El sábado 1 de mayo, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional sostuvo su octavo Mitin Internacional En línea del Primero de Mayo. El evento impulsó y concretizó la decisión del CICI de iniciar una Alianza Obrera Internacional de Comités de Base (AOI-CB).

El mitin del Día Internacional de los Trabajadores reflejó y, al mismo tiempo, anticipó ciertos cambios en la situación mundial producidos por la pandemia de coronavirus. El CICI ha definido la pandemia como un “evento desencadenante” análogo a la Primera Guerra Mundial y que acelera todas las contradicciones subyacentes al sistema capitalista mundial. Ante todo, esto incluye el crecimiento de la lucha de clases, el cual encuentra su expresión más consciente en el CICI y el mitin el 1 de mayo.

Tanto en su forma como en su contenido, el mitin fue un evento global. Su convocatoria tuvo una respuesta internacional importante. Más de 2.500 personas vieron el evento desde más de 75 países diferentes en todos los continentes, incluyendo Antártica. Los catorce oradores son miembros destacados del CICI de 10 países y se pronunciaron en siete idiomas diferentes: inglés, alemán, francés, tamil, cingalés, turco y portugués.

Al tiempo que describieron la situación específica en distintos países, los oradores presentaron una perspectiva global unificada.

El mitin estuvo dominado por el impacto de la pandemia de coronavirus, que ha afectado profundamente a los trabajadores de todas las partes del globo, desde los centros del capitalismo en EE.UU. y Europa hasta los países excoloniales. Hace un año, el 1 de mayo de 2020, la cifra global de muertes acababa de alcanzar 240.000. Ahora, es de casi 3,2 millones o trece veces más. Esto incluye 590.000 víctimas en EE.UU., más de un millón en Europa, 520.000 en Asia, 670.000 en Sudamérica y 122.000 en África.

Casi un año y medio desde el inicio de la pandemia, los casos nuevos se encuentran en niveles récord, alimentados por la horrenda propagación de la enfermedad en India, que está reportando 400.000 casos nuevos diarios. Según las cifras oficiales, que distan mucho de la realidad, más de 13.000 mueren cada día en el mundo, una tasa de casi 5 millones por año.

Lo que ocurre en el sur de Asia se propagará a otros países, incluyendo partes de África que por ahora han tenido una exposición limitada a la pandemia. Incluso en los países avanzados, los políticos y la prensa están discutiendo que la pandemia será endémica, es decir, que nunca será erradicada y será algo con lo que los trabajadores tendrán que “vivir”.

Los oradores condenaron a la clase gobernante y el sistema capitalista por el impacto catastrófico del virus. “Es un hecho indisputable”, declaró al inicio del mitin David North, presidente del Consejo Editorial Internacional del WSWS, “que la subordinación de las vidas humanas a los intereses financieros es responsable de millones de muertes prematuras. La abrumadora mayoría de muertes por COVID-19 debió haberse prevenido. El impacto devastador de la pandemia se debió mucho más a los intereses económicos de la clase capitalista que a la estructura biológica del virus”.

En su intervención, Nick Beams, un antiguo líder del CICI, describió la orgía de especulación del último año, impulsada por la impresión interminable de dinero por parte de la Reserva Federal de EE.UU. y los otros bancos centrales del mundo. El aumento de la riqueza de la clase gobernante, indicó Beams, “manifiesta lo que Trotsky describió correctamente como la agonía mortal del capitalismo, una camarilla de oligarcas acaparando miles de millones de dólares mientras mueren millones de personas”.

La pandemia ha acelerado enormemente la crisis política en todos los países del mundo, agilizando el giro cada vez más abierto de la clase gobernante hacia formas dictatoriales de gobierno. Alex Lantier, el secretario nacional del Parti l’égalité socialiste en Francia, explicó que una carta de los generales franceses amenazando con un golpe militar es parte de una tendencia global, que incluye la insurrección fascistizante de Trump del 6 de enero, la revelación de redes neonazis en el ejército y aparato estatal alemanes, y las amenazas de un golpe de Estado por parte del partido neofascista Vox y oficiales militares retirados en España.

El secretario nacional asistente del PSI (Sri Lanka), Deepal Jayasekera explicó que el Gobierno esrilanqués respondió a una ola de huelgas en los últimos meses con un giro hacia un gobierno dictatorial militar-policial. Citó comentarios del ministro de Transporte, quien llamó al presidente Rajapakse de Sri Lanka a actuar “como Hitler”.

