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La disminución de ventas en los grandes almacenes de los Estados Unidos desmiente afirmaciones de recuperación económica

Las principales cadenas minoristas de Estados Unidos registraron esta semana un descenso continuo en las ventas de las mismas tiendas en el segundo trimestre de 2017, provocando un descenso en sus precios. El jueves, Macy’s, Kohl’s y Dillard’s reportaron resultados de ventas negativos.

Las ventas de las mismas tiendas disminuyeron un 2,8 por ciento en Macy’s y un 0,4 por ciento en Kohl’s. Desde el año 2015, Macy’s ha experimentado disminuciones de ventas año a año en cada trimestre.

Las acciones de Macy’s cayeron un 10 por ciento el jueves y las de Kohl’s cayeron un 5,8 por ciento. El precio de las acciones de Macy’s ha bajado un 40 por ciento este año. Kohl's ha caído casi un 25 por ciento. El jueves, las acciones de Dillard’s cayeron un 15 por ciento, anulando todas sus ganancias para el año.

Los descensos continuaron el viernes, con Macy’s perdiendo otro 0,24 por ciento, Kohl’s bajando 2,18 por ciento y Dillard’s cerrando con una pérdida de casi 6 por ciento para el día.

El viernes, JC Penney, que ya se tambaleaba al borde de la quiebra, reveló una pérdida trimestral mayor de lo que había anticipado, llevando su acción a una caída de más del 15 por ciento para cerrar por debajo de $4 dólares por acción por primera vez en su historia. La cadena de tiendas por departamentos dijo que perdió $62 millones de dólares en el segundo trimestre, una pérdida mayor que en el mismo período de 2016. También reveló que sus ventas en las mismas tiendas habían caído más del 1 por ciento.

La acción de JC Penney ha caído por más del 50 por ciento hasta ahora en 2017 y ha caído el 85 por ciento durante los últimos cinco años. En su pico en 1998, la capitalización de mercado de la empresa fue de $30 mil millones de dólares. Hoy en día, su valor de mercado es algo más de $1 mil millones.

Las principales cadenas minoristas que atienden a consumidores de ingresos moderados y bajos como Macy's, Kohl’s, JC Penney, Sears, Target y Kmart han anunciado cierres a gran escala en los últimos meses, eliminando decenas de miles de puestos de trabajo y poniendo en peligro a muchos miles más, así como la supervivencia de los centros comerciales anexos crece cada vez más precaria.

Macy's está en proceso de cerrar 100 tiendas adicionales. El mes pasado, Sears anunció que cerraría 43 tiendas más en Estados Unidos, además de los 265 cierres que anunció a principios de año. Sus ventas han caído casi un 37 por ciento desde principios de 2013.

En febrero, JC Penney anunció planes para cerrar entre 130 y 140 tiendas, así como dos centros de distribución.

La ola de cierres de tiendas departamentales es parte de un caudal más amplio de cierres de tiendas y quiebras, a un ritmo que supera los números registrados en el apogeo de la crisis financiera y la recesión en 2008. A julio, los minoristas estadounidenses habían anunciado más de 3.200 cierres de tiendas este año; los analistas esperan que la cifra aumente a más de 8.600.

Desde octubre de 2016, los minoristas han eliminado más de 90.000 puestos de trabajo. Desde 2001, se han reducido cerca de 500.000 empleos minoristas en Estados Unidos.

Las cadenas minoristas liquidadas o que se declararon en quiebra hasta ahora este año incluyen:

* Dollar Express, que cerró todos los 323 lugares, eliminando 3.000 puestos de trabajo

* Payless Shoes, que se declaró en bancarrota y anunció planes para cerrar 400 tiendas

* El minorista de ropa Rue 21, HHGregg, Gordmans y Gander Mountain, que han presentado o están planeando declararse en quiebra

* American Apparel, que está liquidando sus tiendas restantes y una fábrica en Los Ángeles

* RadioShack, que se declaró en bancarrota por segunda vez en dos años y anunció el cierre de 552 tiendas

En su mayor parte, los empleados del sector minorista reciben salarios a nivel de pobreza. Actualmente hay más de 32 millones de estos trabajadores, pagados en promedio a $10.87 por hora y los cajeros reciben aún menos.

Dos son los principales factores que conducen a lo que CNN Money se refiere como el “apocalipsis al por menor”. Uno es el aumento de los minoristas en línea, especialmente de Amazon, que están ganando cuota de mercado cada vez mayor a expensas de las llamadas empresas de “ladrillo y mortero”. Amazon, que representó el 53 por ciento de todo el crecimiento de las ventas en línea en 2016, se espera que supere a Macy’s este año como el mayor minorista de ropa del país.

Sin embargo, más agudo es el impacto de la devastadora crisis social que afecta a amplios sectores de la clase trabajadora. Mientras que el presidente Donald Trump se jacta de una economía en auge, citando los altos precios de las acciones, y la presidenta de la Reserva Federal Janet Yellen habla de “pleno empleo” y una recuperación completa de la “Gran Recesión” post-2008, millones de personas luchan por sobrevivir sobre la base de salarios a nivel de pobreza —que se han estancado o disminuido— y del empleo a tiempo parcial o temporal a cambio de empleos de tiempo completo que han sido eliminados permanentemente.

A pesar que el mercado de valores es impulsado hacia arriba por los subsidios ilimitados de la Reserva Federal y la especulación financiera sin control, el crecimiento económico real sigue estancándose. El producto interno bruto estadounidense está aumentando a una tasa anual anémica del 2 por ciento, muy por debajo de las tasas de recuperaciones económicas anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Y a pesar de una tasa de desempleo nominal de sólo 4,3 por ciento, los salarios siguen aumentando sólo un 2 por ciento sobre una base anual, mucho más lentamente que en los períodos anteriores a la recesión y por debajo de la tasa de aumento de los precios de las necesidades básicas.

Grandes secciones de la población trabajadora carecen de los medios para comprar más que las necesidades básicas, por lo que la caída del comercio al por menor está afectando principalmente a las tiendas que atienden a la clase trabajadora.

Que la destrucción de empleos estables y con decente pago está conduciendo la crisis de venta al por menor, está confirmada con el anuncio el jueves de los planes para cerrar hasta 135 restaurantes Applebee’s y hasta 60 IHOP—dos cadenas propiedad de la empresa matriz DineEquity. Ambas cadenas de restaurantes cuentan con precios relativamente bajos y atraen principalmente clientela de clase trabajadora. Ambos registraron ventas más bajas del mismo restaurante en el segundo trimestre de 2017.

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