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Perspectiva

Fuerzas Armadas de Estados Unidos preparan la Tercera Guerra Mundial

En un tiempo en que se calienta la discusión de agentes políticos y medios de difusión de Estados Unidos sobre la estrategia de la más reciente guerra en el Medio Oriente, las Fuerzas Armadas estadounidenses publicaron su Concepto Operativo de las Fuerzas Armadas (CO). Se trata de una “visión de futuros conflictos” con las consecuencias más siniestras. Es el más reciente de una lista de textos del Pentágono detallando la estrategia de guerra preventiva de 1992 (de como destrozar a probables rivales geopolíticos y económicos antes que éstos adquieran suficiente fuerza para impedir que Estados Unidos se apodere de toda la tierra).

Ese manifiesto salió a la luz formalmente en la conferencia de esta semana de la Asociación del Ejército de Estados Unidos (AUSA), que es una reunión anual del alto comando militar y de altas personas del Departamento de Defensa ligada a una gigantesca exhibición (de las empresas de guerra) de los más recientes equipos de guerra y a lograr ricos contratos militares (donde también ocurre una sarta de discursos y discusiones).

Gran parte de los debates este año se centraron en la advertencia cataclísmica sobre las consecuencias de un recorte del número de soldados por razones de presupuesto. El general Raymond Odierno, jefe del comando del Ejército, le declaró a la prensa en la conferencia de la AUSA, el lunes 13 de octubre que le preocupa “nuestra fortaleza terminal”. Se dijo arrepentido de haberle dicho al Congreso en el 2012 que el ejército se. podría manejar con 490 mil soldados activos.

Por encima de los 490,000, existen 350,000 guardias nacionales y 250,000 reservistas, fuerza combinada de más de un millón de soldados (el “ejercito total” de acuerdo con la fraseología del Pentágono). Este más reciente y peligrosísimo documento (CO) trata de demostrar el porqué tal fuerza bárbara no le es suficiente al general Odierno.

El texto toma una posición clara en el debate sobre sí o no habrán fuerzas terrestres en las guerras. Para el comando militar no cabe duda que habrán fuerzas terrestres (y muchas).

El CO comienza presentando su “visión” de las venideras guerras de las FF. AA. de Estados Unidos. Usa lenguaje que trae a la memoria la frase de Donald Rumsfeld (ex secretario del Departamento de Defensa) sobre el “desconocido que no se conoce”, la publicación dice que “se desconoce el ambiente de futuros operativos. Se desconoce el enemigo. Se desconoce la región. Se desconocen las coaliciones que ocurrirán”.

La única lógica de esta paranoia es que para el comando militar de Estados Unidos, todos los países son enemigos potenciales. Si uno acepta el supuesto que nada se sabe del ambiente, los enemigos, las regiones, y las alianzas de futuras guerras, las FF. AA. necesitan una estrategia de guerra contra todos. Esa estrategia es función de la obligación (de la que no se habla) del imperialismo yanqui de dominar todo el planeta, controlar todos sus recursos, y poder aplastar militarmente a todo rival que aparezca.

La estrategia de las FF. AA. según esta publicación es lograr overmatch, siniestra palabra que para este documento significa “hacer valer poderío o tácticas que anulen todas las tácticas que algún contrincante considere efectivas”.

¿Qué significa esa fraseología? Contra otra potencia nuclear, se necesitaría actualizar la doctrina de destrucción total. En lo que toca subyugar y dominar las otras regiones de la tierra, la exigencia es un enorme ejército de ocupación para diezmar la resistencia popular.

Luego de una década de supuesta “guerra al terror” (cuando la dizque amenaza mundial de Al Qaeda era la misión número uno de la maquina militar y de espionaje) es notable que los grupos “transnacionales de terror”, ya no tengan prioridad.

La categoría más importante es la de las “potencias rivales”, clasificación que abarca a China y Rusia. En lo que toca a China, el documento observa el “programa [chino] de modernización de fuerzas” que serviría para “estabilizar sus entornos” (cosa que Estados Unidos ha decidido impedir). La estrategia militar China, “requiere que las FF. AA. [estadounidenses] tomen posiciones o se envuelvan en los asuntos de la región”, y que las FF. AA. demuestren su prepotencia en la tierra, el aire, los mares, el espacio y el ciberespacio.”

La comunicación acusa a Rusia (en base a los recientes eventos en Ucrania) de haber “decidido ampliar su territorio y hacer valer su poderío en Eurasia” (precisamente la intención estratégica de Estados Unidos). Frenar la “sed de aventuras” de Rusia requiere de un enorme despliegue de tropas terrestres estadounidenses para “expandir el poderío nacional e influenciar conflictos políticos”.

El documento también se refiere a “potencias regionales” (léase Irán). Considera que Irán está modernizando sus estructura militar”. Sostiene que “en todo, Irán potencialmente podría afectar negativamente los propósitos de Estados Unidos para la región” (léase dominio total del Medio Oriente y de sus recursos energéticos).” Lo que hace Irán, refuerza la necesidad de que el ejército sea tan efectivo contra las fuerzas de estados nacionales como lo es contra las milicias guerrilleras o de los insurgentes”, concluye.

Más allá de guerras en otros lugares, el proyecto le levanta la barrera a operaciones militares dentro del “Homeland” estadounidense. Se refiere a ésas como “un campo de batalla diferente para las FF. AA. y el ejército”. La estrategia militar dentro de Estados Unidos exige “defender las autoridades civiles”.

El CO es producto de un comando militar que ha perdido la cabeza. Se trata de conceptos estratégicos para pelear la tercera guerra mundial, encadenados a una dictadura militar solapada.

El número de tropas que el general Odierno reclama no es cosita suelta para el presupuesto del Pentágono. El plan de guerra del ejército requiere una enorme movilización de conscriptos (vuelta del servicio militar obligatorio).

Estados Unidos fue fundado por próceres que le tenían gran desconfianza a al ejército. Las FF. AA. en su forma moderna (con su doctrina de guerra mundial) vendrían a ser la realización de su peor pesadilla. En la práctica ese proyecto significa hacerle guerra a los derechos democráticos y suprimir toda oposición política (y todos los conflictos sociales) del proletariado estadounidense.

Entre los grupos de poder y sus dos partidos testaferros, no hay oposición a la militarización de la vida cotidiana en ese que gustan llamar su “Homeland” [terruño mitológico]. El control civil de las FF. AA. ya no existe. Los políticos bajan la cabeza en presencia de los generales en todo lo político, en el exterior e interior del país.

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