Hace un mes, un equipo de reporteros del World Socialist Web Site visitó a Nueva Delhi, la capital de India, y al vecino cordón industrial Gurgaon Manesar. Entrevistó a obreros y otros que batallan en contra del montaje judicial y de las salvajes condenas contra trabajadores militantes de la ensambladora de automóviles Maruti Suzuki en Manesar, Estado de Haryana.
Aunque el Tribunal de Distrito de Gurgaon admitió que la policía había falsificado pruebas contra los obreros y conspirado ilegalmente con la empresa, condenó a cadena perpetua a trece obreros automotrices. Otros dieciocho obreros fueron condenados a entre tres y cinco años de prisión por delitos menos graves .
Entre los trece trabajadores encarcelados por vida están los doce miembros del comité ejecutivo del Maruti Suzuki Workers Union (Sindicato Obrero de Maruti Suzuki, MSWU), establecido en 2011 y 2012, como resultado de rebeliones de las bases obreras contra un sindicato esquirol que colaboraba con la empresa para que continuara la brutal sobreexplotación.
Sin poder impedir que triunfara el MSWU, la empresa, la policía y el Estado de Haryana se aprovecharon de la confrontación e incendio del 18 de julio 2012, provocados por la empresa, en que fallece sofocado un gerente de la empresa, para detener ciento cincuenta trabajadores con falsos acusaciones y depurar la fuerza de trabajo de la planta. Dos mil trescientos trabajadores fueron despedidos ese día.
Lo que sigue es la segunda y última parte de una entrevista con la abogada Rebecca John, una conocida paladín de los obreros que vive en Delhi. John estuvo a cargo del equipo de defensa de los trabajadores de Maruti Suzuki en las últimas etapas de su batalla de cuatro años en los tribunales. R.S. Hooda, el primer abogado que encabezó el equipo defensor, falleció durante el proceso judicial.
En la primera parte de esta entrevista, John describi ó lo importante que es que el tribunal admitiera que las acusaciones contra ciento diecisiete de los detenidos habían sido fraudulentas y el significado de la inhabilidad del gobierno de conectar a ninguno de los obreros al incendio que misteriosamente ocurre durante la riña en la fábrica. También iluminó como la policía y el gobierno en un momento cambian su fábula judicial sobre lo que aconteció ese 18 de julio 2012, argumentando que los trabajadores habían atacado a gerentes de la empresa con vigas de puerta y con amortiguadores de automóviles; cosa muy diferente a los palos y barras de hierro que inicialmente eran parte de su crónica.
Le preguntamos a Rebecca John sobre el hecho que en su fallo final, el juez Goyal, del proceso contra los obreros de Maruti Suzuki, había justificado la exclusión de todas las declaraciones de los obreros que habían estado presentes el 18 de julio 2012, alegando que éstos nunca declararían en contra de sus camaradas, que su declaración siempre se basaría y prejuicios.
Contestó John: “Lo que pasó fue lo siguiente. Ante el tribunal yo argumenté: ‘¿Cómo es posible que todos los declarantes del gobierno eran o de la gerencia o de la policía? No existe ni un solo declarante del gobierno que sea un obrero. Supongamos que algunos obreros atacaron a los administradores. Otros trabajadores deben haber visto lo que ocurrió. ¿Cuál es la suposición? ¿Cómo es que sólo declaran los administradores o la policía? Ustedes no confían en que obreros apoyen el alegato del gobierno.’ Ese fue mi argumento. El gobierno no quiso que ningún trabajador declarara”.
En cuanto a nuestras preguntas sobre si el equipo de defensa poseía el derecho legal a presentar declarantes obreros, respondió John: “No participé en ese aspecto del proceso; estuvo a cargo de un equipo de abogados de Gurgaon. A mí me tocaron los argumentos finales del caso. En esos momentos en que se había demostrado que las pruebas del gobierno no eran más que una farsa, que eran basura, no iba a pedirle al juez que permitiera más evidencias. ¿Para qué complicar más las cosas pidiendo a declarar a los pobres obreros y que luego sean interrogados por el gobierno?”
John explicó que, dados las fallas y fraudes que la defensa ha develado en este proceso, “el juez tuvo que hacer un gran esfuerzo para encontrar razones para imponer sentencias sobre los acusados. En verdad el juez se vio obligado a violar los fundamentos de las leyes criminales”.
“El juez justificó los argumentos del gobierno e impuso la obligación sobre los acusados de demostrar su inocencia. Ese es uno de las razones de nuestra apelación, absolutamente”.
“Si los argumentos contra los obreros hubiesen sido fuertes, su hubiera contado el gobierno no suficientes pruebas, el juez solamente tendría que haber señalado a la evidencia, conectándola con cada trabajador y fallar en contra de ellos. Es obvio que cuando el juez demanda que los acusados demuestren su inocencia, él va en contra las leyes criminales. Esa es una demostración de lo débil que es la argumentación del gobierno”.
Le preguntamos a Rebecca John sobre la invención de pruebas; teníamos en mente los informes médicos de las supuestas heridas sufridas por administradores a manos de los trabajadores. También preguntamos sobre el complot entre la policía y la empresa. Ella dijo que “uno no debe considerar cada elemento de evidencia por sí solo, sino como parte de un todo. Así se lo dijimos al tribunal. En realidad, la invención de pruebas es uno de las razones que en ese entonces planteamos para exigir la exculpación de todos los trabajadores”.
