El miércoles, el CEO de la red social Facebook, Mark Zuckerberg, anunció planes para monitorear todas las publicaciones y mensajes de sus usuarios, censurar el periodismo independiente y utilizar la inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés) para reportar a sus usuarios a la policía y a las agencias de inteligencia.
Zuckerberg inició su publicación, emitida junto con el reporte de ingresos trimestrales de la compañía, declarando que el 2017 fue un “año difícil” para Facebook. “El mundo se siente ansioso y dividido, y eso impactó a Facebook. Hemos visto abuso en nuestra plataforma, incluyendo interferencia de Estados nación, la divulgación de noticias que son falsas, sensacionalistas y divisoras, además de debates sobre la utilidad de las redes sociales”, señaló. Facebook tiene la responsabilidad de “amplificar lo bueno y prevenir daños. Ese es mi desafío personal para el 2018”.
En la “neolengua” de Facebook, esto significa que la compañía buscará suprimir agresivamente el intercambio de información en línea y censurar contenidos bajo el pretexto de combatir las “noticias falsas” y la “injerencia rusa”.
Las implicaciones verdaderamente ominosas de este proyecto son detalladas en la misma publicación de Zuckerberg. Algunas de las iniciativas de Facebook incluyen “una nueva tecnología para detectar publicaciones suicidas que le ha ayudado al personal de emergencias para llegar a más de 100 personas que necesitaban asistencia rápida, y hemos construido sistemas de AI para marcar en tiempo real comportamientos sospechosos en torno a elecciones y eliminar contenido terrorista”.
En otras palabras, Facebook ha implementado sistemas de AI para recolectar, monitorear e interpretar toda la información que se publica en su plataforma social. Como es de esperar, la introducción de un sistema de vigilancia masiva de tan gran alcance es justificado con motivos de gran significado. Después de todo, ¿quién se opondría a medidas que prevengan suicidios o ataques terroristas? Sin embargo, el verdadero propósito de los nuevos sistemas es muy distinto.
Zuckerberg menciona la amplia gama de planes que tiene la compañía respecto a la inteligencia artificial. “Nuestro objetivo con la AI es entender el significado de todo el contenido en Facebook”, escribió. Cada publicación nueva o compartida, foto, video, mensaje, comentario y reacción será alimentado a su sistema informático, el cual es cada vez más potente, a fin de analizarlo para detectar contenidos “dañinos” y reportarlos a la policía y a las agencias de inteligencia, de llegar a ser necesario.
Asimismo, otras iniciativas de la compañía ponen en evidencia el verdadero y siniestro objetivo de sus acciones. La más importante es su determinación, según Zuckerberg, para asegurarse de que “la información que veas en Facebook venga de fuentes ampliamente confiadas y de alta calidad, para contrarrestar la desinformación y la polarización”.
¿Y cuáles son estas fuentes “ampliamente confiadas”? “Por ejemplo, el Wall Street Journal y el New York Times”, afirmó el CEO multimillonario. “Incluso si no los lees o estás de acuerdo con lo que escriben, la mayoría de las personas confían en que constituyen un periodismo de alta calidad. Al contrario, hay blogs con un grupo de seguidores intenso, pero que no cuentan con una confianza más allá de su audiencia principal. Mostraremos estas publicaciones un tanto menos”.
En otras palabras, las fuentes mediáticas corporativas serán promovidas, mientras que otras publicaciones, incluso aquellas con “un grupo de seguidores intenso” será descalificadas. En cuanto a “mostrar un tanto menos”, lo que quiso decir Zuckerberg es que intentarán prevenir que dichas fuentes lleguen a una audiencia más amplia. Dicho simplemente, serán censuradas.
Más allá de censurar las noticias provenientes de fuentes alternativas, Zuckerberg nota al principio de su publicación que Facebook está trabajando para “mostrar menos videos virales” ya que tal contenido “no es bueno para el bienestar de la gente y la sociedad”.
