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Ante miles de nuevos casos en EE.UU., crece la oposición a la reapertura insegura de escuelas y universidades

Sigue aumentando la oposición a la reanudación insegura de las clases presenciales, a medida que los brotes de COVID-19 afectan las escuelas y universidades en todo Estados Unidos. La prisa por reabrir las escuelas por parte de la Administración de Trump, así como de los Gobiernos estatales y locales controlados por ambos partidos, se produce según las infecciones en Estados Unidos superaron los 6,1 millones el domingo, con más de 187.000 muertes.

Se desconoce el alcance total de los brotes en los planteles de las escuelas públicas porque los funcionarios estatales y de los distritos escolares han tratado de ocultar la cantidad de casos y silenciar a los educadores que intenten advertirle al público. Sin embargo, según los conteos de los educadores basados en informes de noticias, más de 3.000 estudiantes y miembros del personal se han infectado en las escuelas públicas, que han abierto durante las últimas semanas.

El domingo por la noche, CNN informó que se habían reportado más de 8.700 casos positivos en las universidades de al menos 36 estados, incluidos 1.200 estudiantes de la Universidad de Alabama en Tuscaloosa, más de 1.000 en las universidad estatal de Illinois y Wesleyan de Illinois y 264 en la Universidad de Dayton en Ohio.

Maestra de arte Cara Bailey protesta la reapertura de escuelas en Utah (AP Photo/Rick Bowmer)

En Georgia College, con 500 casos y una de las tasas de COVID-19 más altas del país, los estudiantes del campus de Milledgeville organizaron una protesta “de muerte” el viernes para exigir clases en línea, un mejor testo y un rastreo de contactos riguroso. El domingo, la Universidad de Temple en Filadelfia suspendió las clases presenciales durante dos semanas después de que los funcionarios informaron casi 103 casos de COVID-19. Los estudiantes de Temple y los miembros de la facultad protestaron el primer día de clases, el 24 de agosto, exigiendo un cambio a las clases en línea únicamente.

La batalla en torno a la reapertura de las escuelas públicas para más de 50 millones de estudiantes se ha convertido en el punto focal de la oposición de la clase trabajadora a la política homicida de regreso al trabajo en los Estados Unidos y en todo el mundo. Como lo expresó la publicación con sede en Washington DC The Hill el domingo, “El debate sobre la planificación de las clases en persona de kínder a doceavo año está indisolublemente ligado a los problemas de las necesidades de cuidado infantil y la capacidad de los padres de regresar a la fuerza laboral para ayudar a revivir la economía en dificultades”.

En el distrito escolar más grande del país, la ciudad de Nueva York, existe un apoyo cada vez mayor a una huelga para frenar los planes del alcalde demócrata Bill de Blasio de reabrir las escuelas para 1,1 millones de estudiantes y 135.000 empleados escolares el 10 de septiembre. La ciudad, que ya ha tenido casi 230.000 casos de coronavirus y casi 24.000 muertes por COVID-19, verá una reapertura bajo un “modelo híbrido”, con algunos estudiantes tomando clases en línea desde la casa todos los días y hasta 700.000 tomando clases de forma remota parte de la semana y yendo a las aulas hasta por tres días por semana.

Frente a la posibilidad de una revuelta de las bases magisteriales, el sindicato United Federation of Teachers (UFT) está celebrando una reunión de su junta ejecutiva de 100 miembros esta noche donde podría aprobar una propuesta para una “huelga de seguridad”. Si se aprueba, una reunión el martes de la asamblea de delegados del sindicato, que incluye a un representante de cada uno de los 1.700 edificios escolares del distrito, podría votar sobre autorizar que el presidente de la UFT, Michael Mulgrew, convoque una huelga de los 120.000 miembros del sindicato “si lo considera necesario”.

La UFT y su sindicato matriz, la American Federation of Teachers (AFT), no llevarán a cabo ninguna pelea seria. Mulgrew y la UFT fueron fundamentales para impedir que los maestros cerraran las escuelas en marzo pasado y trabajaron hombro a hombro con De Blasio para restarle importancia al peligro de que se propagara el virus en vísperas de su explosión en la ciudad de Nueva York. La demora en cerrar las escuelas costó la vida de al menos 74 educadores.

Al igual que en otros lugares donde los sindicatos han amenazado con huelgas (Chicago, Detroit) o han presentado demandas estatales (Florida, Texas, Iowa), la UFT busca disipar la ira e implementar una reapertura más calibrada de las escuelas supervisadas por los órganos de gestión sindical-administrativa, lo que supuestamente garantizará el cumplimiento de los procedimientos de seguridad y el suministro de equipos de protección personal y suministros de limpieza suficientes.

