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Perspectiva

Denuncia de GM: UAW participó en conspiración criminal con FCA para recortar costos laborales

El miércoles, General Motors presentó una denuncia federal de 95 páginas afirmando que Fiat-Chrysler (FCA) y el sindicato UAW se involucraron en “una conspiración sistemática de casi una década para sobornar a altos oficiales para corromper el proceso de negociación colectiva”, “comprar la paz laboral”, “recortar costos laborales”, y así “ganar una venta salarial ante sus competidores”.

La denuncia de GM no fue presentada en nombre de los trabajadores automotores. GM está exigiendo miles de millones de dólares argumentando que el UAW le dio miles de millones m á s de concesiones a FCA que a GM. Habiendo conspirado con el UAW para hambrear a los 50.000 trabajadores en huelga en EE. UU., GM también dejó en claro su gratitud hacia la colaboración del UAW. El primer párrafo de la denuncia indica: “El UAW y sus oficiales no son los acusados de esta denuncia”, mientras GM enfatiza que su objetivo es construir un “futuro más fuerte” entre el UAW y la empresa.

Pero la denuncia incluye detalles críticos y antes desconocidos de los documentos judiciales y las deliberaciones internas entre GM y el UAW que los trabajadores necesitan conocer. Estos detalles exponen que el UAW es un brazo legal de las corporaciones. La denuncia señala:

· “A partir de julio de 2009 y al menos hasta 2017, el FCA Group, por medio de un patrón de actividades extorsivas, obtuvo y mantuvo un interés en y/o control del UAW, y particularmente sus decisiones y acciones respecto a los convenios colectivos, que el FCA Group y los otros acusados operaron como una empresa RICO [siglas en inglés para la Ley de Organizaciones Corruptas Influenciadas por Estafadoras] [como definido en el estatuto] 18 U.S.C. §1962(b) (‘Empresa de control del FCA’)”.

· “Los acusados utilizan este control para influenciar la negociación del UAW de ciertos convenios colectivos y otros acuerdos, y luego para controlar las acciones diarias del UAW en la implementación de estos acuerdos, como se alegará más a fondo”.

· El UAW “se convirtió en la principal contraparte de [el director ejecutivo de Fiat, Serio] Marchionne en el plan empresarial de Fiat, incluso mientras él exploraba una colaboración con Chrysler” antes de que Fiat comprara en 2009 a la automotriz estadounidense en quiebra. “El UAW fue el puente de Fiat para establecer una huella nacional dado el significado del UAW en el mercado automotriz estadounidense”.

· El UAW y FCA realizaron varios acuerdos “paralelos” no comunicados a los trabajadores automotores a lo largo de la última década: “A partir de este entendimiento privado comprado por medio de la conspiración de que FCA no estaría sujeto a un límite para la segunda escala [salarial], FCA contrató a trabajadores de segunda escala desenfrenadamente, con el conocimiento increíblemente valioso de que no la penalizarían si reincorporaba el límite. Para 2015, los trabajadores de segunda escala componen aproximadamente el 42 por ciento de los miembros del UAW en FCA —el doble en proporción de los trabajadores de segunda escala en GM—”.

· Otro acuerdo “paralelo” entre el UAW y FCA incluía un plan para “reducir significativamente los costos de salud del FCA”.

· “Por medio de estos sobornos, FCA ejerció efectivamente control sobre el UAW con respecto al proceso de quejas… Los beneficios, las concesiones y las ventajas compradas ilegalmente por el FCA incluyeron por lo menos un nivel único de apoyo de los líderes del UAW en el programa de Manufactura de Clase Mundial (WCM) del FCA, un proceso acelerado para quejas internas de los trabajadores, la manipulación de ciertos límites contractuales para los empleados de segunda escala y temporales, otros acuerdos ‘paralelos’ e incluso un acuerdo único para apoyar el ‘plan empresarial de largo plazo’ del FCA”.

· Cuando el FCA necesitaba tomar control de sus acciones, el UAW acordó vender sus acciones mayoritarias según las órdenes de la empresa. “Fiat aparentemente escribió el ‘guion’ para el antiguo vicepresidente del UAW General] Holifield en una reunión de la Junta Ejecutiva del UAW en apoyo al objetivo de Fiat de comprar todas las acciones del Fondo del UAW. Iacobelli escribió en un email que Holifield ‘creará un diálogo en virtud de nuestro esquema’ en la reunión; la cual, según información y creencia, involucró obtener el apoyo del UAW para vender completamente sus intereses de Chrysler a Fiat. Este guion ayuda a demostrar el grado de control de Fiat sobre el UAW y sus altos oficiales”.

