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La verdad sobre Cambridge Analytica-SCL: operaciones psicológicas de actores del Estado profundo de Gran Bretaña y Estados Unidos

El escándalo que rodea la relación de Facebook con Cambridge Analytica, la empresa electoral basada en datos que fue asociada previamente con quien fuera coordinador de la campaña de Trump, Steve Bannon, domina los medios en Estados Unidos y Gran Bretaña.

Las preocupaciones serias por la seguridad que involucran la recolección de información personal de alrededor de 50 millones de usuarios de Facebook fueron enfatizadas por Channel 4 News. Una investigación encubierta grabó al Director Ejecutivo de Cambridge Analytica, Alexander Nix jactándose de operaciones con trucos sucios para entrampar a políticos y subvertir elecciones.

No obstante, mientas que las revelaciones se utilizan para apoyar las afirmaciones histéricas sobre la “intervención rusa”, un examen más cercano revela que la amenaza verdadera y mucho más fundamental a los derechos democráticos involucra programas de operaciones psicológicas dirigidas por elementos del Estado profundo británico y del estadounidense.

La casa matriz de Cambridge Analytica es la británica SCL. Anteriormente llamada Strategic Communication Laboratories [Laboratorios de Comunicación Estratégica], es una empresa privada de investigación conductual y comunicación estratégica, fundada en 1993 por Nigel Oakes. Hijo del alcalde John Waddington Oakes y ex-novio de Lady Helen Windsor, Oakes antes de establecer SCL había estado empleado por Saatchi & Saatchi, la agencia de publicidad predilecta de Margaret Thatcher.

Como con Oakes, la junta directiva de SCL incluye a miembros de la clase dominante británica, desde exoficiales militares y contratistas de defensa hasta donantes importantes del Partido Conservador.

Lord Ivar Mountbatten, primo tercero de la reina Isabel, está en su junta, mientras que el director ejecutivo Roger Gabb es un millonario comerciante de vino, ex-oficial de las fuerzas especiales de Gran Bretaña y gran donante al partido Tory [conservador]. El presidente de SCL, Sir Geoffrey Pattie fue ministro de defensa de Thatcher. El presidente de SCL es el capitalista de operaciones conjutnas Julian Wheatland, quien también preside la Asociación de Conservadores de Oxforshire. El extesorero del Partido Conservador, Johnathan Marland, y enviado de comercio durante el gobierno de David Cameron, es accionista.

Otros asociados pasados o actuales con SCL incluyen al millonario propietario y donante del Partido Tory Vincent Tchenguiz; Sir James Allen Mitchell, asesor real desde 1885; el Contralmirante John Tolhurst, ex-asistente del director de guerra naval en el Ministerio de Defensa y ayudante de campo de la reina; y Gavin McNicoll, creador de la firma Eden Intelligence, que ha conducido proyectos para el gobierno británico.

SCL presume de que provee “datos, análisis y estrategia a gobiernos y organizaciones militares de todo el mundo”, notablemente al Ministerio de Defensa de Gran Bretaña, al Departamento de Estado de Estados Unidos y a la OTAN. Afirma que ha llevado a cabo “programas de cambio de comportamiento” en más de 60 países. Uno de sus primeros contratos en 1999 fue promover al presidente de Indonesia Abdurrahman Wahid. Ha trabajado para influir elecciones en Afganistán, Letonia, Ucrania, Nigeria y Kenia, entre otros.

Cambridge Analytica fue lanzada por SCL en 2012 para extender sus operaciones a los Estados Unidos. En alianza con el billonario de fondos de cobertura, Robert Mercer, esto incluyó las primarias republicanas para las elecciones de 2016, donde trabajó para apoyar a Ted Cruz y después a Donald Trump.

No hay nada nuevo en esto. Actividades similares se habían conocido, facilitado y respaldado por políticos y militares de la clase dirigente británica y de Estados Unidos durante años.

De acuerdo con Liam O’Hare de Bella Caladonia, SCL pasó a cotizar en bolsa en 2005 en la conferencia de la DSEI ―una feria global de defensa y seguridad en Londres― promoviéndose como la primera compañía privada en proveer servicios de guerra psicológica al ejército de Gran Bretaña: “Su método de venta agresiva incluía una demostración de cómo el gobierno de Gran Bretaña podría usar una sofisticada campaña de engaño masivo para engañar a los británicos sobre el hecho de que hubiera ocurrido un accidente en una planta química que amenazaba el centro de Londres”.

Tal anzuelo de venta es aún más escalofriante dados los recientes acontecimientos en Salisbury, en que hubo un supuesto intento de asesinato al doble agente Sergei Skripal y a su hija, Yulia ―víctimas de un agente nervioso aún no identificado—. Este discurso se está utilizando por parte del gobierno para establecer provocaciones contra Rusia.

Una solicitud de acceso a la información pública de agosto de 2016 mostró que el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña otorgó un contrato de 40.000 libras esterlinas a SCL para proveer “entrenamiento externo” en 2010/2011 y 150.000 libras esterlinas para “la adquisición de análisis de audiencias objetivo” en 2014/15.

“Además, SCL también es portador de una autorización secreta como contratista de ‘lista X’ del Ministerio de Defensa de Gran Bretaña. Un sitio de Lista X es un sitio comercial en suelo británico que ha sido aprobado para tener información del gobierno considerada como ‘confidencial’ y más alto. Esencialmente, SCL obtuvo luz verde para tener los secretos del gobierno británico en sus instalaciones”.

