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Perspectiva

El tiroteo masivo en Búfalo, Nueva York: un crimen político

El domingo, un día después de que un supremacista blanco matara a tiros a 10 personas e hiriera a tres otras en un supermercado en Búfalo, Nueva York, el presidente Joe Biden atribuyó la masacre al “odio que sigue siendo una mancha en el alma de Estados Unidos”.

Durante una ceremonia policial en el Capitolio federal, Biden hizo eco de los comentarios del sheriff John Garcia del condado Erie de Nueva York, quien tildó el ataque de “mal puro”.

Tales comentarios no explican nada ni buscan hacerlo. Su propósito es encubrir y evadir la perturbadora realidad social reflejada de forma horrenda en este acontecimiento.

Es necesario declararlo explícitamente: el tiroteo masivo el domingo fue un crimen político. Fue llevado a cabo por un racista y antisemita con base en una ideología política fascista definida. Pero mientras Biden se refiere a la 'mancha en el alma de Estados Unidos' en relación con la matanza en Buffalo, se refiere a los inspiradores ideológicos y políticos de este ataque —es decir, los sectores dominantes del Partido Republicano— como sus 'colegas'.

El atacante, Payton S. Gendron de 18 años, describió en detalle su plan de atacar y matar instantáneamente a afroamericanos al azar, así como la agenda política neonazi que lo motivó, en un manifiesto de 180 páginas publicado en línea horas antes del ataque.

Manejó 230 km desde su hogar de clase media en Conklin, Nueva York, hasta el Tops Friendly Market en Búfalo, después de elegir esa comunidad porque su código postal tiene el porcentaje más alto de personas negras en la proximidad de su residencia. Protegido por blindaje personal y utilizando un rifle de asalto abatió a 13 personas, matando a 10 e hiriendo a tres.

En su manifiesto, Gendron promovió la “teoría del reemplazo”, una denuncia neonazi de que la inmigración es un “genocidio contra los blancos”. Declaró: “La verdadera guerra que estoy defendiendo es la de los gentiles contra los judíos… Los judíos son el mayor problema que el mundo occidental ha tenido. Deben ser identificados y asesinados…”.

Entre aquellos que lo inspiraron, Gendron citó a Patrick Wood Crusius, quien mató a 23 personas en un barrio hispano en El Paso, Texas, en agosto de 2019; Brenton Tarrant, el fascista australiano que mató a 51 musulmanes en dos mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, en marzo de 2019; Dylan Roof, quien asesinó a nueve afroamericanos en una iglesia en Charleston, Carolina del Sur, en junio de 2015; y Anders Breivik, un nazi noruego que asesinó a ocho personas en julio de 2011 detonando un carro bomba en Oslo y posteriormente masacró a 69 participantes de un campamento juvenil socialdemócrata.

Si bien los legisladores fascistas del Partido Republicano no llevan a cabo tales ataques con sus propias manos, promueven las concepciones políticas e ideológicas detrás de ellos. Las concepciones de la “teoría del reemplazo” son defendidas en distintas formas en las conferencias del Partido Republicano y por parte de personalidades fascistizantes en los medios de comunicación.

Ha pasado casi un año y medio desde que el presidente Trump organizó un golpe de Estado para anular las elecciones de 2020 y establecer una dictadura. Movilizó a milicias fascistas como soldados para invadir el Capitolio y secuestrar o asesinar a sus oponentes políticos. Lo hizo con el apoyo del Partido Republicano y secciones considerables del aparato policial, militar y de inteligencia.

Pero ni Trump ni sus principales cómplices han sido enjuiciados ni mucho menos encarcelados, mientras los demócratas presiden un encubrimiento masivo. Están permitiendo que Trump y compañía agiten y planifiquen sus próximas maniobras para derrocar la Constitución.

