El lunes, la ministra de Defensa de Alemania, Christine Lambrecht, renunció oficialmente. Según se informa, el canciller Olaf Scholz (al igual que Lambrecht miembro del SPD) anunciará un sucesor hoy.

La razón de la renuncia de Lambrecht no son las nimiedades de las que ha sido acusada públicamente durante semanas: un video chapucero en la víspera de Año Nuevo, llevar a su hijo en un vuelo del servicio gubernamental, etc. La verdadera razón es que, a pesar de sus mejores intenciones, la política socialdemócrata no ha sido lo suficientemente firme para avanzar en la militarización de Alemania lo suficientemente rápido y garantizar que los generales obtengan todo lo que quieren.

En su edición del sábado, Der Spiegel publicó una larga historia de portada que podría describirse como un “manifiesto de los generales”. En parte anónimo, en parte citando nombres, enumera una demanda tras otra que equivalen a un rearme masivo y una mejora de las fuerzas armadas. El “ cambio de los tiempos” del canciller Scholz anunciado en la primavera es modesto en comparación.

Debajo de una imagen de portada que muestra a un soldado con un rifle de madera sentado en un coche de juguete verde completado con un cañón de tanque, el artículo pinta una imagen de un ejército enfermo que ha perdido 'su competencia principal: luchar'.

Esto se subraya con chistes vulgares de cuartel, como la afirmación de que la oficina de adquisiciones del Ministerio de Defensa prescribe valores de calidad del aire para las tripulaciones de los tanques que 'descartan estrictamente la amenaza de 'daño por líquido amniótico entre las tripulaciones Puma'', y que los pasillos de las fragatas deben ser tan anchos que “dos personas que usen andadores puedan cruzarse fácilmente”.

Esta cruda propaganda sirve para justificar una campaña de rearme masivo en las tradiciones de Hitler y los nazis. Los objetivos más importantes planteados en Der Spiegel son:

● Triplicar el fondo especial para modernizar la Bundeswehr (Fuerzas Armadas) de 100 a 300 mil millones de euros

● Aumentar el presupuesto anual en armamento del objetivo del 2 al 3 por ciento del PIB, lo que correspondería a un aumento del nivel actual de 50 a 120 mil millones de euros.

● Introducción de un Estado Mayor y eliminación del control civil sobre la Bundeswehr

● Aumento de la fuerza de las tropas y reactivación del servicio militar obligatorio

● Fortalecimiento de la industria armamentística, que consiste en suministrar armas directamente a la Bundeswehr sin licitación, control ministerial y aprobación por parte del Bundestag.

El artículo de Spiegel es parte de una amplia campaña. Durante el fin de semana, el Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ) publicó una entrevista con Eva Högl (socialdemócrata, SPD), la comisaria parlamentaria de defensa, de la que se habla como posible sucesora de Lambrecht y que está haciendo demandas similares a Spiegel.

Högl también pide que se triplique el fondo especial para rearmar a la Bundeswehr: “Se necesitarían €300.000 millones para realizar cambios significativos en la Bundeswehr.” Y agregó: 'Eso no me parece sacado de la nada. Se necesitan al menos €20.000 millones solo para adquirir municiones. Las nuevas fragatas, tanques o aviones de combate F-35 también cuestan miles de millones, y no hemos hablado de costes de personal, renovación de edificios energéticamente eficientes, los €50.000 millones necesarios de inversión en infraestructura o incluso la inflación'.

Refiriéndose al ex presidente de la Conferencia de Seguridad de Munich, Wolfgang Ischinger, quien pide la introducción de una 'economía de guerra' en Alemania, Högl aboga por 'repensar fundamentalmente las disposiciones legales que cubren la Bundeswehr'.

“Necesitamos derechos especiales de mayor alcance para la Bundeswehr,” exigió. 'No podemos responder adecuadamente a la guerra y a los nuevos desafíos para la política de defensa y seguridad alemana sin cambiar la base legal, al menos temporalmente'. La ley de adquisiciones debe ser 'simplificada' y el proceso de planificación 'acortado' a través de leyes especiales, dijo.

El general de más alto rango en la Bundeswehr también se ha pronunciado. Der Spiegel cita el informe del inspector general Eberhard Zorn sobre la preparación operativa de las fuerzas armadas, que está clasificado, pero circuló inmediatamente por toda la capital.

A excepción de los despliegues en Malí, Kosovo y, en algunos casos, Lituania, el semáforo está puesto en amarillo o rojo en todas partes, informa Spiegel. Esto es seguido por una larga lista de municiones, armas y piezas de repuesto que la Bundeswehr necesita urgentemente. El informe solo se refiere a 'los más de 20.000 hombres y mujeres que actualmente están programados para misiones y obligaciones de la OTAN, la UE y la ONU'. La situación era mucho peor para los 163.000 soldados que actualmente no está previsto que participen en despliegues, dijo.

