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GM restaura beneficios médicos de huelguistas en maniobra para facilitar traición por parte del UAW

GM anunció que restablecerá los beneficios médicos de 48.000 trabajadores en huelga en los Estados Unidos en un esfuerzo por allanar el camino para que el sindicato United Auto Workers termine la huelga e imponga los dictados de la compañía.

La compañía suspendió sus seguros médicos poco después de que comenzara la huelga el 16 de septiembre, después de que el sindicato United Auto Workers les asegurara a los trabajadores que había llegado a un acuerdo para que GM continuara la cobertura hasta fin de mes.

La decisión vengativa de la gigante automotriz de cortar los beneficios de atención médica fue un tiro cruzado contra los trabajadores automotores, con el objetivo de demostrar que la compañía no tenía intención de ceder en sus demandas de recortes a sus costos laborales por hora. También tenía la intención de presionar al UAW para que pusiera fin a la huelga lo más rápido posible, obligando al sindicato a pagar los beneficios de salud de los trabajadores del fondo de huelga, que el aparato utiliza como su propia alcancía para financiar sus inflados salarios de seis cifras.

Trabajadores de GM en huelga en la armadora de Detroit-Hamtramck

La inversión de GM es una maniobra táctica. Los comentaristas en la prensa expresaron temores de que la suspensión de la cobertura médica fuera contraproducente. El Detroit Free Press lo compar ó con "verter gasolina al fuego", solo enfureciendo más a los trabajadores y endureciendo su resistencia.

Al restablecer la cobertura médica, GM espera cambiar el discurso hacia las nociones de "alianza" entre el sindicato y la gerencia y facilitar la finalización de la huelga. "A lo largo de esta negociación, GM ha dicho que el enfoque principal era el bienestar de nuestros empleados", declaró el vicepresidente de relaciones laborales de GM, Scott Sandefur, con una hipocresía flagrante. "Ese sigue siendo el caso hoy".

Es completamente posible que la medida también tenga como objetivo aliviar la presión financiera sobre la burocracia sindical. Las compañías automotrices han subsidiado al UAW durante décadas, en gran parte a través de miles de millones en transferencias conjuntas de fondos de capacitación al sindicato, para compensar la pérdida masiva de ingresos de las cuotas, a cambio de la colaboración de la UAW en la destrucción de los empleos y el nivel de vida de los trabajadores.

Si bien ha habido noticias contradictorias en las últimas 24 horas sobre la probabilidad de un acuerdo inminente, nada es seguro. El UAW ha continuado con un apagón total de información, manteniendo a los trabajadores en la oscuridad sobre lo que el UAW ya ha acordado. El miércoles, el vicepresidente del UAW para General Motors, Terry Dittes, lanzó otra "actualización" sobre el progreso de las negociaciones. Como todas las actualizaciones anteriores, no contenía ningún detalle sobre lo que el UAW está discutiendo con la compañía.

La carta decía que "Todas las propuestas sin resolver están ahora en la mesa principal y se han presentado a General Motors", y que las negociaciones en la mesa principal "continuarán hasta que se completen las negociaciones". Muchos medios de prensa interpretaron esta declaración como una sugerencia de que el acuerdo tentativo es inminente, tal vez tan pronto como el fin de semana. "La intensificación de las negociaciones las 24 horas y en la mesa principal debería significar que están muy cerca de llegar a un acuerdo", dijo el analista de la industria Kristin Dziczek.

Los inversores respondieron en Wall Street enviando abajo las acciones de General Motors un 1,5 por ciento el jueves. Esto se debe a que entienden que cualquier acuerdo con la UAW incluirá todas las demandas de la compañía, incluido el mayor uso de trabajadores temporales y gastos de salud de bolsillo. Wall Street sabe muy bien que lo que está ocurriendo no son "negociaciones" entre dos partes adversarias, sino sesiones de estrategia sobre cómo imponer los recortes que exigen los inversores de GM.

Sin embargo, los informes arriba fueron contradichos ayer por la noche por un artículo en el Detroit Free Press que sugería que no se podría llegar a un acuerdo por otra semana más y que la huelga probablemente continuaría hasta octubre. El UAW también puede optar por no enviar a los trabajadores de vuelta al trabajo inmediatamente después de que se haya alcanzado un acuerdo tentativo, como lo hizo en la huelga de autopartes de Faurecia en junio. Los funcionarios sindicales no solo temen que un contrato sea derrotado por trabajadores furiosos si son enviados de vuelta al trabajo sin ver el contrato, sino que también temen que los trabajadores puedan desafiar una orden sindical de regreso al trabajo como lo hicieron los maestros de West Virginia el año pasado, destrozando la autoridad ya desgastada del UAW.

En cambio, según el Free Press, el sindicato puede mantener a los trabajadores fuera durante el proceso de ratificación, pero obligarlos a votar en un proceso acelerado que dure solo una semana después del anuncio del acuerdo.

