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Perspectiva

Por un boicot activo contra el referéndum de Brexit

En menos de tres semanas, el referéndum del 23 de junio determinará si el Reino Unido (RU) permanece en la Unión Europea (UE). Esta decisión tendrá repercusiones políticas para los trabajadores de todo el continente.

El Partido Socialista para la Igualdad de Gran Bretaña (PSI) está en campaña por un boicot activo contra el referéndum.

A pesar de que es presentado como un vehículo para que “el pueblo” decida, en realidad el referéndum es muy antidemocrático. Sólo les ofrece a los trabajadores y jóvenes una elección binaria, a escoger entre una de dos campañas oficialmente constituidas. Ambas son dirigidas por fuerzas pro empresariales, pro austeridad, militaristas, antiobreras, y antiinmigrantes formuladas por dos alas opuestas del Partido Conservador: una dirigida por el Primer Ministro, David Cameron, y la otra por Boris Johnson, el ex alcalde de Londres.

La posición del PSI es de irreconciliable hostilidad a la Unión Europea pero su oposición viene de la izquierda, no de la derecha.

La UE es un mecanismo para someter al continente a los dictados de los mercados financieros y es un foro en el cual los Estados que la integran luchan entre sí y conspiran contra la clase obrera. Por lo tanto, la gente trabajadora no puede darle apoyo a la campaña de Vota Permanecer (Remain). Ésta está moldeada por los intereses de la élite corporativa inglesa, que considera esencial para su capacidad de competir internacionalmente pertenecer a la UE —sobre todo imponiendo medidas de austeridad draconianas sobre los trabajadores del continente— y para la capacidad de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de llevar a cabo su proyecto de militarismo y guerra contra Rusia y China.

Al mismo tiempo, la opuesta campaña del Vota Salir (Leave) está dominada por las fuerzas más derechistas del Reino Unido, incluyendo al xenófobo Partido de la Independencia del Reino Unido (UK Independence Party, UKIP), cuya lucha contra la “burocracia de Bruselas” no es nada más que una demanda para terminar todas los límites que aún existan a la dictadura del mundo de los grandes negocios y de los parásitos financieros de las casas financieras de Londres. La campaña del Vota Salir está enfocada casi exclusivamente en las demandas de “recuperar el control” de las fronteras del RU para restringir los migrantes de la UE. Culpan a los migrantes por el colapso de los servicios sociales esenciales que por años han sido destrozados por medidas antiobreras implementadas por gobiernos sucesivos de Laboristas y Conservadores.

A Cameron, nada le gustaría más que expresar todo su apoyo a la palabrería antiinmigrante, lo que lo impide es que ésta está dirigida contra él mismo por no haber cumplido con su promesa de reducir la migración neta anual a una cantidad menor de 100.000.

El propósito de nuestra lucha a favor del boicot activo es crear las mejores condiciones con que establecer conscientemente la independencia política de la clase obrera de ambos lados reaccionarios en este referéndum.

Nadie más habla por la clase obrera.

El Partido Laborista, dirigido por Jeremy Corbyn, y el Congreso de los Sindicatos (Trade Union Congress, TUC), se han alineado detrás de la campaña del Vota Permanecer, acertando que la UE ofrece controles sobre el gobierno conservador y que puede ser reformada en alianza con otras “fuerzas progresivas” del continente europeo.

Específicamente Corbyn dice que sus aliados europeos son Syriza en Grecia y el gobierno del Partido Socialista de Francois Hollande en Francia. Pero Syriza está imponiendo medidas de austeridad más violentas que sus predecesores como una condición para mantener la membresía Grecia en de la UE, mientras que el intento de Hollande de forzar leyes antiobreras ha precipitado una oleada de huelgas y protestas, a las cuales su gobierno ha responde con represión brutal. Sí algún día llegara al poder, Corbyn haría lo mismo.

Los grupos de seudoizquierda, como el Partido Socialista de los Trabajadores (Socialist Workers Party, SWP) y el Partido Socialista (Socialist Party) pretenden ofrecer la posibilidad de una campaña izquierdista de Vota Salir. Pero la alternativa que proponen argumenta que la UE debe ser dividida para que un futuro Partido Laborista pueda implementar algunas reformas mínimas. En búsqueda de este fuego fatuo, toman cada oportunidad para descartar el peligro que posa la aptitud de la extrema derecha a lo largo de Europa de explotar el sentimiento anti UE basado en el nacionalismo y la retórica antiinmigrante.