“Nuestro argumento para despedir los cargos comienza con el incendio, con la inhabilidad del gobierno de conectar a ninguno de los obreros con el fuego. Luego nos referimos al alegato que tenía que ver con las armas y con la manera en que esas supuestas armas fueron recuperadas (incluyendo la manera con que la policía violó sus propias normas). Luego nos concentramos en los informes médicos. Esos son una de las razones que demuestran que todo el alegato había sido inventado por la policía bajo órdenes de la gerencia de Maruti Suzuki”.
“La policía fue informada que había que darles escarmiento de fuerza a los trabajadores, de una vez por todas. Para una generación de trabajadores, no sólo en Maruti, no sólo en Gurgaon, pero en todas partes. Se trataba de enseñarles una lección a todos los obreros.
“Ciento cuarenta y siete trabajadores y sus familias fueron dejados sin nada. Los echaron a la calle a hijos, hermanos, y esposos. Estas familias quedaron verdaderamente sin nada.
“El día de mañana, obreros pensarán de las posibles consecuencias si se ponen en pie de lucha. ¿Significa eso que mañana mis hijos e hijas no podrán ir a la escuela, o que no podré alimentar a mis padres ancianos? Ese es el terror que Maruti Suzuki y la clase capitalista quieren sembrar.
“Por consiguiente, ese es el mensaje que el gobierno le envió a los obreros del país: Si ustedes nos hacen exigencias, por más legítimas que ustedes las crean, nosotros responderemos de esta manera”.
Le preguntamos a John sobre la posibilidad de poner en el banquillo a los policías que el juez determinó habían inventado pruebas. Ella explicó que su prioridad es la libertad de los obreros en prisión. “Mi expectativa realista ahora es argumentar la más sólida apelación posible, y conseguir la exculpación de todos los trabajadores. Una vez que hayamos logrado eso, discutiremos otras posibilidades. Yo no quiero anticiparme y declarar que quiero acusar a los policías, cuando los obreros todavía están presos”.
Añadió que un resultado positivo para la apelación con toda probabilidad fortalecería futuros juicios contra la policía.
John también puso el dedo en el mal comportamiento de la fiscalía. Explicó que, argumentando a favor de una condena de muerta para los trece obreros acusados de asesinato, Anurag Hooda, el fiscal especial, “se basó a una previa decisión de la Suprema Corte de la India, que esta misma corte luego rechazó. Eso es algo que yo bien noté”.
Le pedimos a John su opinión sobre declaraciones de la fiscalía y de los tribunales demandando mano dura contra los obreros de Maruti Suzuki para tranquilizar a los inversionistas, y a favor de la campaña “hecho en India” del primer ministro Narendra Modi, que tiene el fin de alentar a empresas transnacionales a poner sus fábricas en India.
Ella respondió: “Si, efectivamente esas declaraciones, hechas cuando se consideraban fianzas para los obreros detenidos, en absoluto embarran a la rama judicial. El tribunal declaró que acontecimientos como ese causaban que no entraran inversiones de otros países. Es sobre los hombros de 148 trabajadores que necesidades de IED [inversión extranjera directa] del país no van a cumplirse.
Cuando nosotros señalamos que los tribunales son parte de la máquina estatal que sirve de soporte a la explotación capitalista, John contestó que “existen prejuicios de clase a todo nivel, de la policía a los tribunales, por todo el mundo.
“Eso hace aun más difícil la lucha de los trabajadores. Porque, como es el caso de los obreros de Maruti Suzuki, no se trata de los establecer la verdad de los hechos; se requiere combatir prejuicios que están enraizados en el sistema. Lograr que los tribunales dejen atrás esos prejuicios es uno de nuestros más grandes retos.
“Existe el prejuicio a los pobres, a los musulmanes, a las mujeres. Por lo tanto, cuando uno presenta argumentos en casos como este, no sólo tiene que resolver la evidencia material, pero también los prejuicios en la mente del juez. Él es parte del sistema e incapaz de sobreponerse a sus prejuicios.
“De ahí nacen absurdas declaraciones [de los tribunales] cuando una mujer es violada. No debería haber salido a esta hora de la noche. O no debería haberse puesto la ropa que se puso. Es como si la responsabilidad de ser violada sea de la mujer que la violó”.
Volviendo al caso de Maruti Suzuki, añade: “Lo mismo pasa en enfrentamientos entre obreros y patrones. No sólo les imponen la responsabilidad a todos estos hombres, por un crimen que no cometieron; también se los culpa de lo que le han hecho a la economía del país. Eso surge de un profundo prejuicio de no reconocer los sacrificios de los trabajadores. Se considera que un trabajador es el empleado de algún lugar gracias a la bondad del patrón”.
John dijo que piensa que las condenas de los trabajadores de Maruti Suzuki son una enorme farsa sin precedente. El caso “se desmorona completamente” cuando se exculpa a ciento diecisiete de los ciento cuarenta y ocho acusados. “Pero al presentar los argumentos finales e interactuar con los trabajadores, bien sabía yo que el juez tenía que favorecer a Maruti Suzuki”.
“Debemos considerar alentador que la mayoría de los detenidos esté en libertad. Tenemos un compromiso muy firme con este caso y confiamos que la Suprema Corte exonerará a todos los obreros que aún están presos”.
Poco después que John y su equipo legal presentaron su apelación de las sentencias de los 31 obreros, el procurador del Estado de Haryana anunció que el Estado pronto presentará su propia apelación contra la exculpación de los ciento diecisiete obreros de Maruki Suzuki y a favor de condenas más duras para los 118 que fueron encontrados culpables de delitos menores. (Vea: “Indian authorities seek to imprison more Maruti Suzuki workers on frame-up charges”)