Este artículo apareció originalmente en inglés en nuestro sitio el 8 de mayo 2013.
Reunión en Londres sobre el 15avo aniversario del WSWS
David North, director de la junta editorial de la Página Socialista Mundial (World Socialist Web Site, WSWS) y líder nacional del Partido Socialista por la Igualdad de Estados Unidos (Socialist Equality Party, US), dio un discurso en Londres el 5 de mayo con motivo del décimo quinto aniversario del WSWS. Asistieron a la reunión unas 135 personas, incluyendo trabajadores y jóvenes de África del Sur, Grecia, Italia, Francia, Irlanda, Sri Lanka, Sudán, Pakistán, Libia y Bangladesh. La charla de North fue impactante; docenas indicaron que seguirían en contacto con el Partido Socialista por la Igualdad del Reino Unido mientras que otros decidieron unirse.
Él discurso de North -que cautivó a todos- comenzó con un resumen de las bases teóricas y filosóficas del WSWS, que tienen sus raíces en las tradiciones del materialismo histórico de Karl Marx y Friedrich Engels.
North describió la situación política actual, comparando los primeros quince años del WSWS (1998-2013) con los 15 años entre 1898 y 1913, preludio a la explosión que fue la Primera Guerra Mundial y a la caída del zar ruso, bajo el embate de la revolución de 1917, año en que Lenin, Trotsky y los bolcheviques establecieron el primer estado obrero del mundo.
Complementando ese paralelo histórico North habló de la gravedad de la crisis económica actual, de la reaparición de guerras coloniales -por parte de los Estados Unidos- y del peligro creciente de guerra contra Irán en el Oriente Medio y contra China.
North se refirió a la marcada separación ideológica entre las tradición del marxismo clásico -que defienden el Comité Internacional de la Cuarta Internacional y el WSWS- y corrientes pequeño burguesas que descaradamente ahora toman posiciones pro capitalistas y pro guerra.
A seguido hubo un periodo de discusión. Participantes en la reunión hicieron una gran variedad de preguntas. Neil, estudiante de filosofía puntualizó que el Movimiento Lesbiano, Gay, Bisexual y Transexual había adoptado una línea de derecha y a favor de la guerra: "¿Cómo podemos nosotros, con estas diferentes identidades, motivar una línea diferente entre nuestros compañeros, una postura marxista?"
North contestó que el marxismo no se puede usar para hacer más correcta una perspectiva política en base a identidades étnicas, raciales o sexuales. Explicó que la ideología de identidades se arraiga profundamente en la repudiación posmodernista de dos conceptos, uno ligados a la ilustración -el concepto de una humanidad unida- el otro ligado al marxismo -el concepto de la lucha de clases.
Hay que oponerse a toda discriminación contra la orientación sexual de las personas, dijo North. "Esto no debería ser tema de controversia para gente sensata que defienda los derechos democráticos". Pero cualquier corriente política que declare que la identidad sexual o racial es la categoría social primordial invariablemente acabará oponiéndose a la perspectiva clasista, y luchará, en cambio, por "la distribución de privilegios entre varias identidades selectas".
Amjad, procedente de Glasgow, criticó la incompetencia de los sindicatos y su incapacidad de "construir una resistencia seria contra la austeridad". Preguntó: "¿Necesitamos crear sindicatos nuevos? ¿Cómo se organiza la clase obrera?"
Amjad también se refirió a lo que llamó "el experimento venezolano" y preguntó como el PSI veía el futuro de Venezuela luego de fallecer del Presidente Hugo Chávez.
North explicó que la causa del colapso de los sindicatos en todos los países se debe a la "globalización de la producción capitalista y la movilidad internacional del capital".
"La globalización ha dejado en ruinas a los programas nacionales de los sindicatos…La crisis del sindicalismo obedece a razones materiales. La podredumbre de las burocracias (que están al frente de las uniones) es sólo la expresión subjetiva de ese más profundo problema objetivo".