El Partido Republicano está adquiriendo las características de un partido fascista estadounidense. Una gran mayoría de sus funcionarios partidarios y oficiales en cargos públicos acuerdan con el manifiesto neonazi redactado por Gendron. Actualmente están realizando una campaña histérica contra los migrantes, exigiendo que el Gobierno de Biden siga aplicando la política antidemocrática del Título 42 de expulsar a los refugiados en la frontera con México, negándoles el derecho a solicitar asilo o cualquier proceso debido. Alegan que los migrantes que escapan de la pobreza masiva y la violencia están trayendo deliberadamente enfermedades y drogas mortales como fentanilo para matar a la población blanca.

El partido controla la Corte Suprema, que está a punto de destruir el derecho constitucional de las mujeres al aborto, acelerando el asalto a todos los derechos democráticos. Y está decidido a controlar ambas cámaras del Congreso en las elecciones de mitad de término en noviembre.

En estas condiciones, se absuelve a pistoleros fascistas como Kyle Rittenhouse, que asesinó a dos manifestantes contra la violencia policial e hirió a un tercero, y se deja en libertad a los milicianos que conspiraron para secuestrar o matar a la gobernadora de Míchigan, Gretchen Whitmer, con el apoyo abierto de amplios sectores del Partido Republicano.

¿Cuál es el papel del Partido Demócrata? Todos sus esfuerzos se centran en suprimir la oposición social de la clase trabajadora. Lo hace, por un lado, promoviendo implacablemente una narrativa racialista para dividir a la clase trabajadora, facilitando así los esfuerzos de la derecha republicana para promover el racismo antinegro. Por otro lado, colabora con la burocracia sindical para sabotear las huelgas y las protestas de la clase obrera, que sin embargo aumentan día a día.

Esto se combina con su impulso de guerra imperialista. El Partido Demócrata se ha convertido en el instrumento principal de la clase dominante para ello. Pero esto conlleva inevitablemente ataques cada vez más profundos contra la clase obrera y el crecimiento más rápido de las fuerzas fascistas. De hecho, en su guerra por delegación contra Rusia en Ucrania, Estados Unidos está armando hasta los dientes al Batallón Azov neonazi.

El carácter nocivo de la política estadounidense coincide con la descomposición de la sociedad estadounidense, que se refleja de manera reaccionaria en la violencia homicida. En los últimos días se han producido tiroteos masivos en el centro de Milwaukee (Wisconsin), donde resultaron heridas 17 personas; en una iglesia del sur de California a la que asistían asiáticos, donde murió una persona y otras cinco resultaron heridas; y en un mercadillo lleno en Houston (Texas), donde murieron dos personas y tres resultaron heridas.

Los delitos de odio en Estados Unidos alcanzaron su nivel más alto en 12 años en 2020, con más de 10.000 personas que denunciaron ofensas relacionadas con su raza, género, sexualidad, religión o discapacidad. Los crímenes contra los estadounidenses de origen asiático y negro en particular se dispararon ese año, según sugieren las cifras del FBI. Este año se ha producido un fuerte aumento de los delitos de odio antisemita.

La crisis social en Estados Unidos se ha visto inmensamente intensificada, y las tensiones sociales se han agudizado debido a los más de dos años de pandemia de COVID-19 y la respuesta homicida e incompetente de todo el sistema político, que ha provocado la muerte de más de un millón de personas

El asombroso abismo entre ricos y pobres ha aumentado dramáticamente, ya que ambos partidos políticos han canalizado billones de dólares para rescatar a las corporaciones y a los ricos, mientras recortan los salarios reales e imponen horarios y condiciones de trabajo brutales a la clase trabajadora. Todas estas tendencias reaccionarias se han visto agravadas por la incitación a una guerra contra Rusia que amenaza con desencadenar un holocausto nuclear y devora miles y miles de millones de dólares.

La única salida progresista a este estancamiento social y político es la movilización masiva de la clase obrera sobre la base de un programa socialista. El gran poder social de los trabajadores debe ser liberado rompiendo las barreras erigidas por el Partido Demócrata y los sindicatos propatronales. Esto abrirá inmensas posibilidades para la lucha contra la guerra imperialista, la desigualdad social y el fascismo en Estados Unidos y a nivel internacional.

(Publicado originalmente en inglés el 15 de mayo de 2022)

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