'Para la misión central de la 'defensa nacional y de alianza' de la Bundeswehr, la preparación operativa debe restaurarse para todas las fuerzas armadas', dice el informe del inspector general. Sobre todo, 'la escasez de material necesario (por ejemplo, equipo moderno a gran escala, equipo de comando y control, municiones, piezas de recambio y repuesto) debe ser compensada'. Solo las fuerzas totalmente equipadas y dotadas de personal son 'capaces de una puesta en acción inmediata' y, por lo tanto, 'clave para una disuasión creíble por parte de la Alianza debido a su capacidad de respuesta a corto plazo'.

El 'equipamiento con material completo' de las fuerzas requiere una gran cantidad de fondos, concluye Spiegel. 'Los 100.000 millones de euros del fondo especial no serán suficientes para esto. Si el 'perfil de capacidad' de la Bundeswehr, que sigue siendo válido, pero ya tiene cuatro años, fuera implementado por completo, se necesitaría aproximadamente tres veces esa cantidad'. Der Spiegel considera que la falta de influencia de los generales en el Ministerio de Defensa es un problema central. 'Alemania puede ser ahora el único país del mundo que tiene fuerzas armadas que no están dirigidas por un estado mayor o un cuerpo militar comparable', dice el artículo.

Thomas de Maizière (demócrata cristiano, CDU), ministro de Defensa de 2011 a 2013, había disuelto el Estado Mayor de Comando y Planificación de las Fuerzas Armadas, 'expulsado' a los inspectores (los comandantes superiores de las ramas de las fuerzas armadas) del ministerio y creado 'tres autoridades centrales monstruosas'. Para el mundo exterior, 'el inspector general sigue siendo la cara de las Fuerzas Armadas', pero su dominio ahora incluye solo tres de los diez departamentos del ministerio, dice la revista de noticias.

Lambrecht se negó a cambiar esto, 'Ella rechaza categóricamente las reformas importantes', se quejó Der Spiegel. Ella prefería 'girar 'pequeños tornillos de ajuste' en lugar de la rueda grande'. Incluso el objetivo acordado en 2018 de aumentar la fuerza de tropas de los actuales 183,000 a 203,000 para 2031 no se logrará, se queja. 'Debido a que la Bundeswehr no está creciendo, se está estancando'.

Para reemplazar a los 20.000 hombres y mujeres que abandonan el servicio militar cada año y aumentar el número de tropas en 18.000, la Bundeswehr tendría que reclutar 22.000 nuevos reclutas cada año, una 'Misión Imposible', según Der Spiegel. Además, 'la Bundeswehr no está encontrando medios para reducir la persistente alta tasa de deserción entre los soldados regulares y los reclutas voluntarios'.

Aunque Der Spiegel no lo menciona explícitamente, obviamente hay preparativos en marcha para reactivar el servicio militar obligatorio, que fue suspendido en 2011, pero no abolido.

Estas son aparentemente las verdaderas razones por las que Lambrecht tuvo que irse. Bajo su mandato, 'el Ministerio de Defensa y el liderazgo de la Bundeswehr han caído en un profundo letargo', se quejó Der Spiegel. El dinero del 'cambio de tiempos' estaba llegando lentamente a las tropas, pero su espíritu no lo estaba. Ahora 'se llama nada menos que por una revolución'.

El cambio en la cúpula del Ministerio de Defensa prepara un nuevo nivel de escalada del militarismo alemán. Esto confirma la advertencia del World Socialist Web Site y del Sozialistische Gleichheitspartei (Partido Socialista por la Igualdad, SGP) de que la guerra de Ucrania sirve como pretexto para que la clase dominante reviva sus viejas tradiciones militaristas y ponga en marcha la acumulación de fuerzas militares más amplia desde la dictadura nazi.

Para volver a convertirse en la principal potencia militar de Europa, subyugar a Rusia y perseguir los intereses globales del imperialismo alemán, está volviendo a sus tradiciones militaristas criminales y arriesgándose a una guerra mundial nuclear.

Todos los partidos representados en el Bundestag respaldan esta política, que tiene poco apoyo popular. El SGP es el único partido que se opone a este peligro. Está participando en las elecciones estatales de Berlín y convirtiéndolas en un referéndum contra la odiada política de guerra. Junto con sus partidos hermanos en el Comité Internacional de la Cuarta Internacional, está construyendo un movimiento mundial que une a la clase obrera sobre la base de un programa socialista en la lucha contra la guerra y el capitalismo.

(Publicado originalmente en inglés el 16 de enero de 2023)