Una estimación preliminar de AccuWeather de los daños causados por la serie de tormentas en California cifra los daños totales y el coste económico entre 31.000 y 34.000 millones de dólares. Al menos 19 personas han perecido a consecuencia de las tormentas desde finales de diciembre. A pesar de los devastadores daños, el presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, acaba de firmar el sábado la declaración de catástrofe, casi una semana después de que el gobernador de California, Gavin Newsom, solicitara una.

La gran cantidad de precipitaciones aportadas por los ríos atmosféricos ha sacado rápidamente a una parte significativa de California de la sequía extrema, que ha disminuido del 27,1 por ciento del estado la semana pasada a sólo el 0,32 por ciento esta semana, según el monitor de sequía de EE.UU.. La sequía grave descendió del 71% al 46%. Algunas partes de California han recibido más de un metro de lluvia. Las montañas de Sierra Nevada recibieron nevadas récord, que superan con creces las medias estacionales, a pesar de que la temporada acaba de empezar. Gran parte del estado está recibiendo precipitaciones entre un 400% y un 600% por encima de la media.

'Según algunas estimaciones, han caído entre 22 y 25 billones de galones de agua en el transcurso de los últimos 16-17 días, una acumulación de ríos atmosféricos que no habíamos experimentado en nuestras vidas', declaró el gobernador en una reciente conferencia de prensa. 'La realidad es que éste es sólo el octavo de lo que prevemos que serán nueve ríos atmosféricos', advirtió además. El sábado por la noche, más de 8 millones de personas estaban bajo alerta de inundaciones, incluida gran parte de la costa central de California y los valles de Sacramento y San Joaquín.

Los embalses, aunque han recibido algo de agua, siguen estando muy por debajo de sus capacidades de almacenamiento habituales. Se espera que la mayor parte de los billones de galones de agua se pierdan por la escorrentía en el estado afectado por la sequía. El reto consiste en hacer llegar el agua desde los desagües... o los ríos hasta las aguas subterráneas', declaró a CBS News Jenny Pensky, higrogeóloga de la Universidad de California en Santa Cruz. Y añadió: 'Simplemente no tenemos la infraestructura para ello'.

La respuesta de los medios corporativos fue decir a los californianos: 'En lugar de pensar que podemos controlar las inundaciones, tenemos que aprender a vivir con ellas'. Esta cita, de Peter Gleick, un científico del clima, se encontró en el artículo de la CNN, 'El dilema de California: ¿Cómo aprovechar una cantidad épica de lluvia en un estado con escasez de agua? Deja que se inunde, dicen los científicos'. Gleick afirma que esto 'nos permitirá capturar más de estos caudales de inundación, almacenarlos bajo tierra en estos acuíferos, y luego utilizar esos recursos de agua subterránea cuando los necesitemos en años secos'.

Nicholas Pinter, investigador y profesor de geociencias aplicadas de la Universidad de California en Davis, a quien también se cita en el artículo, propone cambiar los planes de seguros para llevar a cabo la reubicación forzosa. 'Tenemos que diseñar pólizas de seguros contra inundaciones que animen a la gente a alejarse de las llanuras aluviales, de modo que podamos abrir esas llanuras, para que cuando tengamos esas inundaciones sean menos dañinas'. También señala a la Unión Europea como modelo de gestión de inundaciones: 'Los europeos empezaron a hacerlo en los años noventa. Hicieron una inversión de miles de millones de euros para recuperar los diques'.

Para aquellos que no estén familiarizados con el esquema de 'gestión' de inundaciones de Europa, sobre el que pueden leer aquí, cientos de personas perdieron la vida en Alemania, Bélgica y parte de los Países Bajos en julio de 2021 como resultado de su política de básicamente dejar que la gente muera en las inundaciones. Una de las causas del número de muertos fue, como señaló el WSWS, 'décadas de falta de financiación y recortes en infraestructuras, incluyendo barreras contra inundaciones, un sistema de alerta temprana que funcione y un sistema de prevención de desastres'. Expertos internacionales han señalado que el elevado número de víctimas está directamente relacionado con las deficiencias en estos ámbitos'.

No sólo es falsa la premisa de que permitir aún más inundaciones permitirá reponer los escasos recursos hídricos, sino que es un homicidio social. Significaría aplicar el mismo enfoque de lassiez-faire adoptado en Europa, y con un número proporcionalmente similar de muertes. Significaría dejar que aún más casas y negocios fueran arrasados por las aguas, que los coches fueran arrastrados por las furiosas corrientes, y una mayor erosión del principio ilustrado de la responsabilidad del gobierno de proteger las vidas de sus ciudadanos.

