Español

¡Defendamos los derechos de los obreros inmigrantes! ¡Unamos la clase obrera de Norte, Centro y Sudamérica!

Resolución del Tercer Congreso Nacional del PSI (EE. UU.)

Esta resolución apareció en inglés el 14 de agosto del 2014

El Tercer Congreso Nacional del Partido Socialista por la Igualdad adoptó por unanimidad la siguiente resolución el seis de agosto. El Congreso también aprobó la resolución ¡Opongamos la arremetida israelí contra Gaza!

1. El Partido Socialista por la igualdad defiende plenamente los derechos de los obreros inmigrantes contra la superexplotación de la patronal capitalista y contra la represión de la policía y de las autoridades migratorias.

2. Repudiamos las intrigas de los dos partidos principales y de la prensa burguesa para azuzar el chauvinismo antinmigrante, alegando que la frontera estadounidense está fuera de control y ocurre una marea de inmigrantes indocumentados. En verdad durante los últimos cuatro años el número de inmigrantes que regresa a México y América Latina excede a los que entran, desde que la crisis financiera del 2008 acabó con muchos empleos.

3. A pesar de eso, los políticos y la prensa que representan las grandes empresas no dejan de tratar como chivos expiatorios a los inmigrantes. Acusan a este sector oprimido de la clase obrera de ser responsable de el colapso de niveles de vida y de las condiciones sociales, que en sí son el resultado de la crisis capitalista. Intentan poner el peso de la crisis sobre todo el proletariado.

4. Es una artimaña con una larga y fea historia en los Estados Unidos. Lo mismo se hizo contra obreros irlandeses y alemanes en el siglo XIX y contra obreros italianos, chinos y europeos orientales a principios del siglo XX, para dividir la clase obrera y suprimir su militancia. Esta misma estrategia se utiliza actualmente en Europa, Australia, África del Sur, y otras regiones.

5. El gobierno de Obama es responsable de brutales medidas antinmigrantes, peores que las de cualquier otro gobierno anterior. Ya ha deportado a dos millones, más que el número deportado bajo el mandato de ocho años del presidente George W. Bush. Su proyecto de reforma migratoria consiste en militarizar la frontera (duplicando la cantidad de agentes de la patrulla fronteriza, construyendo muchos más kilómetros de alambrados, y enviando soldados de la Guardia Nacional, y drones aéreos). Como consecuencia, el cruce fronterizo a través del desierto se ha hecho más peligrosos. Muchos mueren todos los años.

6. Detrás de la reciente llegada de miles y miles de niños centroamericanos a la frontera de los Estados Unidos están las horribles condiciones que décadas y décadas de intervenciones imperialistas estadounidenses han creado. El gobierno en Washington ha sostenido una tiranía tras otra, y apoyado guerras genocidas a un costo de vida de doscientos mil guatemaltecos y setenta y cinco mil salvadoreños. Hace poco el gobierno de Obama favoreció plenamente el golpe de estado que en el 2009 derrocó al gobierno electo de Manuel Zelaya.

7. Al aniquilar estas sociedades las intromisiones militares de Estados Unidos y las dictaduras y los golpes patrocinados por los Estados Unidos detonaron la explosión de violencia extrema ligada a la “guerra contra las drogas” de los Estados Unidos, que ahora obliga a muchos a huir hacia el norte.

8. En vez de darle refugio a estos jóvenes, como lo requiere la ley internacional, el gobierno de Obama quiere hacinarlos en prisiones malsanas y deportarlos cuanto antes, negándoles su derecho a un proceso legal.

9. El PSI defiende el derecho de todos los obreros de cualquier parte del mundo a vivir en el país que escojan, con todos los derechos de ciudadanía, incluyendo el derecho a regresar a sus países sin temer que su regreso a los EE. UU. le será vedado, y ser separados de sus familias. El PSI lucha por acabar con todas las leyes antinmigrantes y por la disolución de la patrulla fronteriza y la Autoridad de Migración (Customs Enforcement, ICE) ¡ Construir el CICI en America Latina!

10. No se puede separar la defensa de los obreros inmigrantes de la lucha por la unidad de obreros de Norte, Centro y Suramérica contra el enemigo que comparten, el imperialismo yanqui y el sistema capitalista.

11. El Partido Socialista por la Igualdad de los Estados Unidos se impone la obligación de atender con gran esmero la lucha de los trabajadores al sur del Río Grande, haciendo todos los esfuerzos para proveer un análisis marxista de esos acontecimientos y ayudar a construir una nueva dirección revolucionaria para México y para todos los países del Centro y Suramérica y del Mar Caribe.

12. Esa región sigue siendo una de las más polarizadas y políticamente explosivas de todo el planeta. También se ha convertido en el campo de batalla de una lucha hegemónica de parte del imperialismo estadounidense. El gobierno de Washington está en relativo declive en una región que antes consideraba su “patio de atrás.” Más y más es suplantado en el comercio y las inversiones por la Unión Europea y por China.

13. La creación de una nueva dirección revolucionaria en América Latina demanda aprehender las amargas lecciones del siglo XX, cuando una gran ola de luchas revolucionarias fue traicionada, abriendo la puerta a décadas de dictaduras militares.

14. El revisionismo pablista y el morenismo (variante argentina del pablismo) jugaron un papel central en esa traición. El pablismo rechaza el papel revolucionario de la clase obrera. Lo reemplazó con el castrismo, el nacionalismo pequeño burgués y el guerrillismo con catastróficas consecuencias.

15. En la actualidad estas mismas corrientes continúan intrigando para subordinar la clase obrera a la burguesía nacional, proceso que incluye participar en el gobierno del Partido de los Trabajadores en Brasil y sembrar ilusiones en el régimen nacionalista burgués de Chávez y Maduro en Venezuela, y en políticos nacionalistas burgueses, como López Obrador en México.

16. La cuestión clave en la gestación de la próxima marea de luchas revolucionarias es la creación de una dirección socialista e internacionalista dentro de la clase obrera. Eso requiere construir secciones del Comité Internacional de la Cuarta Internacional en todos los países latinoamericanos, partidos que luchen juntos por la perspectiva de la Unión de Estados Socialistas de América. El PSI debe brindar toda la ayuda posible y la clarificación política que sea necesaria para que nazcan esos nuevos partidos revolucionario.

Loading