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Cerca de 4000 comunidades de EUA tienen tasas más altas de envenenamiento con plomo que Flint

En un estudio actualizado, la agencia de noticias Reuters identificó 3810 comunidades donde las tasas de envenenamiento con plomo en niños, registradas recientemente, son al menos el doble de las encontradas en Flint, Michigan, durante el peor momento de la crisis de contaminación del agua de esa ciudad en el 2014 y el 2015. En unas 1300 comunidades de estas “zonas calientes”, el porcentaje de niños de seis años o menos con niveles altos de plomo era al menos cuatro veces el porcentaje de Flint durante el pico de la crisis.

En los focos persistentes de envenenamiento con plomo en las ciudades de Baltimore, Cleveland y Filadelfia, donde esta problemática ha continuado por generaciones, Reuters informó que la tasa de pruebas elevadas en la última década fue del 50 por ciento o superior. Un mapa interactivo publicado con el estudio muestra un tramo del censo en Búfalo, Nueva York —un antiguo centro de producción de acero y automóviles que, como Flint, ha sufrido décadas de desindustrialización— donde el 68 por ciento de los niños tenían altos niveles de plomo.

Mapa de las concentraciones de plomo en Estados Unidos

La ingestión de cualquier cantidad de metal pesado, ya sea a través del agua contaminada, pintura a base de plomo, suelos o humos y polvo contaminados, puede causar daños irreparables a la salud de los niños. El plomo puede interferir con el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso, disminuir su coeficiente intelectual y causarle trastornos de memoria, audición, habla, comportamiento y aprendizaje. La toxina, que permanece en el cuerpo y puede transmitirse por generaciones, también es responsable de una serie de problemas de salud en los adultos, incluyendo la disminución de la función renal, presión sanguínea alta, temblores e infertilidad.

El año después de que se cambiara la fuente del agua de Flint al contaminado río Flint, lo que causó que se filtrara plomo del anticuado sistema de tuberías de este material, cinco por ciento de los niños a los que les realizaron análisis de sangre mostraron niveles de plomo superiores a cinco microgramos por decilitro. Este es el umbral que requiere intervención inmediata de salud pública, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EUA (CDC, por sus siglas en inglés), que reconocen que no hay un nivel seguro de exposición al plomo.

Reuters usó datos recopilados por los CDC basados en resultados de análisis de sangre en las comunidades de 34 estados y el Distrito de Columbia. Más allá de lo devastadores que son los resultados, no proporcionan una imagen completa. Los CDC financian a 35 departamentos de salud estatales y locales para el monitoreo de los niveles de plomo. La presentación de informes es voluntaria en los demás estados, muchos de los cuales no tienen personal para recolectar datos. A pesar del conocido riesgo para la salud pública, el gobierno estadounidense no requiere informes y no supervisa la recopilación y el análisis sistemático de los datos sobre el envenenamiento con plomo.

Dra. Kim Cecil del Estudio sobre el Plomo en Cincinnati muestra los daños cerebrales causados por el envenenamiento con plomo

Reuters dice que esta es la primera mirada que se obtiene de los datos desglosados por áreas de censo, pequeñas subdivisiones de condado con un promedio de 4000 ciudadanos, o por códigos postales, con una población promedio de 7500. En diciembre, Reuters señaló que lejos de ser la excepción, Flint ni siquiera se encontraba entre las ciudades más tóxicas de Estados Unidos. Señaló a Warren, Pensilvania, una ciudad sobre el río Allegheny, donde el 36 por ciento de los niños examinados tenían altos niveles de plomo, y a un código postal en Goat Island, Texas, donde una cuarta parte de las pruebas mostró intoxicación.

