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Los educadores de la costa oeste de EE.UU. llaman a la lucha unificada con los trabajadores de Volvo en huelga

El Comité de Seguridad de Base de los Educadores de la Costa Oeste saluda la huelga de casi 3.000 trabajadores de la planta de Volvo en Dublín, Virginia. Todos los profesores y el personal escolar deben unirse en defensa de la lucha de los trabajadores de Volvo y trabajar para ampliarla lo más posible.

Los gobiernos capitalistas de todo el mundo, y especialmente de Estados Unidos, han dejado claro que lo importante son las fortunas astronómicas de los ultrarricos. A los trabajadores, por su parte, se les dice que deben sacrificarse para proporcionar a figuras como Elon Musk y Jeff Bezos, ya milmillonarios decenas de veces, miles de millones de dólares más. El director general de Volvo, Martin Lundstedt, recibe un salario anual total de $51,6 millones, más de 800 veces mayor que incluso el trabajador de la línea de producción de mayor rango.

Protesta de un profesor en Phoenix, Arizona, en 2020 (AP Photo/Ross D. Franklin)

Todo ello mientras los trabajadores de Volvo a menudo no pueden pagar el alquiler, la comida, la atención sanitaria y otras necesidades básicas. De hecho, las condiciones a las que se enfrentan los trabajadores de Volvo son comunes a todos los demás sectores de la clase trabajadora.

Dichas condiciones incluyen "aumentos" salariales anuales que, o bien no existen, o bien están muy por debajo de la tasa de inflación, lo que conlleva una pérdida real de poder adquisitivo año tras año; recortes en las pensiones, la asistencia sanitaria y otras prestaciones, y protocolos de salud y seguridad inadecuados que conducen a la proliferación de enfermedades y muertes.

Cuando la pandemia comenzó a explotar a principios de 2020, los sindicatos y los fabricantes de automóviles insistieron en que los trabajadores permanecieran apiñados en la cadena de montaje mientras la producción continuaba con normalidad. Sólo a través de paros laborales independientes los fabricantes de automóviles se vieron obligados a dar marcha atrás. Del mismo modo, la oposición masiva de los profesores forzó el cierre de las escuelas y evitó lo que podría haber sido una oleada aún más catastrófica de COVID-19 durante los dos últimos cursos escolares.

Ahora, la élite gobernante está tratando de recuperar el tiempo perdido. Esto no sólo implicará que los empleados vuelvan a los lugares de trabajo inseguros, sino también hacer bajar el nivel de vida de los trabajadores por atreverse a obstaculizar el "derecho" desenfrenado de los capitalistas a obtener beneficios a expensas de la propia vida de los trabajadores. La élite gobernante estadounidense también está haciendo planes para ir a la guerra contra China o Rusia, dos potencias con armas nucleares, en un intento de revertir su declive económico.

No tenemos otra opción que luchar contra estas políticas homicidas.

Aquí, en la Costa Oeste, los profesores fueron empujados a volver a las aulas inseguras a pesar de que las peligrosas cepas del coronavirus seguían circulando entre la población y mientras los casos y las muertes se disparaban a nivel mundial.

Al menos 1.000 profesores en activo y jubilados han muerto a causa del COVID-19 sólo en Estados Unidos. Las muertes registradas incluyen a educadores de tan solo 26 años de edad y a profesores de todas las razas y etnias.

El pilar fundamental de la vuelta al aula fueron los sindicatos de profesores, que dijeron a sus miembros que no tenían más remedio que volver a las aulas mientras el coronavirus hacía estragos.

La presidenta de la Federación Americana de Maestros (AFT), Randi Weingarten, con un sueldo anual de $500.000, ha encabezado despiadadamente este esfuerzo en nombre de la administración Biden. La presidenta de la AFT ha dejado claro que esta política continuará y se intensificará en el próximo curso escolar. Weingarten tuiteó recientemente que "los profesores y el personal de Estados Unidos están "todos de acuerdo" con el aprendizaje en persona este otoño."

