UAW deberían ser enviados de regreso a las plantas para trabajar como trabajadores temporales.

“En este momento, el UAW está siendo hermético y nos mantiene en la oscuridad. Ni siquiera sabemos por cuáles demandas estamos haciendo huelga. El gobernador de Michigan Whitmer y el alcalde de Flint vinieron nuestros piquetes de huelga, pero fue como el Desfile del Día de Macy's, sin nada serio que decir".

Refiriéndose a la postura adoptada por los trabajadores mexicanos de GM, Linda dijo: “Lo que están haciendo es increíble. Desearía que todos pudiéramos unirnos, y todos se mantendrían unidos. Los trabajadores mexicanos nos defienden y nosotros debemos defenderlos”.

Un veterano trabajador de GM en la planta de ensamblaje de Fort Wayne, Indiana, dijo que los trabajadores en su piquete querían una pelea real, pero estaban preocupados de que la huelga fuera "simplemente otro espectáculo orquestado", que sería seguido por un intento del UAW de "vender el acuerdo a través de miedo a perder sus trabajos a rompehuelgas”.

Hablando de los trabajadores de Silao que construyen las mismas camionetas como los trabajadores de Fort Wayne, dijo, “Estoy muy orgulloso de que se hayan levantado y de que estén siendo valientes. Debe ser muy difícil. Los trabajadores en los Estados Unidos deberían mirar ese ejemplo. Sería una enorme señal para las corporaciones que los trabajadores se estén uniendo a través de las fronteras. A la clase obrera nunca se le dio nada; tuvimos que luchar por ello".

(Artículo publicado originalmente en inglés el 24 de septiembre de 2019)

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