Pero no existe una “reapertura segura” de las escuelas en medio de una pandemia devastadora. Debido a su edad promedio más alta y las condiciones de salud relacionadas, se estima que 1,5 millones de maestros, uno de cada cuatro, se consideran de alto riesgo de enfermarse gravemente si contraen la enfermedad. Debido a esto, un número récord de maestros veteranos de kínder a doceavo están renunciando y jubilándose, un resultado que es deseable para los distritos que buscan reducir costos.

Pero cientos de miles de maestros, empleados escolares, padres y estudiantes buscan luchar independientemente de lo que estén haciendo los sindicatos. Desde el verano, han surgido más de 100 grupos de Facebook que se oponen a las aperturas de escuelas inseguras y han organizado protestas en ciudades y pueblos, grandes y pequeños. El miércoles pasado, los maestros y sus simpatizantes de Summit, Nueva Jersey, una ciudad de 22.500 habitantes, realizaron un paro para exigir clases en línea. Los educadores llevaban carteles que decían: “Puedo enseñar a distancia, pero no desde un ataúd”, “¿Qué dirás cuando mueran los amigos y maestros de tu hijo?” y “Los virus no discriminan. Los niños no son inmunes. Las escuelas no son seguras”.

El mes pasado, se fundó el Comité de Seguridad de Base de Educadores como una red nacional, para unificar las luchas de los maestros, empleados escolares, padres y estudiantes independientemente de los sindicatos y para preparar una huelga nacional para detener la apertura insegura de escuelas. Se ha establecido un comité local de base en el condado de Duval, Florida, y se están estableciendo otros en cada vez más estados y distritos en todo el país.

En un video, el Comité de Seguridad de Base de Educadores de Duval describió sus demandas, incluida la transparencia sobre los brotes de infecciones, la protección contra represalias para los educadores que expongan la verdad, recursos completos para el aprendizaje remoto, la renovación de todos los sistemas de ventilación de las escuelas, pruebas regulares y ninguna pérdida de ingresos o puestos para los educadores que sigan dando clases virtuales. El comité también rechaza los esfuerzos para chantajear económicamente a los padres para que envíen a sus hijos a la escuela por temor a perder sus ingresos o sus trabajos.

“Pedimos protección de ingresos mientras se quedan en casa mientras sus hijos aprenden de forma remota. ¿Quién va a pagar por eso? Pedimos un recargo a los 52 multimillonarios de Florida, que no pagan impuestos sobre la renta. Las personas más ultrarricas también tienen que pagar. A través de este recargo habrá mucho dinero para costear la protección de los ingresos de los padres, la tecnología adecuada para los estudiantes, la renovación de estas escuelas decrépitas y sus sistemas de ventilación. ¡El dinero está ahí! Y exigimos que se gaste en los lugares correctos”.

El sábado, el Comité de Seguridad de Base de Educadores celebró su segunda reunión telefónica en línea, a la que asistieron maestros de Nueva York, California, Michigan, Florida, Hawái, Oklahoma y muchos otros estados. En los próximos días se publicará un informe sobre la reunión.

La resistencia a la apertura de escuelas está aumentando en todo el mundo. El domingo en Alemania, el Partido Socialista por la Igualdad, junto con la Juventud y los Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social (JEIIS), organizaron un mitin en línea titulado “¡Detengan las aperturas de escuelas! ¡Prepárense para una huelga general!”. Cientos de maestros, estudiantes y padres participaron en el evento transmitido en vivo.

Posteriormente, un participante comentó: “Las escuelas y los jardines de infancia son actualmente un 'caldo de cultivo' para este virus, por lo que la enseñanza en el aula debe suspenderse durante la pandemia de la corona o solo en grupos muy pequeños y manejables. Los maestros deben recibir más dinero y también equipos digitales razonables, se debe proporcionar Internet razonable a todos y los padres/familias deben recibir un apoyo financiero integral durante este tiempo”.

La semana pasada, los estudiantes de Dortmund fundaron un comité en su escuela para tomar medidas conjuntas contra el impulso de reapertura de escuelas y por condiciones de enseñanza seguras. En declaraciones al WSWS, los fundadores del comité de acción en Dortmund, Jan y Berdan, hicieron un llamamiento a los profesores, estudiantes y padres para que participen en la lucha contra la reapertura de escuelas y formen una red de comités.

“Desde un punto de vista moral, lo que está sucediendo en las escuelas en este momento es censurable”, dijo Berdan. “Más escuelas y también empresas y fábricas deberían formar comités de acción para evitar que sucedan cosas peores”. Jan agregó: “Nuestro comité está abierto a cualquiera que esté de acuerdo en que se debe detener la reapertura de escuelas, como está sucediendo ahora”.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 31 de agosto de 2020)

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