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El UAW intensifica campaña antimexicana tras cancelación de acuerdo de inversión de Ford en Ohio

La aparente decisión de Ford de cancelar sus planes de inversión en su planta de ensamble en Ohio (OHAP), en el suburbio Avon Lake de Cleveland, para el 2023 ha provocado una campaña de demagogia por parte de los oficiales del sindicato UAW, cuyo propósito es azuzar el chauvinismo antimexicano.

La inversión de $900 millones para construir un vehículo no especificado en OHAP fue anunciada en noviembre de 2019 con mucha publicidad. El anuncio fue utilizado por el UAW para implementar un acuerdo nacional entreguista con Ford. En ese momento, afirmó que la inversión crearía 1.500 trabajos adicionales en la planta, la cual emplea actualmente a 1.750 trabajadores que construyen la línea Ford E de vagonetas y las camionetas pickups Super Duty.

Planta de ensamble de Ford en Ohio (Ford Media)

El acuerdo es el más reciente de una larga serie de garantías inútiles de las empresas automotrices de que crearan trabajos. Siempre han ido de la mano de concesiones por parte de los trabajadores y de una cláusula de revocabilidad de acuerdo con las “condiciones del mercado”. Mientras tanto, el UAW ha impuesto un contrato antiobrero tras otro, entregando conquistas obtenidas tras duras luchas, como las pensiones y los aumentos ajustados al coste de vida, al tiempo en que instituyeron los niveles salariales múltiples y autorizaron el crecimiento de los contratos temporales y a tiempo parcial.

En una carta fechada el 12 de marzo, el vicepresidente del UAW, Gerald Kariem, anunció que Ford cancelaría la expansión de OHAP y destacó que la inversión se haría México, a pesar de que esto no ha sido confirmado por Ford. Tras presentar la situación con una batalla entre los trabajadores estadounidenses y sus hermanos mexicanos por los empleos, la carta le exige a Ford una “explicación” por su decisión. Esto no puede tener otro significado más que los planes del UAW para “combatir” la cancelación de la expansión en OHAP consisten en ofrecer más concesiones.

Cabe mencionar que Kariem fue nombrado titular del departamento de Ford en enero de 2020, reemplazando a Roy Gamble, quien fue promovido a presidente del UAW después de la renuncia del antiguo presidente Gary Jones. Forma parte de la corrupta red íntima del UAW que presidió un escándalo masivo de corrupción que envió a varios altos oficiales del UAW, incluyendo a Jones y al expresidente del UAW, Dennis Williams, a la cárcel.

Gerald Kariem (izquierda) y Dennis Williams (derecha)

Tras la carta de Kariem, el senador demócrata de Ohio, Sherrod Brown, también denunció la cancelación de la expansión de Avon Lake, declarando: “Los habitantes de Cleveland sintonizaron las noticias locales y vieron los titulares sobre otra corporación estadounidense que decide construir cosas en México en lugar de Ohio”.

La firma de análisis de la industria AutoForecast Solutions informó por separado que en 2023 Ford planea construir dos vehículos deportivos eléctricos en su fábrica de Cuautitlán (México), cuya fabricación prevista era en Ohio. Ford se ha negado a confirmarlo.

Un trabajador de OHAP le dijo al WSWS: “Existe un acuerdo escrito en el contrato de 2019. Y esa inversión fue el único punto de ese contrato que hizo que OHAP votara a favor de ese contrato”.

Cuando se le preguntó si estaba de acuerdo con los intentos del UAW de presentar la defensa de los puestos de trabajo como un enfrentamiento entre los trabajadores estadounidenses y los mexicanos, añadió: “No creo que sea así. No he oído a nadie decir que lo fuera. [Los trabajadores] culpan a la dirección de Ford, [creen] que pueden cambiar el acuerdo después de su ratificación. Ford cree que solo los trabajadores tienen que cumplir las normas del contrato y que no podemos hacer nada al respecto.

“¿Pueden los trabajadores quitar lo que no les gusta del convenio? No, no pueden hacerlo sin ser sancionados”.

La disputa sobre el presunto envío de puestos de trabajo “estadounidenses” a México se produce en un momento en que la Administración de Biden está intensificando su campaña nacionalista “Compre productos estadounidenses”, dirigida contra los rivales del capitalismo estadounidense. La Casa Blanca y el gabinete de Biden han estado dirigiendo amenazas cada vez más abiertas y provocativas particularmente contra China.

