P.V, Nandasena, miembro por mucho tiempo del Partido Socialista Por la Igualdad, la sección de Sri Lanka del Comité Internacional de la Cuarta Internacional, falleció el sábado 13 de diciembre en el hospital general de Kurunegala, Provincia Noroeste. Su funeral ocurrió el lunes en Rambukkana, en la misma región. Participaron unas quinientas personas, incluyendo sus camaradas del PSI, con gran respeto por este luchador.
Nandasena llegó al hospital el 25 de noviembre, inconciente y con fiebre. Los doctores dijeron que había contraído fiebre de rata (una muy seria enfermedad que ratas transmiten, muchas veces a gente que trabaja en los pajonales). Estuvo bajo cuidado intensivo y se mejoró un poco. El sábado, sin embargo, sufrió una recaída. Le sobreviven su esposa, J. Misilin Dayaratna, una maestra jubilada y su hija, Thilini Subodhika Nandasena, una trabajadora del Estado.
La muerte de este valiente camarada es una gran golpe para el partido.
Nandasena era un empleado bancario jubilado. Sus camaradas y compañeros de trabajo lo llamaban Nande. Nació el 28 de octubre de 1943 en Hewadiwela, un pueblo a cien kilómetros de Colombo. Es un pueblo pobre, típico de los de las regiones rurales de Sri Lanka. La familia de Nandasena cultivaba la tierra. Esa es la ocupación principal de la zona.
Nandasena se unió a la Liga Comunista Revolucionaria (Revolutionary Communist League, RCL, en inglés), antecesora del PSI, a fines de 1976. En ese entonces trabajaba para el Banco de Ceilán (del Estado) en Colombo. Lo atrajo la integridad del RCL en su lucha política contra el gobierno de coalición burgués de la primer ministro Sirima Bandaranaike, y contra la traición de la burocracia sindical.
El RCL pudo aclararle a Nandasena la función que jugaba el Partido Lanka Sama Samaja (Partido de Igualdad, LSSP). Ese partido le había dado su espalda s los principios del socialismo internacionalista al hacerse parte del gobierno de coalición del Partido de Libertad de Sri Lanka (de Bandaranaike, SLFP en inglés) en 1964. El gobierno de coalición que se formó se desmoronó seis meses después. En 1970 la misma coalición formó otro gobierno, en el que también participó el Partido Comunista estalinista (CP).
Pasarían muy pocos meses antes que la coalición SLFP, LSSP y CP, impusiera medidas de emergencia, con el pretexto de la aparición del movimiento Janatha Vimukthi Peramuna (Frente de Liberación Popular, JVP), que proponía la “lucha armada” en base al castrismo, al maoísmo, y al comunalismo cingalés. El gobierno aplastó la detonación populista del JVP en 1971. Mató a quince mil jóvenes campesinos y encarceló a muchos más.
Durante este periodo la RCL rechazaba las medidas de emergencia y lanzaba la alarma que esas medidas se utilizarían contra el proletariado. Como consecuencia de esa campaña se impuso una veda al RCL, sus publicaciones fueron también prohibidas. Dos miembros del RCL fueron apresados y muertos por la policía.
En el contexto de una radicalización de la clase obrera, los miembros del Sindicato del Banco de Ceilán (CBEU) se lanzaron en huelga el primero de septiembre de 1972. Demandaban mejores sueldos y otros beneficios. El gobierno de coalición, que incluía al líder del LSSP, N.M. Perera (ministro de finanzas a cargo del la banca estatal) utilizó las medidas de emergencia para aplastar la huelga. Durante 108 días los empleados del banco repudiaron al gobierno (que amenazaba despedirlos) y continuaron su lucha (una de las huelgas más largas de la historia de Sri Lanka).
Sólo el RCL y sus partidarios dentro del CBEU proponían un programa político de lucha. El RCL urgió a todos los obreros apoyar a los bancarios y demandaron que el LSSP y el CP rompieran con la coalición gobernante y formaran un gobierno obrero campesino. Esa demanda táctica desenmascaría la traición del LSSP y del CP y serviría para movilizar la clase obrera avanzando medidas socialistas, independientemente de todos los sectores de la burguesía.
Los burócratas del CBEU se opusieron acérrimamente al programa del RCL. Postulaban que el gobierno se rendiría ante la militancia de la huelga. Cuando el 17 de diciembre la dirección del CBEU se rinde y termina la huelga, los obreros vuelven a sus puestos, pero sólo como empleados a prueba. Sin embargo todos los empleados del Banco Estatal Hipotecario y de Ahorros, fueron despedidos, incluyendo a Nandasena. Después recordaría cuanto lo había impresionado la lucha integra del RCL durante la huelga, pero todavía no se haría miembro del partido.