Los medios corporativos expresaron su preocupación de que los trabajadores votarían en principio en contra de cualquier contrato que les envíe el UAW. "El acuerdo tentativo que negocien tendrá que ser lo suficientemente bueno para venderlo", dijo el profesor de Wayne State University, Marick Masters, al Free Press. "La dirigencia (UAW) no podrá vender un acuerdo que los miembros ratifiquen, porque no tendrán confianza en los líderes", dijo, porque la investigación de corrupción federal ha expuesto al UAW como un sindicato criminal.

Un huelguista de la armadora de GM en Detroit-Hamtramck expresó el odio hacia el UAW que sienten las amplias capas de trabajadores automotores. “Individuos específicos en nuestro sindicato internacional están siendo imputados federalmente, pero pueden mantener sus posiciones. Deben ser expulsados sumariamente. Estamos hablando de los medios de vida de los trabajadores, su capacidad para alimentar a sus familias, y estos muchachos viven en la cima.

“Se supone que estos funcionarios son nuestros representantes, pero actúan como señores superiores.

"Quiero saber detalles específicos sobre lo que está sucediendo. Queremos saber antes de que se firme el contrato".

En la medida en que no puedan acabar la huelga de inmediato sin provocar una rebelión total, la estrategia de GM y el UAW es desgastar a los huelguistas con un salario de huelga de $250 por semana. Ni siquiera comenzará a pagarse hasta el día 15 de la huelga. Doce días desde que comenzó la huelga, los trabajadores no han recibido un solo centavo del fondo de huelga de $800 millones del UAW.

"Tenemos un presidente sindical y otros funcionarios que viven en hogares de millones de dólares, han encontrado decenas de miles de dólares en sus garajes", dijo el trabajador de Detroit-Hamtramck. “¡Y recibimos $250 por semana! ¿Qué se supone que deba hacer con eso? ¿Pagar el estacionamiento y la gasolina? Podría obtener un mejor salario trabajando en McDonald's cuatro días a la semana. En lugar de que el UAW se llame Unión Internacional, debería llamarse sindicato [syndicate].

"Todo lo que pido es que nuestros líderes rindan cuentas", continuó. "Estos son mis pensamientos ... [pero] si fueras a hablar con las personas que realmente siguen estas líneas, te sorprenderías con la cantidad de personas que están de acuerdo con eso".

El UAW está aislando deliberadamente la huelga, limitándola a GM mientras deja a los trabajadores de Ford y Fiat Chrysler en el trabajo. Esto les ha dado a los otros dos fabricantes de automóviles estadounidenses la libertad de aumentar la producción para almacenar vehículos, en caso de que sus propios trabajadores se unan a la huelga.

Según múltiples informes de los trabajadores al Boletín de los Trabajadores Automotores del World Socialist Web Site, Fiat Chrysler está obligando a los trabajadores, en al menos algunas de sus plantas, incluida su planta de ensamble de Toledo North en Ohio, a trabajar turnos de 10 horas, entre 6 y 7 días. por semana, para almacenar Jeeps.

Al hacer esto, el UAW funciona como un rompehuelgas, ayudando a las compañías automotrices a elegir una sección de trabajadores a la vez. Eso subraya la necesidad de que los trabajadores construyan comités de base en cada fábrica, que actúen independientemente del UAW, para unir a GM, Ford, Fiat Chrysler y todos los trabajadores automotores y de autopartes en una huelga en toda la industria. Al mismo tiempo, los trabajadores automotores de EUA solo pueden contrarrestar la estrategia global de las gigantes automotrices uniéndose a los trabajadores automotrices a nivel internacional y coordinando su lucha con los trabajadores en huelga de GM en Corea del Sur y en todo el mundo.

El UAW ha silenciado deliberadamente la valiente postura adoptada por los trabajadores de GM en México, que han sido despedidos por negarse a aceptar aumentos en la producción durante la huelga en los Estados Unidos. Esto está en consonancia con el nacionalismo estadounidense de larga data del UAW, que lo ha utilizado para dividir a la fuerza laboral global de GM y justificar los recortes en nombre de salvar empleos "estadounidenses".

"Por supuesto, los trabajadores en México deben ser defendidos", dijo el trabajador de GM. "La razón por la que abren estas fábricas en México y otros lugares es porque los protocolos de seguridad no se aplican realmente allí y GM está poniendo en peligro a las personas allí. Les pagan menos dinero y los despiden al instante. Y luego, dice GM, será aún más rentable ir a Tailandia o Filipinas u otro lugar donde puedan conseguirlo incluso más barato.

“El problema es, ¿a quién miramos? ¿Miramos a nuestros funcionarios? ¿A nuestro Gobierno? A menos que tengamos un frente unido con trabajadores de todas partes, no podemos ser efectivos. Les digo a los trabajadores en México, sigan luchando".

(Artículo publicado originalmente en inglés el 26 de septiembre de 2019)

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