El objetivo de la incesante demagogia antimexicana y antichina del UAW es, en primer lugar, dividir a la clase obrera promoviendo la animosidad entre los trabajadores estadounidenses hacia los trabajadores de otros países. El UAW es muy sensible a la solidaridad cada vez mayor entre los trabajadores estadounidenses y mexicanos, expresada en la simpatía mostrada por los trabajadores automotrices estadounidenses hacia la valiente lucha de los trabajadores de Matamoros en 2019 y la solidaridad mostrada por los trabajadores de GM en Silao, México, hacia los trabajadores estadounidenses de GM durante su huelga.

Trabajadores de Matamoros en huelga en enero de 2019

Como le comentó un trabajador victimizado de GM en Flint, Juan González, al World Socialist Web Site durante la huelga de 2019: “Quieren sumir a esos trabajadores en la pobreza, igual que a nosotros, para callarnos. Todos construimos los mismos coches para las mismas empresas. Estos coches tienen piezas de todo el mundo. Tenemos que juntarnos y unirnos sin importar de qué país seamos”.

El intento del UAW de desviar la ira por la destrucción de puestos de trabajo contra los trabajadores mexicanos se produce cuando el presidente de la federación sindical AFL-CIO, Richard Trumka, arremetió esta semana contra China por las acusaciones infundadas sobre el uso de mano de obra forzada para construir paneles solares. En la carta, dirigida al asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, Trumka se refiere a los productos de energía solar procedentes de la región china de Xinjiang, donde vive la minoría uigur de China.

La declaración de Trumka coincidió con la intensificación de la agitación contra China por parte de la Administración de Biden. El Gobierno de Biden ha utilizado como propaganda acusaciones exageradas sobre la opresión china contra los uigures, en un intento de justificar agresiones económicas y militares contra su rival bajo el pretexto de los “derechos humanos”.

Biden, a diferencia del expresidente Trump, ha tratado de conseguir el apoyo de los sindicatos en un intento de desviar la ira de los trabajadores por el deterioro de las condiciones sociales hacia el exterior, contra los trabajadores de otros países. La campaña estrictamente nacionalista de Biden “Compre productos americanos”, que obliga a los organismos gubernamentales a utilizar productos de origen estadounidense, tiene como objetivo conseguir el apoyo de los sindicatos en la campaña bélica de Estados Unidos. Esta campaña va de la mano de la integración corporativista de los sindicatos con la gerencia y el Gobierno, en un intento de atacar el nivel de vida de los trabajadores.

Al mismo tiempo, el Gobierno de Biden se ha apoyado los sindicatos para que supriman la oposición de los profesores y otros sectores de trabajadores a la campaña homicida de reapertura de escuelas y centros de trabajo en medio de la pandemia.

Los trabajadores deben rechazar la demagogia nacionalista contra los extranjeros y los inmigrantes que fomentan los sindicatos y, en cambio, deben tenderles la mano a sus hermanos trabajadores en el extranjero, llamando a una lucha común contra las corporaciones multinacionales.

Los trabajadores automotores, en particular, han tenido una larga experiencia con los resultados de los intentos racistas del UAW de convertir a los trabajadores extranjeros, acusándolos por la pérdida de puestos de trabajo. En 1982, un dibujante estadounidense de origen chino, Vincent Chin, fue brutalmente asesinado en Highland Park, Michigan, por el capataz de Chrysler Ronald Ebens y su hijo desempleado, incitados por la demagogia antijaponesa promovida por el UAW. Ebens había asumido erróneamente que Chin era japonés.

La defensa de los puestos de trabajo requiere una lucha globalmente coordinada de la clase obrera contra el irracional y anticuado sistema de lucro capitalista. En el capitalismo, las nuevas tecnologías que ahorran mano de obra se utilizan contra los trabajadores para recortar puestos de trabajo, asignar más trabajo a los trabajadores restantes y desplazar la producción en busca de mano de obra más barata.

La alternativa es que los trabajadores se movilicen independientemente de los sindicatos proempresariales, mediante la formación de comités de base en las fábricas y los centros de trabajo. En oposición al programa nacionalista de los sindicatos, estos comités coordinarán las luchas de los trabajadores a través de las industrias y las fronteras en una lucha común por defender los puestos de trabajo y por conseguir condiciones laborales dignas para todos.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 18 de marzo de 2021)

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