La campaña asesina de reapertura de escuelas sigue a las traiciones de las huelgas de maestros de 2018 y 2019 que tuvieron lugar en todo Estados Unidos. Al igual que el sindicato UAW de los trabajadores automotores, los sindicatos de maestros en ese momento mantuvieron a los trabajadores completamente en la oscuridad sobre las negociaciones y proporcionaron poco o ningún pago de huelga mientras sus miembros pasaban días luchando en la línea de piquete. Los profesores apenas tuvieron tiempo de revisar los contratos antes de votar, mientras que los propios contratos no satisfacían ninguna de las demandas de los profesores de aumentar el personal, las enfermeras, las reparaciones de los edificios o los salarios y las prestaciones.

La respuesta necesaria de profesores y trabajadores no puede ser más clara. Hay que crear comités de base independientes para que los trabajadores puedan tomar la lucha en sus manos. Sólo mediante la creación de comités de base independientes pueden los trabajadores romper el aislamiento que les imponen los sindicatos y plantear las reivindicaciones que realmente necesitan, no lo que los sindicatos y las empresas les dicen falsamente que pueden pagar.

De hecho, fue el comité de base de los trabajadores de Volvo en Virginia que dio a conocer los detalles del contrato a los miembros antes de la votación que condujo a un repudio masivo del acuerdo de venta. Después de que el UAW suspendiera la huelga anterior en abril, tras sólo dos semanas, los trabajadores rechazaron valientemente el segundo contrato reempaquetado, que contenía casi exactamente las mismas disposiciones miserables del primero, por un voto del 91% en contra y sólo un 9% a favor.

Los trabajadores de los camiones Volvo se unen a los mineros del carbón en la línea de piquete de Warrior, Alabama, a los trabajadores del acero de Allegeny Technologies en Pensilvania, a los enfermeros de Massachusetts, junto con otros numerosos trabajadores que llevan a cabo huelgas tanto en Estados Unidos como a nivel internacional.

En cada caso, los trabajadores no sólo se enfrentan a la hostilidad de las empresas, sino a los propios sindicatos, que hacen todo lo posible por desgastar y aislar las acciones de huelga.

Del fondo de huelga total del UAW, de casi $800 millones, a los trabajadores de Volvo en huelga sólo se les prometió una paga de huelga de $275 a la semana, y eso sólo después de pasar dos semanas en la línea de piquete. Cuando llega el momento de que los ejecutivos del UAW gasten en lujosas vacaciones, artículos de lujo u otros beneficios, no se escatiman gastos. Cuando los trabajadores necesitan apoyo financiero para llevar a cabo sus luchas, de repente no hay dinero disponible.

La élite gobernante teme enormemente el potencial de la huelga de Volvo para encender la oposición de las masas y que podría poner fin a la relativa paz de clase de la que ha disfrutado a expensas del constante descenso del nivel de vida de la clase trabajadora durante las últimas décadas.

Esta es precisamente la razón por la que los medios de comunicación e incluso el propio UAW no han dicho nada sobre la huelga de los trabajadores de Volvo. Esto contrasta con el interminable apoyo de los medios de comunicación a la campaña de sindicalización en el almacén de Amazon en Bessemer, Alabama, que incluso recibió el pleno apoyo de la administración Biden. Esto se debe precisamente a que, a diferencia de la huelga de Volvo, el éxito de la campaña de sindicalización del sindicato RWDSU no supone amenaza alguna para los beneficios y los accionistas de las empresas.

En contraposición al apagón impuesto a los trabajadores de Volvo por los medios de comunicación, los sindicatos y sus apéndices de pseudoizquierda, haremos todo lo que esté en nuestra mano para llamar la atención de los trabajadores de Volvo en todo Estados Unidos y a nivel internacional.

La élite gobernante no pierde tiempo en acelerar sus ataques contra los trabajadores. Los trabajadores, a su vez, no deben perder tiempo en construir redes independientes de comités de base para contraatacar. Saludamos a los trabajadores de Volvo y al Comité de Base de Volvo, que han dado algunos de los primeros pasos más

(Artículo publicado originalmente en inglés el 22 de junio de 2021)

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