Español

El contexto político de la lucha de los maestros en West Virginia

Miles de maestros, empleados escolares, obreros públicos y el público que los apoya luchan hoy en las calles exigiendo condiciones decentes de vida y una educación de alta calidad.

Los maestros rechazaron todas las amenazas en su contra; una gran mayoría votó a favor de una huelga estatal. Su postura cuenta con el amplio apoyo de estudiantes y padres que bien saben que la lucha de los maestros es la lucha suya.

Las demandas de los docentes los pone en contra de los partidos Republicano y Demócrata; también los confronta contra la federación sindical American Federation of Teachers - West Virginia (AFT-WV). Sus sindicatos se alistan para repudiar el voto a favor de una huelga entre sus miembros, para cancelar la lucha si el gobernador Justice y la legislatura del estado dan la menor señal de “movimiento”.

Los educadores no necesitan ningún patético aumento de uno, dos o tres por ciento, una demora en cuando a sus aplastantes deducibles y copagos médicos, que borrarían los aumentos. De nada les sirven las viejas promesas de nuevos comités y comisiones para encontrar otras fuentes de recursos, que incluirían nuevos impuestos regresivos sobre familias obreras que están al borde del hambre.

El Partido Socialista por la Igualdad (PSI) propone que los maestros exijan:

  • Un aumento inmediato para todos los trabajadores de educación y empleados públicos del cincuenta por ciento.
  • Eliminación de todos los pagos conjuntos, pagos deducibles y pagos extras para programas de salud o para los programas de jubilación; que el Estado los costee por completo.
  • Un aumento enorme en el presupuesto estatal para contratar más maestros, construir escuelas modernas y bien equipadas, con especialistas para vencer todas las vallas educativas que resultan de la pobreza, la mala salud, y de la crisis de opiáceos.

Es de suponer que tanto el gobernador como los miembros de los partidos Demócrata y Republicano en la legislatura estatal aullarán que no existen recursos para esas necesidades esenciales; lo que alumbra los intereses de clase que obedecen estos políticos.

El PSI sugiere cómo obtener esos recursos:

  • Confiscar las fortunas de los ocho megamillonarios que poseen la misma riqueza que la mitad de la población del mundo, 3,5 mil millones de personas.
  • Aumentar fuertemente los impuestos sobre el carbón, gas natural, productos químicos, biotécnicos y la industria maderera. Exigir la restitución de todos los dineros perdidos a causa de recortes impositivos estatales y de los tremendos recientes beneficios tributarios de parte del Gobierno de Trump.
  • Apoderarse de y convertir en empresas públicas los monopolios energéticos y las gigantescas empresas farmacéuticas que han envenenado este estado, regando millones de píldoras opiáceas sobre sus pequeñas ciudades.
  • Desviar para uso social los tremebundos 700 mil millones de dólares que los miembros de los partidos Demócrata y Republicano autorizan para la guerra a través del mundo y el saqueo global.

Los partidos Demócrata y Republicano son testaferros de las grandes empresas

La victoria en esta lucha se deriva del entendimiento de quiénes están del lado de los maestros y quiénes se les oponen.

En contra de los maestros están todos los grupos políticos de poder. A la misma vez que malgasta billones de dólares en guerra y recortes impositivos, el Gobierno de Trump arrebata miles de millones de dólares de la educación pública; propone también cupones educativos y toma otras medidas cuyo objetivo es destripar la educación pública con el fin de privatizar las escuelas públicas.

Los del Partido Demócrata no se quedan atrás en su repudio a los maestros, independientemente de su retórica sin sentido. En Washington, cede del Gobierno federal, los del Partido Demócrata colaboran con sus pares del Partido Republicano macheteando programas sociales y aumentando el presupuesto militar, a la vez que enfocan sus críticas hacia Trump en que éste no es suficientemente hostil hacia Rusia. Durante ocho años el Gobierno de Obama se entregó de lleno a los más grandes ataques contra los docentes, sus empleos y sueldos, al mismo tiempo que fomentaba las escuelas de gestión privada subsidiadas por el Estado.

En 1990, los maestros de West Virginia se enfrentaron en una huelga durante once días contra el gobernador Gaston Caperton (Partido Demócrata). Desde entonces, ni los del Partido Demócrata ni los del Partido Republicano han resuelto nada.

Organizar comités de base para organizar la lucha

Por su parte, los sindicatos aceptan el andamiaje empresarial y rechazan toda acción que haga peligrar sus estrechos vínculos con los políticos de las grandes empresas. Les preocupa que los maestros se salgan de su control; lejos de ser organizaciones obreras, son armas del Estado y de las empresas. La supresión sindical de la combatividad docente que nace de las décadas de destrucción de la educación pública es idéntica a los negociados del sindicato automotor United Auto Workers (UAW), que en estos momentos está enmarañado en un escándalo de corrupción por recibir sobornos de las empresas de automóviles.

Los maestros de base no pueden permitir que ni la AFT-WV o la WVEA (West Virginia Education Association) dirijan esta batalla. El PSI pide que los maestros, los empleados de educación, los padres y los alumnos formen comités en casa escuela, lugar de trabajo y comunidad para preparar una huelga estatal. Deben organizarse reuniones y manifestaciones; hay que apelar a empleados escolares y empleados públicos a través de EUA —especialmente en Pittsburg, Pensilvania, donde la gran mayoría de los maestros también ha votado hacer huelga—.

Un programa socialista en defensa de la educación pública

¡Maestros, ustedes cuentan con poderosos aliados: las clases obreras de West Virginia, de Estados Unidos y el mundo! Vuestro batallar es parte de la aceleración de luchas obreras por todo el mundo contra la desigualdad social. Hay que organizar y movilizar políticamente la creciente ira; y encarrilarla contra el sistema capitalista que es la causa de la desigualdad social y de la guerra. La historia nos enseña claramente que las luchas colectivas de la clase obrera han conquistado todos los derechos, entre los que están la abolición de la mano de obra infantil, y el acceso de los niños de clase obrera a escuelas públicas gratuitas.

Como ocurre con toda batalla de inmediato surge la probabilidad de multas, despidos y detenciones, de parte de los dos partidos de las grandes empresas. Por lo tanto, educadores y empleados estatales deben lograr al mayor apoyo posible, en West Virginia y otros lugares.

Esta batalla plantea una interrogante fundamental: ¿A quién le pertenece el derecho de decidir cómo se utilizan los recursos sociales? Para que ese derecho sea de la clase trabajadora, ésta debe apoderarse del poder e impedir que las empresas y bancos tomen las decisiones sociales, económicas y políticas. El PSI se dedica a la construcción de un movimiento político de las masas obreras, independiente de los dos partidos burgueses, para luchar por el socialismo y por la reorganización de la vida económica en base a las necesidades humanas y no al lucro particular de las empresas.

El boletín docente del WSWS (WSWS Teacher Newsletter) hará todo lo posible para ayudar en la creación de comités de base, crear lazos fraternales entre maestros, trabajadores públicos y sus hermanos y hermanas a través de EUA y el resto del mundo, para avanzar esta lucha. Les urgimos a los maestros que se pongan en contacto con nosotros, que se suscriban a nuestro boletín y que participen en esta gran batalla.

Para registrarse en el boletín docente del WSWS haga clic aquí.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 16 de febrero de 2018)

Loading