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Trump designa a John Bolton como asesor de Seguridad Nacional, reemplazando a McMaster

Donald Trump anunció ayer que el ex embajador de Estados Unidos en las Naciones Unidas, John Bolton, reemplazará al general H. R. McMaster como asesor de Seguridad Nacional a partir del 9 de abril.

Trump anunció la decisión por tuit exactamente una semana después de que los funcionarios de la Casa Blanca filtraran la probable destitución de McMaster al Washington Post.

El nombramiento de Bolton lleva de regreso a la Casa Blanca a uno de los principales arquitectos y defensores de la Guerra de Irak, donde sirvió por última vez durante el gobierno de Bush de 2005 a 2006. El flagrante papel de Bolton en mentir al público, primero sobre las justificaciones para lanzar la guerra y luego, como embajador de la ONU, sobre la conducción de la guerra misma, lo convirtió en una de las figuras más odiadas de la administración Bush.

Habiendo comenzado políticamente como abogado de la industria tabacalera y protegido político del senador archirreaccionario de Carolina del Norte, Jesse Helms, un opositor de la integración racial y anticomunista rabioso, Bolton recibió una serie de cargos en los Departamentos de Justicia de Estado, así como la Agencia para el Desarrollo Internacional.

A través de sus discursos beligerantes ante la ONU, Bolton llegó a ser el epítome de la guerra de Irak y su criminalidad. A medida que crecía la oposición a la guerra, el gobierno de Bush ni siquiera podía obtener una votación completa en el Senado para confirmar a Bolton cuando Bush lo nominó nuevamente en noviembre de 2006. Bolton fue forzado a los círculos externos de poder, relegado a un puesto en el American Enterprise Institute y como busto parlante en Fox News.

Su resurrección política es una señal más de que la administración Trump está armando un gabinete aún más derechista y militarista que antes de la reorganización reciente. En las últimas semanas, Trump nominó al director de la CIA Michael Pompeo, un títere de extrema derecha de los hermanos Koch, para reemplazar al exsecretario de Estado saliente Rex Tillerson. El candidato de Trump para ocupar el lugar de Pompeo es Gina Haspel, quien dirigía un centro de tortura en el centro clandestino de detención de Estados Unidos en Tailandia bajo la administración Bush.

Bolton defendió recientemente la guerra con Corea del Norte en un artículo de opinión del 28 de febrero de 2018 en el Wall Street Journal titulado “El caso legal para atacar a Corea del Norte”. Bolton reiteró la doctrina de la guerra preventiva —prohibida por los juicios de Nuremberg a los dirigentes sobrevivientes del Tercer Reich de Hitler— que la administración Bush usó para justificar el lanzamiento ilegal de la guerra en Irak:

“Los oponentes a la toma de decisiones aducen que la acción no está justificada porque Pyongyang no constituye una ‘amenaza inminente’. Están equivocados. La amenaza es inminente, y el caso en contra de la prevención se basa en la interpretación errónea de un estándar que se deriva de los tiempos prenucleares, pre-misiles balísticos. Dadas las lagunas en la inteligencia de EUA sobre Corea del Norte, no deberíamos esperar hasta el último minuto”.

El presidente Trump anunció recientemente reuniones cara a cara con el líder norcoreano Kim Jong Un programadas para mayo. Trump ha despedido a figuras como McMaster y Tillerson, quienes plantearon su oposición a la reunión propuesta.

Bolton también es un defensor desde hace mucho tiempo de la guerra preventiva contra Irán.

En 2015, Bolton abogó por el lanzamiento de una guerra contra Irán. En un editorial del New York Times del 26 de marzo titulado “Para detener la bomba de Irán, bombardeen Irán”, Bolton escribió que “incluso sin pruebas palpables”, la guerra se justificó porque “el tiempo es terriblemente corto, pero un ataque puede tener éxito”. En enero de 2018, Bolton escribió en el Wall Street Journal que el acuerdo P5 + 1 entre los Estados Unidos junto con las otras potencias principales e Irán es “un error estratégico masivo”, una posición compartida por el candidato a la Secretaría de Estado, Pompeo.

En 2017, Bolton abogó por poner fin a la política de “Una China” que reconoce a China como el soberano de Taiwán. Bolton tomó la posición de que Estados Unidos debería establecer bases militares en Taiwán, una posición que probablemente resultaría en un enfrentamiento militar entre dos potencias con armas nucleares.

Bolton asumió un papel de liderazgo en los esfuerzos de la administración Bush para justificar la guerra de agresión contra Irak basada en la mentira de que Saddam Hussein estaba desarrollando “armas de destrucción masiva”. Como subsecretario de Estado para Control de Armas y Seguridad Internacional en 2002, fue responsable por promover pruebas falsas de que Irak estaba tratando de comprar uranio (“torta amarilla”) de Níger. Al igual que el resto de los pretextos de la administración Bush para la guerra en Irak, esta fue una mentira descarada.

Bolton no solo tendrá la atención del presidente Trump, sino que también dirigirá el Consejo de Seguridad Nacional, que coordina las políticas de las agencias de inteligencia, las diferentes ramas de las fuerzas armadas y el Departamento de Estado. Como escribió Vox News, “presentará al presidente evaluaciones estratégicas de funcionarios de alto nivel como los secretarios de defensa y el estado, ofrecerá sus propias ideas y luego comunicará la decisión final de Trump a las agencias y trabajará para garantizar su implementación”.

El resurgimiento de Bolton dentro del círculo interno de toma de decisiones imperialista estadounidense expone el papel desempeñado por el Partido Demócrata desde el inicio de la Guerra de Irak, lanzado hace 15 años esta semana. En cada etapa de preparación, lanzamiento y expansión de la guerra, el Partido Demócrata intentó desviar la oposición masiva a la guerra detrás de sus propias campañas electorales, incluida la de John Kerry en 2004, las elecciones de mitad de período de 2006, la campaña de Barack Obama en 2008, y las de Bernie Sanders y Hillary Clinton durante las primarias demócratas y las elecciones generales de 2016.

A pesar de que el Partido Demócrata controló la presidencia de 2009 a 2017, ni una sola de las principales figuras responsables de los crímenes de guerra, incluidos los funcionarios de la CIA responsables de la tortura, ha sido castigada o incluso despedida.

En cambio, Obama intensificó la guerra imperialista en todo el mundo. Justo esta semana, el Partido Demócrata votó a favor de un presupuesto federal de $1,3 billones que incluye aumentos masivos en el gasto militar. Como resultado del carácter imperialista de ambos partidos, una figura detestable como John Bolton puede regresar al Despacho Oval.

(Artículo publicado el originalmente en inglés el 23 de marzo de 2018)

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