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Gran Bretaña advirtió a Suecia de no abandonar el proceso de extradición a Assange

Reino Unido parece determinado en arrestar al periodista Julian Assange, quién está atrapado en la embajada ecuatoriana en Londres, en relación a los cargos fabricados de “acoso sexual”.

Correos del Servicio Confidencial de Procesos Judiciales de la Corona (CPS, siglas en inglés) publicados por el suplemento dominical The Observer del periódico The Guardian revelan que los fiscales británicos advirtieron a sus contrapartes suecas de que no abandonen el proceso de extradición de Julian Assange por alegaciones fabricadas de “asalto sexual” que fueron realizadas tan pronto como en el 2013.

Desde entonces, el gobierno británico ha continuado su vendetta contra el fundador de Wikileaks aunque los fiscales suecos finalmente abandonaron su investigación en mayo de 2017 y buscaron anular la Orden de Arresto Europeo contra él.

El Reino Unido está determinado a arrestar a Assange por violar sus condiciones de libertad bajo fianza en el 2012 y por buscar refugio en la embajada ecuatoriana, en dónde se encuentra confinado, separado de sus familiares y amigos y sufriendo de crecientes problemas de salud.

La semana pasada una corte británica sostuvo las demandas de los fiscales de que Assange debía ser arrestado si es que saliera de la embajada. Se espera que hoy día la corte falle una apelación por parte de sus abogados quienes sustentan que las acciones del gobierno son “desproporcionados” después de tantos años (ya que evadir la fianza típicamente se castiga con una multa o prisión de corto tiempo) y que la ONU ha declarado a Assange de haber sido detenido ilegal y arbitrariamente.

Según los correos, tan pronto como Assange tomara refugio en la embajada, la CPS “aconsejó” a los fiscales suecos de que no lo entrevistaran. El desconocido abogado del CPS que estaba tratando el caso de Assange y cuyo nombre ha sido redactado, declaró a su contraparte sueca, Marianne Ny, “Es simplemente impresionante cuánto este caso está generando. A veces parece como una industria. Por favor no pienses que este caso está siendo tratado como cualquier otro caso de extradición”.

Assange estaba preparado para ser cuestionado sobre las alegaciones contra él pero fue advertido de no retornar a Suecia, temiendo que sería extraditado a EE.UU. y juzgado por espionaje y traición, crímenes que conllevan una potencial pena de muerte. Ahora está más claro por qué los fiscales suecos no aceptaron su propuesta de ser entrevistado en Londres o por vídeo.

Los correos después revelan que en agosto del 2012 el abogado del CPS le dijo a Ny de que “no se eche para atrás”, en relación a un artículo de periódico que estaba sugiriendo que Suecia estaba a punto de abandonar el caso.

En octubre del 2013, Ny una vez más parecía considerar en abandonar el caso y le mandó un correo al abogado del CPS afirmando que “hay una demanda en la ley sueca para que las medidas coercitivas sean proporcionadas”.

“Se tiene que tomar en cuenta el tiempo que pasa, los costos y qué tan severo es el crimen junto con la intrusión o el detrimento al sospechoso. Junto a este trasfondo, nos hemos obligado a levantar la orden de detención (…) y retirar la orden de arresto europeo. Si es así, esto se debe realizar en un par de semanas. Esto no sólo nos afectaría a nosotros sino a ti en un modo significativo”, Ny concluyó.

El abogado del CPS respondió en diciembre del 2013: “No considero que los costos sean un factor relevante en este asunto”, una referencia al hecho que la policía metropolitana había gastado más de tres millones de libras hasta ese momento en su operación alrededor de la embajada ecuatoriana.

“Todo lo que haremos es esperar y ver lo que pasa (y quizás ¡tener que estar agradecidos de que ninguno de nosotros tendrá que compartir un cuarto en la embajada con él en Navidad!)”.

Los correos son una devastadora condena al gobierno británico, el cual ha jugado un papel importante en las operaciones de “trucos sucios” de EE.UU. que tiene como objetivo silenciar a Wikileaks y vengarse de Assange por haber expuesto los crímenes de guerra estadounidenses en Irak y Afganistán y sus intrigas y crímenes diplomáticos alrededor del mundo.

También es una condena al propio papel del Guardian como un partidario de la conspiración llevada a cabo por los gobiernos estadounidenses, británicos y suecos contra Assange.

En primer lugar publicó y editó de manera selectiva los cables revelados por Wikileaks que expusieron crímenes de guerra de EE.UU. y conspiraciones, pero rápidamente se fue contra Assange, liderando los intentos de desacreditarlo y exigir su retorno a Suecia.

Los grupos pseudo-izquierdistas británicos se alinearon por detrás de esta campaña, repitiendo la propaganda de los medios liberales de que las alegaciones de asalto sexual no tenían nada que ver con silenciar a Assange y destruir Wikileaks. Por más de un año, el Partido Socialista de los Trabajadores y el Partido Socialista rechazaron defender a Assange, hasta que final y brevemente rompieron su silencio para argumentar que “debe confrontar las acusaciones de violación” o que las acusaciones contra él “deben ser investigadas apropiadamente”. Ninguno de estos partidos ha publicado nada más que una referencia pasajera a Assange desde el 2012.

La publicación de The Observer tiene todos los elementos de un intento de daño de control en la víspera del caso de la corte de hoy día. Los correos que mencionan fueron publicados en el sitio web del CPS en agosto del 2017 (ver aquí y aquí ) como un resultado de un pedido de libertad de información por la periodista italiana Stefania Maurizi, quién pidió por la completa correspondencia entre el CPS y la Autoridad Fiscal Sueca, Ecuador, el Departamento de Justicia de EE.UU. y el Departamento de Estado de EE.UU.

El CPS solamente público la correspondencia con Suecia, afirmando que “en balance, el CPS consideró que los factores de interés público estaban en favor de mantener las exenciones”. La publicación de los otros correos insistieron que “tendría un efecto escalofriante preciso y profundo” a las relaciones con los “estados solicitantes”, es decir con EE.UU., y “inhibiría la habilidad del CPS en conducir procedimientos de extradición”.

No sólo el CPS rechazó publicar correspondencia con la administración estadounidense, sino que reveló en una audiencia del caso de Maurizi en noviembre del 2017 que el CPS había destruido correos claves luego de que el CPS se retirara en el 2014.

Al día de hoy está claro de que sólo una pequeña fracción del caso de Assange, el cual el CPS ha admitido que compromete a “55 archivos principalmente, un archivo A4 y una selección de otros archivos en papel”, ha sido publicado.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 13 de febrero de 2018)

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