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¡Formen comités de base para expandir la huelga!

El camino a seguir para los profesores de West Virginia

La huelga de los maestros de West Virginia y los empleados de las escuelas públicas se encuentra en una encrucijada. Los políticos demócratas y republicanos, representando los intereses corporativos, les ofrecen a los maestros una “opción” entre dos alternativas inaceptables.

Durante el fin de semana, el Senado estatal, presidido por el republicano Mitch Carmichael, aprobó un proyecto de ley que reduce el aumento salarial propuesto de cinco por ciento, respaldado por el gobernador republicano Justice y la Cámara de Delegados, a un cuatro por ciento. Hablando como representante de DuPont, Dow, Patriot Coal y otros gigantes energéticos, químicos y farmacéuticos, Carmichael les ha arrojado el guante a los maestros y se está preparando para reprimir enérgicamente la huelga como ejemplo para toda la clase trabajadora.

Esto ha puesto al descubierto la bancarrota de la Asociación de Educación de West Virginia (WVEA, siglas en inglés), la Federación Estadounidense de Maestros-West Virginia (AFT-WV) y la Asociación de Personal de Servicios Escolares de West Virginia (WVSSPA). Los sindicatos les han dicho a los trabajadores que depositen su confianza en las maniobras de trastienda con los demócratas y republicanos, quienes fueron comprados y pagados por las grandes empresas.

La respuesta a Carmichael por parte de Justice, los demócratas y los líderes sindicales es: “¡No el cuatro por ciento, sino el cinco por ciento!”. ¡Como si esto marcara una diferencia significativa! Con la artimaña de “pelear” por un uno por ciento extra sobre los salarios e ignorar las principales demandas de los maestros sobre los costos de la atención médica, los sindicatos y sus aliados demócratas están tratando de retomar la iniciativa de manos de las bases y canalizar la lucha detrás de inútiles protestas a los líderes republicanos en el Senado estatal.

Esta es una estrategia para contener, aislar, disipar y terminar la huelga con base en un trato completamente entreguista. Además, Justice, mientras trabajaba con los sindicatos, ha amenazado con “ir a DEFCON 15”, es decir, librar una guerra total contra los maestros si no se someten.

La semana pasada, los maestros tomaron una postura valiente. Al rechazar abrumadoramente el acuerdo que presentaron Justice y los sindicatos, expresaron su determinación de luchar no solo por sus propios intereses, sino por los intereses de toda la clase trabajadora. La pregunta ahora es: ¿cuál es el camino hacia adelante?

¡ A movilizar a toda la clase trabajadora y formar comités de base para tomar el control de la huelga!

Existe un enorme apoyo popular para los maestros en huelga y los empleados de las escuelas públicas. Los trabajadores de todo el mundo ven en las demandas de los maestros sus propias demandas, y en esto radica el potencial para fortalecer inmensamente la huelga. El apoyo de la clase trabajadora no se limita a West Virginia. Los maestros y los trabajadores de las escuelas públicas en Oklahoma, Pittsburgh, Nueva Jersey, Minneapolis, Arizona y otras ciudades y estados se han inspirado para presionar por una huelga.

Los trabajadores de telecomunicaciones de Frontier salieron en paro el domingo por la mañana en oposición a los recortes de empleos. Desde Reino Unido hasta Ghana, los trabajadores han expresado su apoyo a los maestros de West Virginia.

Este apoyo debe ser movilizado y organizado. Ante las amenazas de órdenes judiciales y despidos, la clase trabajadora debe responder con preparativos para una huelga general estatal.

¡No se puede confiar en la WVEA, la AFT-WV ni la WVSSPA! En todo momento, la huelga se ha librado en oposición a los esfuerzos de los sindicatos por contenerla y terminarla. Enfrentando la ira masiva y una ola de huelgas locales, los sindicatos convocaron una huelga de dos días. Luego celebraron un acuerdo podrido como una gran victoria y ordenaron a los maestros regresar al trabajo. Cuando el acuerdo fue rechazado por una abrumadora mayoría y los maestros se organizaron para continuar con la huelga, los dirigentes sindicales nuevamente están buscando la manera de traicionar totalmente la huelga.

El Partido Socialista por la Igualdad insta a los maestros en huelga y a los trabajadores escolares a pasar de reuniones y mítines espontáneos a la elección de comités de huelga de las bases, independientes de los sindicatos y compuestos por los propios trabajadores. Estos comités deben enviar llamamientos urgentes a toda la clase trabajadora, tanto en EUA como fuera, y organizar delegaciones de huelguistas y jóvenes estudiantes para ir a los principales lugares de trabajo para alentar a los trabajadores a unirse a la lucha.

Estos comités crearán las condiciones de lucha para avanzar las demandas de los maestros y toda la clase trabajadora. Todo trabajador tiene derecho a un trabajo bien pagado, atención médica, educación pública y una jubilación segura. Se deben tomar medidas urgentes para proporcionar tratamientos para la epidemia de opioides, abordar el crecimiento de la enfermedad del pulmón negro y reconstruir la infraestructura del estado.

Una lucha política contra el sistema capitalista

Por supuesto, los políticos demócratas y republicanos declararán que “no hay dinero” para tales derechos elementales. Esto solo demuestra a cuál clase representan y que los maestros están comprometidos a emprender una lucha contra toda la élite política.

Aquellos que dicen que la huelga no es política y exigen que la “política” se mantenga fuera de la lucha están haciéndoles un servicio a las corporaciones y al Gobierno. En nombre de dejar la política a un lado, están promoviendo la política de la clase dominante.

Contra los maestros se encuentran los políticos demócratas y republicanos, que se oponen a cualquier medida que inhiba los intereses de las empresas que manejan el estado. Detrás de Justice, Carmichael, Ojeda y compañía, se encuentran los políticos de las grandes empresas en Washington, quienes coinciden en la necesidad de obligar a la clase trabajadora a pagar por una transfusión interminable de riqueza para la élite corporativa y financiera.

La huelga plantea la cuestión política más básica de todas: ¿Cuáles intereses determinarán las políticas sociales y económicas? ¿Los de la élite corporativa y financiera que controla a los dos partidos de las grandes empresas o los de los trabajadores, quienes producen toda la riqueza de la sociedad pero que en todas partes son explotados y oprimidos?

Tres multimillonarios en EUA controlan más riqueza que la mitad más pobre de la población. Se gastan más de $700 mil millones cada año en el ejército estadounidense. Se han entregado billones a los bancos para alimentar las burbujas del mercado bursátil y aumentar la fortuna de los ricos. La clase dominante acaba de implementar un recorte de impuestos de $1,5 billones para las corporaciones y los ricos. ¡Y dicen que no hay dinero!

Los recursos existen, pero están monopolizados por los ricos. La gran riqueza creada por el trabajo de generaciones de trabajadores debe ser tomada de las manos de unos pocos privilegiados y puesta a disposición del pueblo como un todo. El PSI aboga por una redistribución radical de la riqueza, incluido un impuesto masivo a los ricos. Los gigantescos bancos y corporaciones deben transformarse en servicios públicos y ser democráticamente controlados y operados sobre la base de necesidades sociales, no de ganancias privadas.

Esto significa una lucha para reemplazar el capitalismo —un sistema en el que la gran mayoría trabaja por el lucro y las riquezas de unos pocos— con el socialismo, una sociedad basada en la igualdad y la liberación material y espiritual de la humanidad de la guerra, la opresión y la necesidad.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 5 de marzo de 2018)

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