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Huelga de profesores en Francia frente a las políticas de COVID-19

Con la explosiva cantidad de casos de COVID-19 aumentando por toda Europa, se está construyendo un movimiento masivo internacional contra las políticas gubernamentales que conducen hacia infecciones masivas en las escuelas. Mientras los maestros franceses organizaban ayer una huelga nacional contra el manejo desastroso de la pandemia de COVID-19, los estudiantes italianos se preparaban para una huelga nacional hoy en medio un apoyo masivo para la educación a distancia y la oposición hacía estudiar en escuelas inseguras.

La huelga de docentes franceses, organizado en torno a una declaración que criticaba las 'apuestas arriesgadas sobre la salud' ya que el Estado 'relaja las medidas de prueba y aislamiento', obtuvo un apoyo masivo. Los sindicatos de docentes franceses reclamaron una participación del 75 por ciento de los docentes de primaria y del 62 por ciento de los docentes de secundaria en la huelga, que cerró aproximadamente la mitad de las escuelas en Francia. El resto funcionó con personal básica.

La policía antidisturbios francesa agredió violentamente a estudiantes de secundaria que iniciaron la protesta en varias ciudades bloqueando sus escuelas cuando normalmente habrían abierto. En París, le saco un taser [pistola eléctrica] y golpeó a los estudiantes frente a la escuela secundaria Colbert, y acorralo [kettled] a los estudiantes que protestaban frente a la escuela secundaria Hélène Boucher, arrestando a dos. La policía también hirió a un estudiante que conducía un automóvil policial a través de una multitud de estudiantes que protestaban frente a una escuela secundaria en Nantes.

Los profesores se reúnen durante una protesta en Lille, en el norte de Francia, el jueves 13 de enero de 2022. Los profesores franceses han hecho una huelga nacional este jueves para expresar su enfado por la forma en que el gobierno está gestionando la situación del virus en las escuelas, denunciando normas confusas y pidiendo la enseñanza a distancia. (AP Photo/Michel Spingler) [AP Photo/Michel Spingler]

Las marchas comenzaron a primera hora por la tarde, después de reuniones de asambleas generales celebradas en varias escuelas bajo los auspicios de los dirigentes sindicales más tarde en la mañana. Los maestros corearon “Sus ganancias, nuestras escuelas sacrificadas”, gritaron consignas contra el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, y cantaron canciones de las protestas de los “chalecos amarillos” de 2018-2019 contra la desigualdad social. Grandes marchas tuvieron lugar en Marsella, Lyon, Toulouse, Burdeos, Niza, Grenoble, Chambéry y otras ciudades, así como en la capital de París.

En París, los candidatos de las próximas elecciones presidenciales de abril intentaron caminar a la cabeza de la marcha: la alcaldesa del Partido Socialista (PS) de París, Anne Hidalgo, el diputado estalinista del Partido Comunista Francés (PCF), Fabien Roussel y el candidato “populista de izquierda” Jean- Luc Mélenchon, del partido La France insoumise (LFI). Sin embargo, estos partidos no han organizado ninguna oposición izquierdista hacia las políticas de infección masiva por el presidente Emmanuel Macron. LFI, de hecho, ayudó a promover protestas contra las vacunas este verano. Dados sus antecedentes, estos candidatos recibieron una serie de comentarios hostiles de la multitud.

“No nos importa si estás haciendo cabriolas”, le gritó un manifestante a Hidalgo, mientras que otro le dijo a France Info: “Anne Hidalgo y el PS en general realmente no han defendido la educación. Ahora, los maestros y todo el mundo de la educación están realmente enojados. … Anne Hidalgo, no me importa ella”.

Las protestas masivas también están desarrollando hoy en Italia, ya que la Unión de Estudiantes (UDS) vinculada a los estalinistas llama por una huelga nacional contra un 'peligroso regreso a la escuela' después de que terminaron las vacaciones escolares italianas el lunes. Esto siguió a las huelgas a principios de esta semana de estudiantes de secundaria en las regiones de Campania, Ancona, Ascoli y Cerdeña que se oponían al regreso a las escuelas. Un estudiante le dijo a ANSA News: “Todos estamos de acuerdo en que la educación a distancia es perjudicial para la socialización y la convivencia de los estudiantes, pero ahora es más importante el derecho a la salud y a no contagiarse”.

Al anunciar la huelga estudiantil a nivel nacional, el coordinador de la UDS, Luca Redolfi, culpó al gobierno italiano: “Después de casi dos años de pandemia, es inaceptable que las escuelas aún no estén preparadas. … El transporte público y las aulas están abarrotadas, los edificios escolares no son aptos para hacer frente a la pandemia, a menudo no se realizan pruebas, las mascarillas N95 no están garantizadas y el sistema de rastreo de contactos está explotado”.

No obstante, mientras los llamamientos para la educación a distancia son muy populares entre los jóvenes italianos, Redolfi de la UDS repitió la posición del gobierno italiano y afirmó: “Sin embargo, la solución no puede ser la educación a distancia, ya que se ha demostrado que la educación a distancia solo puede ser una herramienta para emergencias”. Lo que pasa por alto este argumento arruinado es el hecho de que la pandemia es una emergencia europea y mundial.

