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Campaña derechista se desarrolla en España para las elecciones del 10 de noviembre

El período previo a las elecciones del 10 de noviembre en España ha visto la campaña más derechista desde la transición a la democracia parlamentaria en 1978, después de la muerte del dictador fascista Francisco Franco. Millones de españoles se espera que voten con los pies el fin de semana que viene, cuando se esperan niveles récord de abstención de alrededor del 35 por ciento.

Estando todos los principales partidos decididos a imponer políticas profundamente impopulares de guerra y austeridad, la campaña electoral se ha desarrollado casi enteramente alrededor del tema de la represión doméstica. Se ha centrado en la promoción de la policía, el orden público y el partido fascista Vox, mientras se azuzaba el sentimiento anticatalán en medio de protestas masivas en Cataluña contra el encarcelamiento de los presos políticos nacionalistas catalanes.

Todos los partidos establecidos han guardado silencio acerca de la carta que envió el gobierno en funciones del PSOE el 15 de octubre a la Comisión de la Unión Europea para disponer el plan presupuestario de España, comprometiendo al PSOE con la profunda austeridad. El gasto para sanidad pública se recortará al 5,6 por ciento PIB, en consonancia con los recortes a lo largo de los 12 años pasados. La educación quedaría congelada al 4 por ciento, la cifra más baja desde 2007. Para finales de 2020, el gasto público sería recortado en otros 3,7 mil millones de euros —aunque la Comisión Europea está exigiendo 6,6 mil millones de euros en recortes.

Aunque la agenda del PSOE es ampliamente impopular, todos los partidos que quedan saben que llevarían a cabo políticas similares si llegaran al poder, y en consecuencia no quieren atacar al PSOE por ello.

En cambio, el presidente del gobierno en funciones Pedro Sánchez ha estado lanzando amenazas diarias en las semanas pasadas contra los nacionalistas catalanes, haciendo de ello el eje central de su campaña. Solo la semana pasada, anunció que la policía y los servicios de inteligencia están investigando vínculos potenciales entre nacionalistas catalanes y plataformas de redes sociales utilizadas para promocionar las protestas catalanas, algunas de las cuales cerró la policía, acusándolas de “vínculos con el terrorismo”.

Sánchez también apeló al Tribunal Constitucional para juzgar al presidente del parlamento catalán, Roger Torrent, y a miembros de la mesa del parlamento, por considerar una resolución que plantea el tema de la autodeterminación y critica a la monarquía española.

La semana terminó con la advertencia de Sánchez a la plataforma de protesta Tsunami Democrático el sábado pasado por la noche con que si tienen lugar las acciones de protestas que planea convocar el día de las elecciones, “estaríamos hablando de crímenes serios contra un proceso electoral”. La plataforma de protesta ya ha sido bloqueada parcialmente por el subsidiario de la Microsoft, GitHub, a solicitud de la Guardia Civil española, que le envió un correo electrónico diciendo que España está “enfrentándose actualmente a una serie de disturbios que implican serios desórdenes públicos y sabotaje a las principales infraestructuras”.

La campaña histérica para promocionar el sentimiento anticatalán no tiene el apoyo de las masas en la población. En La Coruña, un fascista atacó a una vendedora de alimentos por vender peras catalanas. Sandra Castro, la dueña del negocio, describió en la televisión cómo un hombre “me llevó a las cajas de la fruta de Lleida [una región catalana] y empezó a insultarme … Me preguntó cómo podía vender peras de Cataluña, si no me daba vergüenza”. Después de una refriega, el hombre le dio dos puñetazos en la cara a Sandra.

La reacción del público a este ataque pone de relieve la amplia impopularidad de la campaña anticatalana, y la ira explosiva que se está acumulando en la población trabajadora contra toda la élite gobernante. La frutería de Castro recibió miles de mensajes de apoyo, y cientos de clientes fueron a comprar “peras de Lleida”, agotando las existencias en horas.

El derechista Partido Popular (PP), Ciudadanos y el ultraderechista Vox también están haciendo de Cataluña el centro de su campaña. Ciudadanos exige la suspensión inmediata del gobierno regional catalán.