E incluso en medio de las muertes masivas y la miseria social, la clase gobernante está intensificando su impulso de guerra. Peter Symonds, editor nacional del WSWS en Australia, expuso la propaganda anti-China del imperialismo estadounidense y su postura hipócrita de defender los “derechos humanos”. Señaló que es esencial que “los trabajadores rechacen el venenoso nacionalismo siendo fomentado en todo el mundo a medida que las clases gobernantes buscan dividir a la clase obrera y desviar las inmensas tensiones sociales generadas por la pandemia hacia un enemigo externo”.

Los oradores repasaron el papel de todos los partidos de la clase gobernante en el catastrófico impacto de la pandemia, desde el Gobierno del Partido Conservador de Boris Johnson en Reino Unido, hasta los Gobiernos fascistizantes de Jair Bolsonaro en Brasil y Narendra Modi en India, hasta el partido pseudoizquierdista Podemos en España y el partido La Izquierda en Alemania. En EE.UU., el Gobierno de Trump encabezó la campaña de regreso al trabajo, pero la misma política esencial está siendo presidida ahora por Biden.

Un tema central de todos los discursos fue el impulso universal de la clase gobernante para integrar los sindicatos oficiales, nacionales y procapitalistas en una moldura corporativista, es decir, una amalgama de las gerencias empresariales, los sindicatos y el Estado como parte de una estructura dedicada a suprimir el crecimiento de la oposición social en la clase obrera.

En su reporte inicial, North examinó en detalle los esfuerzos agresivos del Gobierno de Biden para promover los sindicatos de la confederación AFL-CIO en EE.UU., incluyendo la creación de una “Fuerza de Trabajo de la Casa Blanca sobre la Organización y el Empoderamiento de los Trabajadores” que incluye a Lloyd Austin, secretario de Defensa; Janet Yellen, secretaria del Tesoro y expresidenta de la Reserva Federal; y Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional.

Por más de cuatro décadas, dijo North, la AFL-CIO y los opulentos ejecutivos que la controlan han suprimido toda la resistencia de la clase obrera. Las huelgas prácticamente desaparecieron. North afirmó:

En este contexto, el llamamiento de Biden a fortalecer los sindicatos existentes no tiene como objetivo promover la militancia de la clase obrera, sino impedir su desarrollo y asegurar su continua supresión.

Además, la eliminación de cualquier forma de organización independiente de la clase obrera dentro de un movimiento sindical patrocinado por el Gobierno y completamente integrado en el Estado capitalista según las líneas corporativistas es un imperativo estratégico para el imperialismo estadounidense mientras se prepara, en condiciones de profunda crisis económica, para lo que los círculos gobernantes conciben como una confrontación inevitable con China.

La tendencia hacia la supresión corporativista de la clase obrera, no obstante, es un fenómeno internacional. Los oradores resumieron el papel similar del Congreso de Trabajadores de Ceilán en Sri Lanka; la CUT y Força Sindical, ahora vinculada en IndustriAll, en Brasil; el TUC en Reino Unido; IG Metall y Verdi en Alemania; la CGT en Francia; y la ACTU en Australia.

Es precisamente en ese contexto en que el CICI ha iniciado la formación de la Alianza Obrera Internacional de Comités de Base (AOI-CB). North explicó:

El objetivo de esta iniciativa global es desarrollar un auténtico movimiento de la clase obrera internacional con una base amplia, y animar a los trabajadores de todos los países a romper los grilletes de los actuales sindicatos antidemocráticos, controlados por el Estado y compuestos por ejecutivos procapitalistas y de derecha.

La AOI-CB se esforzará por derribar las barreras nacionales, se opondrá a todos los esfuerzos por socavar la unidad de clase a través de la promoción de la política reaccionaria de la clase media en torno a la identidad racial, étnica y otras relacionadas, y facilitará la coordinación de la lucha de clases a escala internacional.

Al asistir a los trabajadores en la construcción del AOI-CB, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional y sus Partidos Socialistas por la Igualdad afiliados buscarán impartir al desarrollo de la lucha de clases global una estrategia consciente y socialista. La lógica de las luchas de los trabajadores suscita en todo instante la necesidad de que la clase obrera tome el poder, expropie a los oligarcas capitalistas y establezca una economía planificada globalmente con base en las necesidades sociales, no el lucro privado.

El Mitin Internacional En Línea del Primero de Mayo de 2021 fue el producto de un crecimiento importante del movimiento trotskista y su influencia política en la clase obrera. Al mismo tiempo, anticipa un enorme desarrollo político inminente. El movimiento revolucionario mundial por el socialismo se desarrollará bajo la dirección del Comité Internacional de la Cuarta Internacional.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 3 de mayo de 2021)