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“Vamos a seguir luchando”

Crece la oposición mientras miles de enfermeros y trabajadores de la Universidad de Illinois en Chicago continúan huelga

Miles de trabajadores de la Universidad de Illinois en Chicago (UIC) continuaron el tercer día de su huelga el miércoles, uniéndose a más de 800 enfermeros del Hospital de la Universidad de Illinois (UI), que han estado en huelga desde el sábado.

La universidad se ha negado a satisfacer las demandas básicas de los huelguistas. Los trabajadores piden salarios más altos, más personal, una menor carga laboral y más tiempo libre, así como equipos de protección personal como máscaras N95 para todos los trabajadores de la salud y el personal del hospital. El local 73 del sindicato Service Employees International Union (SEIU) está negociando los contratos para 4,000 trabajadores de mantenimiento, administrativos, profesionales, técnicos y de servicios en la universidad.

Lo que está sucediendo en el campus de la UIC y en el hospital de la UI es parte de una intensificación más amplia de la lucha de clases. Los estudiantes de posgrado de la Universidad de Michigan hicieron huelga durante más de una semana a la imprudente reapertura de las clases presenciales en su universidad. Anoche, se impuso un acuerdo entreguista bajo amenazas de órdenes judiciales y gracias a los esfuerzos del sindicato American Federation of Teachers (AFT), que intervino en el último acuerdo para frenar la huelga.

También ha habido protestas significativas por parte de los estudiantes de la Universidad Estatal de Iowa, la Universidad de Iowa, la Universidad Estatal de San Diego, la Universidad de California en San Diego, la Universidad de Wisconsin y otras universidades en las últimas semanas, junto con una creciente ira entre los maestros de escuelas públicas en todo el país.

En una indicación del temor continuo dentro de los círculos gobernantes sobre la posibilidad de que las luchas en la UIC y el hospital de la UI desencadenen una explosión de la oposición social reprimida en el período previo a las elecciones estadounidenses, los medios corporativos continuaron su apagón mediático sobre las huelgas. Para el miércoles, ni la prensa de Chicago ni la prensa nacional habían cubierto las huelgas de los últimos dos días.

Muchos trabajadores de la UIC están indignados por el desprecio con el que los trata la administración universitaria. La universidad ha afirmado que solo está sujeta al salario mínimo de Illinois de $8,75, en lugar del mínimo de $14 de Chicago.

Grace, una enfermera de la UI, dijo el miércoles al World Socialist Web Site en las líneas de piquete: “Definitivamente hay suficiente dinero para satisfacer nuestras demandas. Tenemos gente que gana un poco más que el salario mínimo, y eso no es justo. Estamos aquí lidiando con COVID-19 todos los días. Hemos tenido más de 200 enfermeros infectados y cuatro murieron”. Una enfermera veterana intervino para agregar que dos camioneros también habían muerto desde que comenzó la pandemia.

Si bien muchos trabajadores del campus ganan menos de lo que cuesta vivir en el área, el presidente del sistema de la Universidad de Illinois, Timothy Killeen, recibió un aumento salarial del 40 por ciento por parte de la junta de fideicomisarios a principios de año, lo que aumentó su salario a $835.000.

“El presidente de la universidad recibió un aumento del 40 por ciento, pero ¿dónde está nuestro aumento? Eso no es justo, no obtuvimos nada y hay un 40 por ciento para una persona”, reclamó un trabajador de servicio en las líneas de piquete.

Otro trabajador agregó: “Los republicanos y los demócratas controlan mucho dinero. Pero somos los trabajadores, somos los que estamos haciendo el trabajo. Reciben bonificaciones y nosotros no recibimos nada. Por eso tenemos que hacer huelga todos juntos”.

Desde el inicio de la pandemia, los trabajadores de la UIC han tenido que buscar su propio equipo de protección personal básico. Ahora también se ven obligados a continuar la misma lucha para los estudiantes. Un empleado de oficina dijo: “Hemos tenido que luchar para conseguirles el equipo de protección adecuado”.

Tanto las enfermeras como los trabajadores de servicios dijeron que creían que una huelga nacional de trabajadores y estudiantes contra las condiciones mortales en los lugares de trabajo y las escuelas tendría un gran impacto. “Definitivamente sería más fuerte si lo hiciéramos”, dijeron enfermeras. Un trabajador de servicio dijo: “Sería genial hacer entender el punto. Cuando se habla de la participación de todo el país, son todos de todas partes”.

La administración universitaria —y detrás de ellos, el Partido Demócrata, que domina su junta administrativa— está cada vez más nerviosa por el apoyo que han obtenido los trabajadores en huelga y la posibilidad real de que su lucha se cruce con la oposición que se está formando entre los estudiantes. El miércoles, la UIC y la administración del hospital de la UI enviaron un correo electrónico deshonesto y manipulador a los estudiantes, tratando de presentar sus ofertas de aumento salarial como razonables, sin decir nada sobre su imprudente número de enfermeros en relación con los pacientes y la falta de personal en el hospital, ni el abominablemente bajo nivel de salarios que realmente se les paga a los trabajadores universitarios y hospitalarios; en algunos casos, menos de lo que ganan los trabajadores de comida rápida en Chicago.

Las condiciones de trabajo inseguras e inhumanas contra las que se lucha en la UIC no son solo el resultado de la insensibilidad de la administración de la UIC, sino más bien la consecuencia de una política deliberada de la clase dominante para reabrir los lugares de trabajo y las escuelas en medio de la pandemia a fin de garantizar que continúe la explotación de la clase trabajadora para obtener ganancias. Aunque sea encabezada por la Administración de Trump, esta política ha sido apoyada en todos los aspectos esenciales tanto por los demócratas como por los republicanos a nivel federal, estatal y local.

Los trabajadores pueden y deben combatir el descarado desprecio de la universidad por la vida de los trabajadores y los estudiantes, pero deben hacerlo por separado de los sindicatos controlados por las empresas, que presidieron el deterioro de los salarios y las condiciones laborales hasta su pésimo estado actual.

Para llevar adelante la lucha, los enfermeros y trabajadores en huelga deben formar comités de base para librar con éxito una lucha por condiciones de trabajo seguras y humanas. Debe hacerse un llamamiento a los sectores más amplios de trabajadores —trabajadores automotores, trabajadores de la salud, maestros y otros— junto con los estudiantes para que se movilicen en oposición a las políticas asesinas de la clase dominante. Comunícate con el WSWS para discutir la organización de un comité de base o para compartir tu historia.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 17 de septiembre de 2020).

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