El PP ha anunciado 15 medidas para “reimponer el orden constitucional en Cataluña”. Entre ellas está que el gobierno catalán “cumpla con sus obligaciones constitucionales”, un paso previo a invocar el Artículo 155 de la constitución española para suspender el gobierno regional; usar la Ley de Seguridad Nacional para tomar el control de la policía catalana; prohibir la financiación estatal de las campañas de los partidos nacionalistas catalanes, e inspeccionar las escuelas públicas para bloquear el “adoctrinamiento independentista”.

El partido fascista Vox es el principal beneficiario de esta atmósfera derechista, ayudado por la constante promoción de los medios y lavado de imagen del partido. Se disparó después de que su dirigente Santiago Abascal fuera entrevistado en El Hormiguero, un programa que mezcla comedia. ciencia y entrevistas a invitados. Obtuvo un 23,5 por ciento de cuota de pantalla y 4 millones de telespectadores. Los medios lo saludaron con artículos amistosos como “Un día en la campaña de Vox” ( La Vanguardia ), “Un historiador intenta ofender a los votantes de Vox y fracasa miserablemente” (COPE) y “Vox despliega la bandera española más grande en una playa de Santander” (La Sexta).

Vox está haciendo su campaña alrededor de las “100 medidas para salvar a España”. Estas incluyen la suspensión indefinida de la autonomía regional catalana hasta que “los golpistas hayan sido derrotados”; ilegalizar partidos o grupos que “destruyen la unidad nacional”; juzgar la profanación de símbolos nacionales; revocar la Ley de Memoria Histórica que condena oficialmente al franquismo; construir un muro “impenetrable” en Ceuta y en Melilla, los dos enclaves coloniales españoles en el norte de Marruecos; cerrar mezquitas “fundamentalistas”; recortes profundos en el gasto público; recortes de impuestos para beneficiar a la clases medias altas y los ricos; y prohibirles la atención médica pública a los inmigrantes indocumentados.

El PP y el PSOE le están extendiendo una alfombra roja a Vox. Las encuestas más recientes publicadas por El País muestran que Vox es el que más crece, de 24 a 46 escaños (13,7 por ciento de los votos), y se está volviendo la tercera fuerza política en el parlamento de 350 escaños. El PSOE ganaría las elecciones con 121 escaños (27 por ciento de los votos), dos menos que en las elecciones de abril de 2019. Ciudadanos caería de 57 a 14 escaños (8,3 por ciento de los votos) y el PP subiría de 66 a 91 (21,2 por ciento de los votos).

En medio de esta campaña derechista, la reacción de Podemos y su escisión derechista dirigida por el cofundador de Podemos, Iñigo Errejón, Más País, es suprimir la ira política de la clase trabajadora y canalizarla tras el PSOE y su construcción de un Estado policial.

La destacada miembro de Más País, Rita Maestre, le dijo a eldiario.org que su partido tiene la intención de “tener suficientes escaños para forzar un gobierno progresista” con el PSOE. Afirmó que “el PSOE generalmente necesita un empujón para implementar medidas progresistas, y por eso Más País es útil”.

La número dos de Podemos, Irene Montero, le dijo a la Cadena Ser: “Si el PSOE no saca mayoría absoluta, lo lógico es que haya un gobierno de coalición en España”. Añadió que las “posiciones [de poder] no nos interesar, queremos cambiar la vida de la gente y más cuando estamos al borde de una recesión económica”.

El apoyo de Podemos a la campaña de Estado policial del PSOE podría llevar a su peor resultado electoral hasta el momento, según las encuestas. Podría caer de 42 a 31 escaños. Más País recibiría 5 escaños.

Cinco años después de la fundación del partido, Podemos se ha vuelto clave en ayudar a la clase gobernante española en su supresión de las demandas crecientes de igualdad social que están empujando las protestas de masas por parte de trabajadores y jóvenes en todo el mundo, desde Ecuador a Chile, al Líbano, Irak y Hong Kong. Cuando los trabajadores y los jóvenes entren en la lucha en España, esto llevará rápidamente a una confrontación política con la maquinaria policial y estatal que la élite gobernante está buscando construir tan furiosamente.

(Publicado originalmente en inglés el 4 de noviembre de 2019)

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