El mapa nuevo incluye datos adicionales recopilados este año por Reuters de los estados de Kansas, Georgia, Tennessee, Vermont, Carolina del Norte y Nueva York y el distrito capitalino de Washington D.C. Las áreas ahora identificadas con altos niveles de intoxicación infantil con plomo incluyen un distrito histórico en Savannah, Georgia, áreas en Rutland, Vermont cerca de un popular centro de esquí, y un área con una proporción grande de judíos jasídicos en Brooklyn, Nueva York.

Como Flint, que tiene acres de tierra contaminadas por General Motors y otras firmas industriales, hogares empobrecidos con pintura descascarada, y cañerías de agua subterráneas y líneas de servicio de plomo, las zonas estadounidenses con el peor envenenamiento con plomo son invariablemente de clase trabajadora y pobres.

Ha habido un fuerte descenso en el envenenamiento desde que se eliminó el plomo de la pintura en 1976 y la gasolina en 1995, ésta después de más de una década de fuerte resistencia de la industria petrolera. La eliminación del envenenamiento con plomo, empero, no es posible debido a las tuberías de plomo, pintura residual de plomo en áreas urbanas y rurales pobres, y antiguos o actuales cascos industriales contaminados con plomo.

El río Flint

“La disminución dramática del plomo en la sangre en las últimas décadas en EUA es un triunfo de la salud pública, resultante del control de plomo en la gasolina, pintura, comida, agua, suelo, productos de consumo y otras fuentes”, dijo Marc Edwards, profesor de ingeniería ambiental y recursos hídricos en la Universidad Tecnológica de Virginia, quien fue instrumental en la revelación de las mentiras de los funcionarios estatales y locales que afirmaron que el agua de Flint era segura.

Continuó: “Antes del mayor uso de plomo en la pintura y gasolina, el plomo en el agua fue una vez la fuente dominante de exposición al plomo en Estados Unidos, y se reconoció que causaba una intoxicación generalizada de plomo, fallecimientos y resultados adversos en los embarazos. Flint es otro recordatorio de que debemos estar atentos al daño causado por todas las fuentes de plomo, especialmente tuberías de plomo, que están fuera de la vista y la mente. También es la única fuente de plomo propiedad del Gobierno que afecta directamente el agua potable, un producto destinado al consumo humano. Flint es el ejemplo más reciente de cómo este conflicto inherente ha dañado a las personas”.

El envenenamiento de Flint se convirtió en el centro de atención nacional e internacional sólo gracias a los valientes esfuerzos de los residentes de clase trabajadora de la ciudad y profesionales de la ciencia, como Edwards y la Dra. Mona Hanna-Attisha, pediatra y defensora de la salud pública. Ella fue denunciada por la oficina del gobernador Rick Snyder por “cortar y rebanar” los resultados de las muestras de sangre.

Flint se convirtió en un símbolo de todo lo que estaba mal en EUA: la criminalidad política y corporativa y la indiferencia de los demócratas y republicanos ante el sufrimiento de la gente trabajadora. La prensa, las celebridades y los políticos, de Barack Obama a Hillary Clinton y Bernie Sanders, que inundaron la ciudad e iniciaron procedimientos legales contra varias figuras menores involucradas en el crimen y su encubrimiento. Más de tres años después del cambio al río Flint, sin embargo, no se ha hecho nada para curar a los residentes.

El nuevo informe de Reuters ha sido en gran medida ignorado por el resto de los medios controlados por las corporaciones, que originalmente presentaron la crisis de Flint como una anomalía, hasta que no pudieron negar la escala masiva y nacional del problema. Lejos de asignar los recursos necesarios, incluyendo entre 500 000 millones y un billón de dólares para cambiar las tuberías de plomo de la nación, los Gobiernos de Obama y Trump no han brindado ningún financiamiento significativo para abordar esta amenaza a la salud pública, mientras han derrochado billones en rescates bancarios, gastos militar y recortes de impuestos para los ricos.

El presupuesto solicitado por Trump para el 2018 incluye un recorte de 1200 millones de dólares, o 17 por ciento, a los CDC y a la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades.

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