Quedó tres años sin trabajo. Durante ese tiempo Nandasena encaró enormes dificultades económicas, sin los medios para darle una vida decente a su familia. Junto con un amigo se dedicó a hacer zapatos y bolsas que vendían en Colombo. También trabajó en los pajonales. Fue reempleado por el Banco de Ceilán en 1975 y puesto a prueba. Allí se encontró con miembros del RCL, al cual se unió un año después.
La huelga bancaria había hecho sonar el clarín al comienzo de una detonación de luchas obreras contra los ataques del gobierno de coalición. La resultante crisis política quedó reflejada en la separación de los ministros del LSSP del gobierno en 1975. La hostilidad obrera llegó a su cumbre con la huelga general de 1976. Aunque el LSSP, el CP y la burocracia sindical pudieron contener y vencer a la huelga, se acabó el gobierno del SLFP.
Como miembro del RCL, Nandasena se transformó en un combatiente vigoroso por la perspectiva trotskista entre los bancarios. También participó en actividades políticas entre otros trabajadores, estudiantes y campesinos. Se había hecho miembro del partido durante un periodo tormentoso. En 1977 el derechista Partido de Nacional Unido (UNP) llegó al poder, aventajándose del despecho popular con los SLFP, LSSP, y CP.
El gobierno del UNP fue uno de los primeros en el mundo en llevar a cabo una restructuración de libre empresa para abrir la economía a la explotación de mano de obra barata por inversionistas extranjeros.
Decidido a quebrar a la oposición proletaria, el gobierno del UNP derrotó una militante huelga de empleados públicos en julio de 1980, imponiendo severas medidas de emergencia y despidió a cien mil empleados. Acudieron en su ayuda falsos partidos izquierdistas, incluyendo el Partido Nava Sama Samaja (Nuevo Partido de Igualdad), y los sindicatos que rechazaban la lucha política por un gobierno socialista.
Para vencer las tensiones sociales y el rechazo popular, el gobierno del UNP jugó la carta del comunalismo anti tamil, con el propósito de dividir a la clase obrera. Una provocación tras otra culminó en un pogrom general contra los tamiles en 1983 que detonó veinticinco años de guerra contra el grupo separatista los Tigres de Liberación Tamil Eelam.
Hubo miembros del RCL que cesaron su militancia como consecuencia de la derrota de la huelga general de 1980. Nandasena, en cambio, profundizó su entrega a las luchas políticas del partido. Rechazó los intentos de la burocracia del CBEU de hacer compromisos con el gobierno y con la gerencia del banco. Luchó con gran valentía para atraer a los trabajadores a un programa revolucionario y al partido.
En las reuniones generales anuales de su sindicato, Nandasena nunca temió poner su punto de vista, aún cuando estuviera solo. Un bancario lo dijo así: “Acostumbraba pararse y explicar la situación política. Hablaba de la necesidad de luchar por un gobierno obrero campesino. Rechazaba la guerra e insistía que exigiéramos el retiro sin condiciones de las fuerzas armadas del norte del país. Los testaferros de la dirección sindical trataban de callarlo a gritos, pero él los ignoraba y seguía con su discurso”.
Nandasena contaba con el respeto de sus camaradas. Era incansable en su dedicación al partido. Cumplía con sus cometido sin demora y con cuidado. A pesar de ya tener 70 años, participó con entusiasmo este año en la campaña del PSI a favor de una investigación obrera sobre le ataque del ejército contra los habitantes de Weliweriya que protestaban contra la contaminación industrial. Solía viajar sesenta kilómetros de su casa a ese pueblo.
El 21 de noviembre, sólo cuatro días antes de ser internado, Nandasena participó en la campaña y en la junta pública en Kurunegala sobre las lecciones políticas de la traición del LSSP de 1964. También estuvo en una reunión general del PSI para discutir la resolución del Comité Internacional de la Cuarta Internacional “El socialismo y la lucha contra la guerra imperialista”, resolución que el consideraba de suma importancia.
Nandasena era de pocas palabras. Cuando hablaba siempre iba a la médula de la cuestión política que se discutía. No titubeaba en desenmascarar a opositores políticos, siempre aprovechando la oportunidad de educar a quien estuviera oyendo. En su pueblo la gente lo respetaba por ser alguien que siempre abría su mano para ayudar a otros. Su recuerdo vivirá entre los camaradas del partido y entre todos los que conocían su arrojo político y su humanidad.