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Un episodio revelador: Sanders aplaude a Trump durante su discurso ante el Congreso

En un momento revelador durante el discurso de Donald Trump ante el Congreso el martes, las cámaras enfocaron al senador de Vermont, Bernie Sanders, quien aplaudió a Trump después de que éste declarara: “Debemos reiniciar el motor de la economía estadounidense, haciendo que sea fácil hacer negocios en Estados Unidos, y mucho, mucho más difícil para las empresas salir de nuestro país”.

El episodio dice mucho sobre la política de Sanders y el papel que se le ha asignado. Cualquier persona con el más mínimo grado de principios políticos, y mucho menos un genuino socialista, habría boicoteado el discurso, habría denunciado los alardes fascistas de Trump y habría advertido del grave peligro que su gobierno plantea a los derechos democráticos básicos.

Sin embargo, Sanders no es socialista. En lugar de ello, dio un aplauso cuidadosamente calculado para las políticas económicas nacionalistas de Trump —lo cual significa en la práctica, una gigantesca concesión a las corporaciones y una mayor intensificación del asalto a los empleos y a los programas sociales de la clase obrera.

El incidente no fue, además, un hecho aislado. Durante las primarias del Partido Demócrata, Sanders ganó un amplio apoyo entre los trabajadores y los jóvenes al pedir una “revolución política” contra la “clase multimillonaria”. Después de perder en las primarias, cambió rápidamente e insistió a sus partidarios que debían apoyar a Hillary Clinton—a quien él había criticado previamente como la candidata del status quo—para prevenir el desastre de una administración de Trump.

Después de la elección de Trump, Sanders cambió otra vez, diciendo que estaba dispuesto a “trabajar con” Trump para implementar medidas económicas nacionalistas. Está haciendo lo que puede para legitimar al nuevo gobierno y perpetuar la mentira que hará algo para mejorar las condiciones de la clase trabajadora. Sanders también ha sido elevado al liderazgo del Partido Demócrata en el Senado, donde trabaja estrechamente con el líder minoritario Chuck Schumer, el senador de Wall Street.

El aplauso de Sanders estaba en línea con este récord.

El senador de Vermont siguió este espectáculo con una respuesta en video al discurso de Trump publicado en Facebook, que se ha visto más de 5 millones de veces. Continuó en sus esfuerzos para legitimar la administración de Trump y hacer descarrilar la creciente oposición al nuevo gobierno.

Lo más sorprendente fue el completo silencio de Sanders sobre la demonización de Trump de los inmigrantes, sus mentirosas afirmaciones que los “inmigrantes ilegales” de México eran responsables de la crisis social en Estados Unidos, y sus demandas de una guerra desenfrenada contra el "Terrorismo Radical Islámico”.

En cambio, Sanders deliberadamente minimizó el carácter de extrema derecha de la nueva administración. Sugirió que Trump —que ha traído a figuras abiertamente fascistas como Stephen Bannon a los más altos niveles de poder—podría ser presionado para cambiar a través de la presión masiva.

“Cuando se analiza un discurso a veces lo que alguien no dice es más importante que lo que dice”, Sanders proclamó en palabras que también se puede utilizar contra Sanders mismo. A continuación, proporcionó una lista de cosas que Trump no mencionó—amenazas a Medicare, Medicaid y Seguridad Social, ingresos y desigualdad social, cambio climático, control corporativo sobre el sistema político—como si alguien debiera sorprenderse dado que Trump lidera el gobierno más derechista en la historia de los Estados Unidos.

Sanders dijo: “Exhorto al Presidente Trump a cumplir sus promesas y decirle al pueblo estadounidense que no cortará el Seguro Social y Medicare”. Elogió los planes de infraestructura de Trump, pero dijo que sus propuestas de gastos estaban “equivocadas”. A cambio de proponer recortes de impuestos para las corporaciones, dijo Sanders, Trump debería hacer que las corporaciones que acumulan miles de millones de dólares en paraísos fiscales del exterior “paguen su parte justa”.

“Si Trump realmente quiere encargarse de las empresas farmacéuticas”, agregó Sanders, el presidente debe apoyar medidas como la que acababa de proponer en el Senado, lo que permitiría a los ciudadanos estadounidenses importar medicamentos de menor costo de Canadá.

En cuanto a la propuesta de Trump de aumentar el presupuesto militar en $84.000 millones de dólares, Sanders no advirtió que esto aumentaría el peligro de la III Guerra Mundial contra Rusia y China, pero sólo dijo que aumentaría el “derroche burocrático” por los militares. “No necesitamos aumentar mucho el gasto del Pentágono”, dijo Sanders, sugiriendo que apoyaría aumentos menores o los niveles actuales de gastos, como lo hizo repetidamente durante los ocho años de la administración de Obama.

Sanders guardó silencio sobre la narrativa reaccionaria de Trump, escrita por Bannon, la cual considera que la decadencia económica y la desesperación social no son causadas por el capitalismo y la gran transferencia de la riqueza de la clase obrera a manos de la aristocracia corporativa y financiera. Ha hecho eco de la mentira de Trump, que Trump repitió el martes, según la cual “hemos exportado nuestros empleos y nuestra riqueza a países extranjeros” y “las grandiosas empresas y los trabajadores estadounidenses han sido aprovechados” por acuerdos comerciales injustos que mantienen las importaciones estadounidenses fuera de los países extranjeros.

Como señaló WSWS a lo largo de las elecciones de 2016, las propias políticas económicas nacionalistas de Sanders reflejan las de Trump.

El Partido Demócrata es muy consciente del descontento social, no sólo contra Trump, sino también contra las políticas de la clase dominante que ambos —demócratas y republicanos—apoyan. Los demócratas no quieren que surja ninguna oposición a la riqueza y a la propiedad de la clase dominante y al sistema capitalista en sí mismo.

Ahora es el trabajo de Sanders tratar de contener esta ira, canalizándola tras los esfuerzos electorales de los demócratas para 2018 y la agenda geopolítica de secciones dominantes dentro del aparato de inteligencia militar. Ese es el significado del abrazo de Sanders al nacionalismo económico, cuyo corolario es el militarismo.

Concluyendo su respuesta el martes por la noche, Sanders señaló la creciente oposición a Trump en todo el país. Exhortando a los que han asistido a las protestas a que sigan apareciendo, a llamar al Congreso para defender el Obamacare, y a empujar a los republicanos de vuelta, dijo: “Sólo juntos cuando millones de personas defiendan la justicia económica, la justicia social, la justicia racial, la justicia ambiental, sólo entonces podremos crear una revolución política que haga cambiar a este país”.

El último año ha demostrado la bancarrota del tipo de políticas pragmáticas y oportunistas que difundía Sanders.

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