· Cuando FCA intentó llevar a cabo una fusión con GM en 2015, el expresidente del UAW, Dennis Williams, fue “el mensajero del FCA Group” para llevarle la propuesta del FCA a GM. “El presidente del UAW Williams y la vicepresidenta Cindy Estrada” atendieron una reunión con la directora ejecutiva de GM y su dirección el 18 de junio de 2015, según reporta el propio GM, en la que el UAW “transmitió y promovió la propuesta de fusión de Marchionne”” y estaban “trabajando a instancias de Marchionne como resultado del esquema de sobornos”.

· Durante las negociaciones contractuales del 2015, la dirigencia del UAW estuvo involucrada en una conspiración dentro de GM. “Los principales negociadores del UAW le comunicaron a GM que podrían ‘venderlo’ —es decir, el acuerdo en la mesa— a los miembros del UAW”, admite GM.

· El UAW seleccionó a FCA como su compañía objetivo en 2015 como parte de esta conspiración. “El 13 de septiembre de 2015, el UAW anunció inesperadamente que había elegido a FCA como su ‘objetivo’, una posición garantizada por medio del esquema de años de sobornos entre FCA Group y los líderes del UAW”.

Los contratos firmados por esta organización criminal durante las últimas décadas fueron acuerdos de mala fe. Son ilegítimos y legalmente inoperables. A los trabajadores afectados por la corrupción del UAW en todas las tres empresas les deben miles y miles de millones de dólares en salarios perdidos y cuotas sindicales.

Esto significa decenas de miles de dólares para cada rabajador, independientemente cuál de las tres grandes empresas automotrices los emplea o los haya despedido, obligándolos a aceptar una indemnización o a retirarse.

La afirmación de GM de que el UAW se involucró en “extorsión” solo con una compañía y no con las otras no tiene bases legales porque “extorsión” según su definición federal afecta a “toda la organización” y todas sus acciones. Más allá, varios ejecutivos del UAW-GM se encuentran entre aquellos acusados en el escándalo de corrupción.

FCA respondió emitiendo una advertencia de que “no perderemos velocidad por este acto”. La empresa ha dejado en claro que no tiene ninguna intención para conceder su competitividad de costos ante la firma de un nuevo acuerdo con el UAW que cubrirá a los 47.000 trabajadores en FCA.

En esta foto del 14 de julio de 2015, el director de Fiat Chrysler Automobiles, Sergio Marchionne, a la izquierda, y el presidente del UAW, Dennis Williams, se estrechan la mano durante una ceremonia para marcar el inicio de las negociaciones contractuales en Detroit. (AP Photo/Paul Sancya, File)

El UAW respondió a la denuncia de GM escribiendo, “Estamos seguros de que los términos de esos contratos no se vieron afectados” por los sobornos que varios oficiales del UAW han confesado que recibieron en cortes federales.

Esta declaración explícitamente falsa, emitida por ejecutivos sindicales que se han vuelto “gordos, tontos y felices” a través de los años de sobornos corporativos, prueba que la conspiración es continua y no se logrará cambiar reconfigurando el personal en la cima de esta organización criminal.

El Partido Demócrata, publicaciones “socialistas” como la revista Jacobin (que no ha escrito ni un solo artículo sobre el escándalo de corrupción del UAW en 2019) y “reformistas” autoproclamados afirman que el UAW puede “limpiarse” o cambiarse desde adentro. La probabilidad de éxito para esto es la misma que transformar la mafia en una sociedad caritativa.

El UAW no es una “organización obrera” capaz de reformarse, es una contratista de mano de obra que opera como un brazo más de las empresas, como lo demuestra la denuncia de GM. Es legalmente indistinguible de las empresas. Funciona, como afirma GM, como una sola entidad legal.

La traición de la huelga de GM y la imposición de un contrato repleto de concesiones en Ford no significan que la lucha se acabó. Por el contrario, las publicaciones industriales han advertido de que está aumentando la oposición entre los trabajadores de FCA, mientras los trabajadores de GM y Ford entrarán pronto en conflicto con las empresas y el UAW según el sindicato busca imponer los términos de los nuevos acuerdos. Esta oposición necesita ser movilizada contra los contratos ilegítimos y la dictadura sindical-empresarial en las plantas.

Se necesitan nuevas organizaciones para avanzar esta lucha. El Boletín de los Trabajadores Automotores del WSWS llama a formar comités de base, independientes de y opuestos al UAW. Los trabajadores automotores deben reunirse para discutir los hechos expuestos en la denuncia de GM y preparar una estrategia independiente e internacional para combatir contra las tres automotrices.

(Publicado originalmente en inglés el 22 de noviembre de 2019)

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