Tan solo esta semana, la líder del Frente National francés, Marine Le Pen, concedió una entrevista a Russia Today (RT) en la cual se queja de que “la Unión Europea apoya a decenas de millones de inmigrantes” que acuden “al mercado de trabajo de la Unión Europa para bajar los sueldos.” Continuando, ella dijo, “Entonces, de hecho ha traicionado, por decirlo así, a la clase obrera.”

Nada de esto le importa los partidarios de la campaña de Vota Salir.

Proclamando su rechazo de “abandonar el referéndum a los racistas,” el SWP declara, “El racista partido conservador y el UKIP, no la izquierda, comenzaron el debate sobre la UE. Son ellos, no nosotros, la cara mas visible del ‘Brexit.’ Todo eso es muy cierto, pero eso no quiere decir que ellos serían los que se beneficiarían…El principal beneficiario hasta ahora de la división del Partido Conservador entorno a permanecer en la UE es Jeremy Corbyn…Decirle al pueblo que la decisión es entre Cameron, la UE y las grandes empresas por un lado y Farange [líder del UKIP] y los racistas por el otro es peligrosamente contraproducente.”

Para el SWP, siempre es “contraproducente” decirle a los trabajadores la verdad: Que una victoria para la derecha fortalece a la derecha y que Corbyn que ha demostrado una y otra vez que no peleará contra la derecha, ni siquiera dentro de su propio partido, ya se declaró a favor quedarse dentro de la UE.

El referéndum plantea cuestiones fundamentales de perspectiva y orientación —la opción es entre el capitalismo nacionalista o el socialismo internacionalista.

El PSI no se basa en el nacionalismo económico o en la xenofobia antiinmigrante para defender la escisión de la UE. Les decimos a los trabajadores y jóvenes que deben oponerse a la UE basándose en una perspectiva independiente de clase —no en base a la separación nacionalista del continente, sino en el desarrollo de una ofensiva contra la UE y sus gobiernos constituyentes.

En todas partes, en medio de la profundización de la crisis económica, la libre empresa se convierte en empresa de guerra, la seguridad financiera en la inseguridad y la falta de trabajo, la prosperidad en la austeridad, la libre circulación de las personas en cercos de alambre de púas en las fronteras y campos de concentración, la democracia en la dictadura y el crecimiento de la derecha fascista.

El colapso de la UE prepara el camino de una explosión de los mismos antagonismos nacionales que su formación quería terminar. A menos que la clase obrera intervenga, el resultado final será arrastrar a la humanidad una vez más a la catástrofe de la guerra mundial.

La lucha por una Gran Bretaña socialista dentro de un Estados Unidos Socialistas de Europa no es un eslogan de propaganda, sino una necesidad urgente para los trabajadores en todos los países que enfrentan el mismo enemigo de clase y los mismos problemas de austeridad y guerra. Para poner fin a estos peligros, hay que barrer con el agarre de la oligarquía financiera sobre la sociedad y librar la economía de las restricciones que le impone el sistema de ganancias y la división del mundo en estados nación antagónicos.

Los trabajadores ingleses tienen aliados poderosos para iniciar tal ofensiva.

A lo largo de Europa —las huelgas masivas y protestas en Francia, una oleada de huelgas en Bélgica, las huelgas generales contra el gobierno de Syriza en Grecia— son las etapas iniciales de un movimiento en todo el continente de la clase obrera. Este está siendo animado por la alineación en masa de los partidos políticos oficiales tanto de la izquierda nominal y como de la derecha que sólo representan a las grandes empresas y a los súper ricos.

Antes y después del referéndum, el PSI orientará a los trabajadores del RU basado en este desarrollo internacional y les proveerá liderazgo político. Trabajaremos con nuestros camaradas a través del mundo para sentar los cimientos para construir nuevas secciones del Comité Internacional de la Cuarta Internacional como el nuevo liderazgo socialista e internacional de la clase obrera europea y mundial.

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