Los videos virales a los que se refiere incluyen grabaciones de violencia policial, exposiciones de acontecimientos sociales como los reportajes del infierno de la torre Grenfell el año pasado que expuso el nivel de desigualdad social en Londres, y la documentación de crímenes de guerra perpetrados por el ejército estadounidense. Tal contenido será “descalificado”, lo cual significa, explicó Zuckerberg, que “reduce el tráfico de un artículo un 80 por ciento”.
La pretensión básica de Zuckerberg, de que Facebook estará promoviendo fuentes “que las personas confían”, es un fraude. De hecho, según una encuesta en EUA de Gallup, publicada el año pasado, el nivel de confianza en que los medios convencionales “reportan las noticias íntegramente, con precisión y justicia” cayó a su mínimo histórico, con solo 32 por ciento de los encuestados indicando que tiene “mucha” o “algo” de confianza. Al mismo tiempo, el uso de las redes sociales para leer noticias ha aumentado exponencialmente, alcanzando a dos terceras partes de la población estadounidense, según una encuesta del Pew Research Center.
El crecimiento en la popularidad de Facebook y las otras redes sociales se ha debido en gran medida a su uso como accesos a información y puntos de vista no disponibles en los medios convencionales. Ahora, Facebook ha cambiado de curso y declarado que su intención es promover la narrativa oficial y bloquear fuentes independientes de noticias que la cuestionen.
Trabajando estrechamente con las agencias de inteligencia y el Gobierno, Facebook, Google, Twitter y otras de las grandes compañías de redes sociales procuran aprovechar su papel como medios de comunicación para servir como instrumentos de censura y represión. En este proceso, están convirtiendo uno de los más importantes y emancipadores avances tecnológicos del siglo XXI —la expansión y el desarrollo de la inteligencia artificial— en una herramienta para el control policial y el gobierno dictatorial.
La lucha contra la censura del Internet es una tarea urgente para todos trabajadores del mundo. El World Socialist Web Site está encabezando la lucha contra la mayor amenaza a la libre expresión desde la Segunda Guerra Mundial. El 23 de enero, publicó su carta abierta llamando a la formación de una coalición internacional de sitios web, organizaciones y activistas socialistas, izquierdistas, progresistas y contra la guerra para luchar contra la censura del Internet.
Los principios para esta coalición son:
- La protección del Internet como una plataforma para la organización política y el libre intercambio de la información, la cultura y los distintos puntos de vista, guiada por el principio de que el Internet es un derecho y tiene que ser libre y estar disponible de forma igualitaria para todos.
- Una insistencia inflexible en la independencia completa del Internet del control de los Gobiernos y las corporaciones privadas.
- La defensa incondicional de la neutralidad de la red y el acceso libre, irrestricto e igualitario al Internet.
- La prohibición e ilegalización de la manipulación gubernamental y corporativa de los algoritmos de búsqueda y procedimientos, incluyendo el uso de evaluadores humanos, que restrinjan y bloqueen la visión pública de las páginas web.
- La irreconciliable oposición al uso del Internet y la inteligencia artificial para la vigilancia de los usuarios de la red informática.
- La demanda de poner fin a la persecución de Julian Assange y Edward Snowden y el restablecimiento completo de su libertad personal.
- La defensa de la transformación de los monopolios corporativos del Internet en utilidades públicas, bajo su control democrático y coordinado internacionalmente, teniendo como fin el servicio de la mayor calidad posible y no el lucro privado.
- La lucha contra la censura del Internet y la defensa de los derechos democráticos no puede ser avanzada a través de apelaciones a los Gobiernos capitalistas y los partidos y políticos que sirven los intereses de los capitalistas, sino solo por medio de una lucha intransigente contra ellos. Esta lucha es internacional y contraria a toda forma y manifestación de chauvinismo nacional, racismo y militarismo imperialista. Consecuentemente, aquellos verdaderamente comprometidos a la defensa de los derechos democráticos deben dirigir sus esfuerzos a la movilización de la clase obrera en todos los países.
Urgimos a todos los que estén de acuerdo con estos principios a contactar al World Socialist Web Site y adoptar la lucha contra la censura del Internet.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 2 de febrero de 2018)