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Con enorme abstención, el derechista PP gana las elecciones españolas

Seis meses después de que las elecciones de diciembre 20 no lograron formar un gobierno, las elecciones del 26 de junio ahora confirman el profundo descontento popular y el colapso del sistema bipartidista que ha dominado la vida política española desde el colapso del régimen fascista de Franco en 1978.

Con 98 por ciento de los votos contados, el conservador Partido Popular (PP) ganó las elecciones con solo 33 por ciento del voto, obteniendo 137 escaños, aún lejos de los 176 que se necesitan para obtener una mayoría absoluta en el parlamento de 350 escaños.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) obtuvo la segunda posición, con sus peores resultados electorales desde las primeras elecciones pos Franco en 1977, el 22 por ciento del voto y 85 escaños. La alianza de seudo-izquierda, Unidos Podemos (UP), entre los partidos Podemos y el estalinista Izquierda Unida (IU), obtuvieron 21 por ciento del voto y 71 escañas, el mismo resultado en diciembre. El partido derechista Ciudadanos obtuvo 13 por ciento del voto y 32 escañas.

Los nacionalistas y separatistas de Cataluña (CDC y el ERC), el país Vasco (PNV y EH Bildu) y las Islas Canarias (CC) obtuvieron un total 25 escañas.

Estos resultados también fueron marcados por niveles de abstención récord; el 32 por ciento del electorado no votó, una indicación particularmente clara de la profunda impopularidad del régimen. A pesar de una enorme oposición social a la austeridad, a la Unión Europea (UE) y al militarismo entre masas de gente trabajadora, ningún partido ha emergido que exprese este sentimiento.

Este resultado es particularmente humillante para Unidos Podemos—la coalición dirigida por Pablo Iglesias y formada por Izquierda Unida (estalinista) y Podemos después de las elecciones de diciembre del 2015 para sobrepasar al PSOE. No sólo no logró hacer esto, sino que también perdió un millón de votos comparado con los resultados de diciembre. Esto es una indicación de que UP no es considerada como una alternativa, particularmente entre los jóvenes.

Estos resultados elevan la crisis política en España. Sea cual sea la improvisada coalición de partidos que forme un nuevo gobierno, estará encargada de imponer ataques todavía más brutales contra la clase obrera.

Durante la campaña electoral, los dos partidos principales expresaron su promesa de imponer la austeridad y llevar a acabo los dictados de la Unión Europea. Como en Grecia bajo el gobierno de Syriza de Alexis Tsipras, o el gobierno del Partido Socialista de François Hollande en Francia, el próximo gobierno planea usar las fuerzas de seguridad para tratar de suprimir la resistencia de los trabajadores y los jóvenes al ataque cada vez más intenso de los derechos democráticos y sociales.

Justo quien dirigirá tal gobierno es una cuestión abierta. Existe una gama de posibilidades, desde un gobierno del PP y Ciudadanos con la abstención de PSOE durante la ceremonia de investidura del gobierno, a una gran coalición entre PSOE y PP, a un gobierno tecnocrático “independiente.”

Un supuesto “gobierno de cambio” entre el PSOE y UP requeriría el apoyo de los nacionalistas catalanes y vascos, que exigen que la nueva administración apoye un referéndum para la independencia de Cataluña— una opción a la que el PSOE se ha opuesto hasta ahora.

Cualquier gobierno que emerja de tal parlamento sumamente fragmentado sería débil, dividido, profundamente impopular, y entregado a la austeridad y al militarismo.

Que la clase gobernante sea capaz de preparar tal confrontación se debe en gran medida al papel desempeñado por la UP, coalición entre la estalinista Izquierda Unida y Podemos dirigido por Iglesias. Podemos, fundado en enero del 2014, creció su influencia electoral al explotar la profunda hostilidad al sistema político y a las políticas de austeridad de la UE. Sin embargo, probó ser otra trampa de la seudoizquierda para descarrilar el creciente enojo social, articulando los intereses de sectores de la clase media y media alta.

Sobre el tema de la austeridad, Podemos a repetido como ejemplos de buen gobierno a sus “alcaldes de cambio” en Barcelona y Madrid, donde frentes dirigidos por Podemos han recortado los gastos públicos y la deuda. El acuerdo entre la Izquierda Unida comprometa a la coalición a una “reducción del déficit más lenta.”

Respondiendo a las crecientes tensiones geopolíticas por todo el mundo, Podemos ha hecho clara su posición Pro imperialista y su disposición a defender el papel de España en la OTAN. Incluye al ex general y jefe de gabinete Julio Rodríguez entre sus listas electorales, un paso sin precedentes en un país donde la clase obrera tiene en la memoria presente una dictadura militar.

Durante el mes pasado, desde sus críticas demagógicas de la “casta” y la “oligarquía,” refiriéndose al PSOE y al PP, UP ha basado su estrategia completamente en formar un gobierno con el PSOE, el partido político más antiguo de España y el partido gobernante principal en la era pos Franco.

Este es el partido que ha bienvenido a la OTAN, ingresó a España a la UE, apoyado las guerras neo coloniales en Libia y Siria, y se ha asociado con las primeras medias de austeridad después de la crisis del 2008 bajo José Luís Rodríguez Zapatero, a quien Iglesias llamó el “mejor” primer ministro en la historia española.

Las fuerzas de seudoizquierda que orbitan o se han integrado a Podemos, como los Anticapitalistas (pablistas), En Lucha y El Militante, han respondido al giro de la derecha de Podemos acercándosele aun más. Durante las elecciones del domingo 26, hicieron un llamamiento para que los trabajadores y jóvenes apoyaran a UP, tratando de subordinar a los trabajadores a un gobierno Pro austeridad del UP y el PSOE y desarmarlos ante una creciente contrarrevolución social.

Yendo en contra de las aserciones que el fin del régimen de Franco inauguró un periodo sin precedentes en la historia española, marcado por prosperidad social y estabilidad política, el presente periodo es uno de intensificación de la lucha de clases, mientras que las tensiones sociales explotan por toda Europa. Se está preparando el camino para una confrontación explosiva entre los trabajadores y jóvenes y un gobierno cometido a ataques contra los trabajadores.

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