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Más de la mitad de jóvenes en Europa apoyarían un “levantamiento a gran escala”

No todos los días una agencia internacional les pregunta a los jóvenes si es que desean participar en un “levantamiento a gran escala”. Pero esto es exactamente lo que la Unión de Emisores Europeos, la alianza más grande de estaciones públicas de televisión del mundo, realizó en una encuesta de casi un millón de personas entre las edades de 18 y 35.

Ante la pregunta: “¿Participarías en un levantamiento a gran escala contra la generación en poder si es que ocurriese en los próximos días o meses?”, más de la mitad, 53 por ciento, declaró afirmativamente. En Grecia y Francia, la cifra fue más de 60 por ciento.

Más de la mitad de jóvenes en Europa apoyarían un “levantamiento a gran escala"

Similarmente, cuando se les preguntó si la “brecha entre los ricos y los pobres” se está ampliando, 89 por ciento se manifestó de acuerdo.

Ante la pregunta de si “los políticos son corruptos”, los respondientes fueron incluso más categóricos: solamente 8 por ciento respondió “No, pocos de ellos lo son”. La abrumadora mayoría contestó con alguna forma de sí, afirmando que “algunos de ellos son” o “completamente todos ellos son”.

Thomas Grond, Jefe de las Audiencias Jóvenes de la Unión de Emisores Europeos, declaró al WSWS que las figuras muestran un colapso “catastrófico” de la confianza en las instituciones sociales. “La confianza en los medios, los políticos, las instituciones religiosas, todo esto ha fracasado”.

“Una gran parte de la población joven no siente que los políticos lo toman en consideración”, declaró Grond. “Se trata de preservar el sistema y no hay mucho para cambiar. Y cuando lo hay, es para atrás”.

Ante la pregunta de si se sentía sorprendido de que tanta gente joven estaría dispuesto a participar en un “levantamiento a grande escala”. Grond respondió francamente: “No realmente”. Declaró que la encuesta mostró que, a pesar de su actitud escéptica hacia las instituciones sociales, los jóvenes son ampliamente optimistas ante el futuro y “dispuestos a participar” en la vida política. “La sociedad simplemente no les está dando una oportunidad para mostrar de lo que son capaces”, declaró.

Grond afirmó sentirse sorprendido por la oposición ampliamente sentida al omnipresente nacionalismo entre los participantes encuestados. “78 por ciento de jóvenes en Alemania declararon que el nacionalismo está creciendo y que eso es una cosa mala”, Grond tomó nota. Esto en comparación con el 11 por ciento que declaró que el crecimiento del nacionalismo era un desarrollo positivo.

De manera significativa, en Alemania, en dónde la clase gobernante ejerce una campaña para rehabilitar al nacionalismo y al militarismo –incluyendo a académicos como quién declarase que “Hitler no era cruel” y que “no era psicópata”– más de dos tercios de personas declararon que no estaban dispuestos a luchar en una guerra.

A través de Europa, a pesar de la implacable promoción del militarismo y sentimientos pro-bélicos por los medios, más de la mitad de jóvenes declararon que rechazarían “pelear por su país”.

Desde el referendo del 23 de junio del 2016 en Gran Bretaña en que se eligió abandonar la Unión Europea y luego de la elección del multimillonario fascista Donald Trump como presidente de EE.UU. en noviembre, la prensa internacional ha estado repleta de afirmaciones de que las poblaciones del mundo avanzado se encuentran sumergidos en un rebrote de nacionalismo, militarismo y sentimientos de derecha.

La encuesta muestra algo diferente. Ante la pregunta sobre si la “inmigración vuelve a los países más ricos”, casi tres cuartos respondieron afirmativamente.

Estas cifras plantean la obvia pregunta: ante un casi total desprestigio de la política del status quo, un reconocimiento general de que los bancos “gobiernan el mundo”, un extendido sentimiento antibélico y una amplia oposición al nacionalismo y la xenofobia, ¿por qué, entonces, políticos derechistas, a favor de la austeridad avanzan por todo el mundo?.

La respuesta se encuentra cuando se revisa lo que pasa por políticas de “izquierda”. Aquí hay unos cuantos ejemplos:

• En las primarias presidenciales de EE.UU. en el 2016, el senador Bernie Sanders ganó 13.3 millones de votos después de declararse a sí mismo como un “socialista demócrata” opuesto a la “clase multimillonaria”. No obstante, el propósito de su campaña fue mantener la autoridad política del Partido Demócrata. Sanders promovió a Clinton, la candidata de Wall Street, luego de que fuera derrotado en las primarias, de esta manera permitiendo que su retórica oposición al status quo sea aprovechada y monopolizada por Trump. Él desde entonces ha realizado campañas a través del país llamando a las personas de que apoyen al Partido Demócrata.

• Luego de que Syriza (acrónimo en griego de la “Coalición de la Izquierda Radical”) fuese elegido en Grecia en enero del 2015 en una ola de sentimiento anti-austeridad, el gobierno del primer ministro Alexis Tsipras diligentemente impuso las demandas de austeridad de la Unión Europea. Syriza y sus copensadores internacionales no representan los intereses de los trabajadores y la juventud, sino secciones privilegiadas de la clase media alta.

• En las recientes elecciones en Francia, Jean-Luc Mélenchon (Francia Insumisa) recibió 7 millones de votos debido a su oposición retórica a la desigualdad y guerra. Sin embargo, él trabajó para que esto sea canalizado por detrás del establishment político. Rechazó hacer un llamado para boicotear la segunda vuelta de las elecciones entre Marine Le Pen del fascista Frente Nacional y al ex banquero Emmanuel Macron, implícitamente apoyando a Macron, quién apoya la expansión de la guerra y una intensificación masiva del asalto a la clase trabajadora.

Es necesario construir un verdadero liderazgo socialista en la clase trabajadora, basado en la oposición al capitalismo y a todas las formas de nacionalismo. El Comité Internacional de la Cuarta Internacional y su organización juvenil, los Jóvenes Internacionales y Estudiantes por la Igualdad Social (IYSSE, siglas en inglés) luchan para construir un liderazgo por todo el mundo.

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