El planteamiento se hace eco del mantra de los medios corporativos, el establishment político y los científicos corruptos de 'aprender a vivir con COVID-19'. Un mantra más exacto para ambos sería 'aprende a morir con las inundaciones y el COVID-19'.

Newsom, por su parte, aunque pide a los residentes que 'estén alerta', está reutilizando parte de la misma propaganda de 'fatiga pandémica' utilizada por los demócratas para abandonar cualquier esfuerzo por frenar la propagación del COVID-19. 'La gente está fatigada por las órdenes de evacuación. La gente está cansada de ver esas señales de Caltrans que dicen 'desvío'. Están cansados en general'.

Cualquier 'fatiga' con respecto al COVID es el resultado de la negativa del gobierno a tomar cualquier medida de salud pública coordinada internacionalmente, que habría eliminado la mortal enfermedad hace mucho tiempo. A finales de 2021, funcionarios de la Casa Blanca y de los CDC señalaron cínicamente la 'fatiga' como una de las justificaciones para poner fin a todas las medidas de mitigación. Al mismo tiempo, Biden vomitó propaganda afirmando que COVID era inofensiva, se acabó, y que la ómicron era una 'vacuna viva', etc.

El gobernador Gavin Newsom ha encubierto la desastrosa respuesta de las autoridades federales y estatales a las inundaciones. En una entrevista tuiteada por el gobernador, un reportero de Weather Channel le preguntó: '¿Está contento con cómo ha ido hasta ahora? ¿Tiene suficientes recursos?'. Newsom respondió: 'Sí, los tenemos... no todo sale a la perfección, pero estoy muy orgulloso de nuestras relaciones, locales, estatales y federales, hasta ahora, en esta experiencia'.

California, cuyo PIB la situaría como el cuarto país más rico del planeta, no ha gastado prácticamente nada en recursos hídricos a pesar de que la población del estado se ha multiplicado por millones a lo largo de las décadas. Si se financia, un plan científico podría mitigar los efectos y proteger vidas y hogares. Las presas necesarias para hacer frente a las inundaciones, los embalses para almacenar la escorrentía y prepararse para las sequías, así como la capacidad de tratamiento de agua necesaria para dicha escorrentía, los programas de silvicultura para disminuir la escorrentía perjudicial y las plantas de desalinización para proporcionar agua potable fresca a partir de agua salada, podrían financiarse y construirse con una mera fracción de la riqueza del estado.

En cambio, el dinero necesario para las infraestructuras necesarias es acaparado por la pequeña élite financiera empresarial, una parte significativa de la cual reside en California y a la que representan tanto los republicanos como los demócratas.

El cambio climático, provocado por la negativa del capitalismo mundial a abordar las emisiones de carbono de forma sustancial, ha desempeñado sin duda un papel central en el clima cada vez más mortífero de California. Las sequías cíclicas y luego las inundaciones son una característica del clima de California, y sólo se ha exacerbado por el cambio climático.

Los demócratas han desempeñado un papel clave en el fracaso del gobierno estadounidense a la hora de hacer cualquier esfuerzo por detener el cambio climático, e incluso lo han acelerado con la administración Biden, que ha apartado a Europa del gas natural ruso, lo que ha llevado a Alemania a recurrir a la extracción de millones de toneladas adicionales de carbón para las centrales eléctricas.

La respuesta de los republicanos de extrema derecha del establishment político ha sido similar a la bancarrota de los demócratas, con un artículo del Wall Street Journal denunciando a 'los científicos que parecen creer que pueden estudiar las condiciones de sequía a lo largo de milenios con suficiente precisión como para estimar el porcentaje de sequías contemporáneas debidas al hombre'. Al igual que con la pandemia del COVID-19, cuando los hechos científicos son inconvenientes para los objetivos políticos de la clase dominante, atacan a la ciencia.

Sólo un plan científico puede poner fin a la crisis de California y a la crisis climática en general. Lo que está claro es que sólo un sistema socialista es capaz de poner en marcha un plan de este tipo. El capitalismo sólo es capaz de provocar más muerte y destrucción masivas.

(Publicado originalmente en inglés el 15 de enero de 2023)