Las revelaciones de las conexiones del gobierno británico con SCL forzaron a Theresa May a declarar en el Parlamento el miércoles, “Hasta donde yo tengo conocimiento el gobierno no tiene contratos en la actualidad con Cambridge Analytica o con el Grupo SCL”.

Un vocero admitió que el gobierno había tenido tres contratos previos con el Grupo SCL, pero dijo que estos ya habían concluido.

Según The Guardian, en 2014 “oficiales del Ministerio de Defensa trabajaron con el Grupo SCL en el ‘Proyecto Duco’ para analizar cómo interactuaría la gente con ciertos envíos de mensajes del gobierno”.

El proyecto fue conducido por el Laboratorio de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Defensa (DSTL por sus siglas en inglés), que se enfocó en maximizar el “impacto de la ciencia y la tecnología para la defensa y seguridad de Gran Bretaña”.

El Proyecto Duco fue parte del trabajo “de influencia humana y social”, y SCL recibió 150.000 libras esterlinas como pago. Asesoró en cómo el Análisis de Audiencias Objetivo (TAA, por sus siglas en inglés) podría “contribuir a las comunicaciones estratégicas del gobierno”.

The Guardian ha estado en primera línea de la campaña sobre las noticias falsas rusas en Gran Bretaña. Se vio obligado a reconocer que el trabajo de SCL en el Proyecto Duco y su rango de ‘Lista X’ “es probable que genere preocupaciones de que las autoridades gubernamentales tuvieran conocimiento de las operaciones de SCL y Cambridge Analytica, e intentaran usarlos para promover mensajes del gobierno”.

En otras palabras, Cambridge Analytica y SCL no actuaron como representantes del gobierno ruso sino para sectores significativos del aparato militar y de inteligencia de Estados Unidos y Gran Bretaña. Aquí se puede consultar un vínculo a un reporte sobre el Proyecto Duco con partes muy editadas. Es preciso notar que la propiedad intelectual pertenece al laboratorio de ciencia y tecnología del gobierno en Porton Down, a ocho millas de Salisbury.

Nafeez Ahmed de la inteligencia de INSURGE se explayó sobre las conexiones entre SCL, la oficina de asuntos exteriores británica y “otros elementos de la clase política y financiera de Gran Bretaña”. Los lazos son tan estrechos que “el año pasado el director ejecutivo de la Oficina de Asuntos Exteriores, Wilton Park, invitó a la subsidiaria del Grupo SCL, SCL Elections, a hablar sobre cómo el uso de los datos en las elecciones presidenciales del 2016 podría ser aplicada en la agenda diplomática y de política exterior del gobierno”.

Los ejecutivos del Grupo SCL fueron Mark Turnbull, gerente general de SCL Elections y David Wilkinson, el científico de datos principal, que se dirigió a la Oficina de Relaciones Exteriores y Commonwealth (FCO, por sus siglas en inglés) en febrero de 2017 sobre el tema de “examinar la aplicación de datos en las recientes elecciones presidenciales en Estados Unidos”.

“La reunión fue conducida e inaugurada por Johnathan Allen ―en ese entonces el Director General de Defensa e Inteligencia de la FCO. Allen es ahora Representante Permanente Adjunto de Theresa May ante las Naciones Unidas”.

O’Hare explica que la TAA “evolucionó durante la batalla por los corazones y las mentes en Afganistán”.

Un informante de SCL ha acusado que las técnicas utilizadas por el Grupo SCL ha remontado a TAA a los métodos utilizados por los militares de Estados Unidos y Gran Bretaña en Irak. IR.net reporta que el informante indica que “parte de esta tecnología de hecho era propiedad del Ministerio de Defensa de Gran Bretaña y/o del Ejército de Estados Unidos, y ahora no quieren que la gente sepa que fue un arma que está actualmente libre, se utiliza para manipular de manera privada elecciones en todo el mundo”.

SCL recibió 548.000 libras esterlinas para dar entrenamiento a la OTAN que incluía proveer un curso de 8 semanas a su equipo. Esto fue “posteriormente dictado a los oficiales de gobierno de Georgia, Ucrania y Moldavia”.

Turnbull también encabeza Cambridge Analytica Political Global. Previamente fue empleado durante 18 años en Bell Pottinger, donde, explica O’Hare, dirigió “la estrategia de relaciones públicas financiada por el Pentágono durante la ocupación de Irak que incluía la producción de videos falsos de al-Qaeda”.

El Departamento de Estado de Estados Unidos tiene un contrato de 500.000 dólares con SCL para proveer “apoyo en investigación y análisis en relación con nuestra misión de contrarrestar la propaganda y desinformación terrorista en ultramar”.

Una rama, SCL Defense, recibió 775.000 dólares para “apoyar operaciones de la OTAN en el Este de Europa dirigidas a Rusia”.

O’Hare reporta, “La compañía dictó un curso de tres meses en Riga, en el que se enseñaron ‘técnicas avanzadas de contrapropaganda diseñadas para ayudar a Estados miembros a evaluar y contrarrestar la propaganda rusa en el Este de Europa”.

“El sitio de la OTAN indicaba que el entrenamiento ‘revolucionario’ ayudaría ‘a los ucranianos a defenderse mejor contra la amenaza rusa’”.

SCL también ha tenido contratos con el Pentágono para operaciones psicológicas en Irán y Yemen.

Cualesquiera que hayan sido los inicios del programa TAA, la historia real que esconden los medios oficiales es que las operaciones encubiertas y las técnicas de subversión detonadas por las aventuras del imperialismo neocolonial de Estados Unidos y Gran Bretaña, ahora están siendo utilizadas sobre sus poblaciones domésticas.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 26 de marzo de 2018)

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