Añadió que, desde una perspectiva histórica más amplia, "aun bajo las mejores condiciones, los sindicatos nunca dejaron de ser organizaciones de defensa del proletariado, y la cuestión de la revolución social no puede ser resuelta por organizaciones cuyo objetivo se limita a lograr las mejores condiciones posibles para la venta de fuerza de trabajo".
Incluso esa misión defensiva hace tiempo fue abandonada por los sindicatos actuales. No obstante, dijo North: "Nuestra misión no es crear sindicatos nuevos; es crear organizaciones insurgentes de la clase obrera de carácter democrático y con una orientación revolucionaria -tales como consejos en las fábricas o comités de las bases. Esa campaña sólo puede triunfar mediante la construcción de un movimiento revolucionario en la clase obrera.
"Lo que separa al Comité Internacional de los otros grupos es que para nosotros el movimiento obrero es inconcebible como movimiento sindical. Para la clase obrera el problema esencial es la política: la lucha por el poder -por la reorganización de las fuerzas productivas de la humanidad. Esa es la cuestión central".
Refiriéndose a Venezuela, North planteó la cuestión: ¿Por cuánto tiempo tenemos seguir debatiendo esto, buscando otro líder -sea éste Castro, Chávez, o como en otros tiempos, Nasser en Egipto o Ben bella en Argelia- siempre en busca de otro héroe basado en un movimiento esencialmente burgués que obsequie reformas que podamos llamar socialismo?"
"Repetimos que se trata de la organización independiente de la clase obrera. El chavismo no representa absolutamente ninguna alternativa. Durante toda la época de posguerra, ha sido la naturaleza de la política oportunista engrandecer a uno u otro líder pequeño burgués y declarar: 'En eso está la solución'…El problema central es desarrollar la conciencia de la clase obrera. Eso es lo que nuestro movimiento representa y es la razón por qué insistimos tanto en la clarificación política de la clase obrera".
Un joven le pidió a North que diera su perspectiva y opinión acerca de lo que sucedía en Italia y lo que hacer allí. North le recomendó estudiar la historia del Partido Comunista de Italia, que había sido una vez el más grande de Europa Occidental. Esta es la única base sobre la cual se puede comprender la problemática fundamental que encaran los trabajadores italianos: si seguir basando su lucha en una desastrosa perspectiva nacionalista o en los cimientos revolucionarios internacionalistas del socialismo.
Un ex miembro del extinto Partido Revolucionario de los Trabajadores inglés (Workers Revolutionary Party) criticó a North acérrimamente por sostener de que los sindicatos y el Partido Laborista no son "organizaciones obreras" y por supuestamente abandonar la lucha por "construir un movimiento que tenga el fin de derrocar a sus cúpulas corruptas".
North contestó que el CICI "siempre ha participado en todas las luchas de la clase obrera, pero participamos con la perspectiva de fomentar una rebelión por parte de la clase obrera contra la burocracia sindical y las organizaciones actuales. Aún así queremos aclarar que estas organizaciones se han transformado en el curso de los últimos 80 o 90 años. En ningún sentido -ni político ni sociológico- son éstas organizaciones obreras".
Continuó North: "La premisa de su pregunta es que es imposible luchar dentro de la clase obrera a menos que uno declare o le confiera a estas organizaciones cierta validez histórica…No vamos a establecer un movimiento revolucionario diciéndole a los obreros que deben restaurar estas organizaciones. Nunca se ha establecido ningún movimiento político con la perspectiva de que otros cumplan con la misión que éste se propone. Los que pueden luchar por el poder, luchan por el poder. Los que no están dispuestos a luchar por el poder le piden a otros que lo hagan por ellos…En verdad estas organizaciones son podridas, decrépitas, totalmente corruptas y reaccionarias. ¿He quedado claro?"
El público aplaudió la respuesta de North con gran entusiasmo. Muchos se quedaron luego para charlar con North y con militantes del PSI acerca del contenido político de la reunión y para organizar nuevas discusiones.