Esta semana hubo 2 millones de nuevos casos de COVID-19 en Francia, 1,2 millones en Italia, 1 millón en Gran Bretaña y 7,7 millones de casos y 20.899 muertes en Europa en general. Las infecciones aumentan en un 50 por ciento cada semana, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que las políticas gubernamentales significan que más de la mitad de la población de Europa contraerá COVID-19 en las próximas seis a ocho semanas. Solo Francia e Italia tienen más de 4 millones y 2,2 millones de casos activos de COVID-19, respectivamente. Esto significa que el 6 por ciento de la población francesa y el 3,6 por ciento de los italianos actualmente tienen COVID-19.

Estas terribles condiciones están provocando protestas y huelgas a nivel internacional, con protestas de maestros estadounidenses en Chicago, San Francisco, Nueva York y Boston y ahora en toda Europa. Las movilizaciones iniciales de trabajadores y jóvenes están haciendo añicos la pretensión de que haya algún apoyo popular a las políticas estatales de infección masiva. Las medidas para permitir que los gobiernos obliguen a los trabajadores enfermos e infectados a volver al trabajo después de breves períodos de aislamiento de cinco a siete días, o para obligar a los estudiantes a permanecer en aulas abarrotadas e infectadas en medio de un aumento masivo del virus, provocan la ira y la preocupación de las masas.

Esto fue subrayado aún más por dos encuestas este mes de estudiantes europeos. La semana pasada, el 78 por ciento de los 10.000 estudiantes de la Universidad de la Sorbona en París dijeron que se oponían a la decisión de la universidad de obligarlos a presentarse juntos a los exámenes por los cientos en salas grandes, lo que ayudó a propagar el virus. Esta semana, cuando los estudiantes italianos regresaron a las clases, el portal de enseñanza Skuola realizó una encuesta que encontró que el 69 por ciento de los estudiantes italianos apoya el cambio a la educación a distancia.

El tema decisivo es qué perspectiva política y liderazgo necesita este movimiento internacional emergente de trabajadores y jóvenes para detener la pandemia y poner fin a la subordinación de la salud y la vida para el beneficio privado. Las políticas de azar de mitigación y las huelgas de un día defendidos por los sindicatos no detendrán el virus, que se transmite por el aire y puede infectar tanto a los vacunados como a los previamente infectados. Tampoco cambiarán la mente de los gobiernos que están empeñados en mantener a los jóvenes en la escuela y a los trabajadores en el trabajo, generando ganancias para los bancos.

La alternativa es organizar comités de base en escuelas, fábricas y lugares de trabajo en toda Europa e internacionalmente, independientes de las burocracias sindicales nacionales, para movilizar a la clase trabajadora y la juventud para una lucha global contra la pandemia de COVID-19. Esto requiere una lucha política, organizando internacionalmente todo el poderío industrial de la clase trabajadora para cerrar las escuelas y la producción no esencial e imponer una política Cero-Covid guiado científicamente.

El peligro es que sin una perspectiva y un programa internacional, el establishment político puede usar huelgas de un día para tratar de adormecer a la población y retrasar la acción, cuando de hecho, el tiempo es esencial para evitar más muertes masivas. Quizás el ejemplo más perfeccionado de esto son las facciones de la burocracia sindical francesa que los medios tradicionalmente promocionan como “radicales”.

Ayer por la noche, los sindicatos franceses mantuvieron una reunión de urgencia con Blanquer y por videoconferencia con el ministro de Salud, Olivier Véran, que ha dado positivo por COVID-19. Mientras que Blanquer prometió más cubrebocas N95, kits de prueba y maestros sustitutos para reemplazar a los enfermos, dejó en claro que el gobierno no tiene la intención de cambiar su política de negarse a bloquear la transmisión del virus en las escuelas por cerrar las clases donde los estudiantes se enferman.

Al salir de la reunión con Blanquer, la funcionaria del sindicato de maestros de secundaria, Sophie Vénétitay, indicó que los sindicatos simplemente quieren que Blanquer comercialice de manera más efectiva las políticas inadecuadas que había anunciado. Ella dijo: “Hay algunas señales, pero necesitamos más. Las promesas de esta noche deben cumplirse porque hemos tenido grandes discusiones sin resultados antes. Las discusiones que estaban programadas deben suceder y debe haber cambios en las relaciones públicas”.

De manera similar, el sindicato estalinista Confederación General del Trabajo (CGT) de Francia ha anunciado una nueva huelga de un día dentro de dos semanas, para el 27 de enero. Para entonces, sin embargo, si no se hace nada, decenas de miles de personas más habrán muerto y decenas de millones más habrán enfermado de COVID-19 en toda Europa.

La alternativa es vincular las organizaciones de base independientes de la clase obrera a nivel internacional, forjar la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base (AIO-CB) y movilizar a la clase obrera en una lucha política para detener la pandemia El Parti de l ’égalité socialiste (Partido Socialista por la Igualdad) francés hace un llamado a los maestros, jóvenes y trabajadores interesados en unirse a dichos comités para que se comuniquen con el World Socialist Web Site .

(Artículo publicado originalmente en inglés el 13 de enero de 2022)

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