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Perspectiva

La Unión Europea intensifica campaña para aterrorizar a refugiados

La cumbre de la Unión Europea a fines de la semana pasada marcó un punto de inflexión peligroso en la historia europea desde la Segunda Guerra Mundial. Las medidas de Bruselas dirigidas contra los refugiados han expuesto a la UE por lo que es: un instrumento reaccionario de las clases gobernantes. A pesar de sus crecientes diferencias, los Gobiernos europeos están utilizando a la UE para intensificar sus políticas de militarismo, represión y ataques sociales contra la clase obrera. Ahora, como lo reflejó la cumbre en Bruselas, la UE ha girado fuertemente hacia la derecha, con fuerzas fervientemente nacionalistas y ultraderechistas definiendo la agenda.

La monstruosa persecución de inmigrantes es un fenómeno internacional. En Estados Unidos, el Gobierno de Trump está separando a niños de sus padres y deteniéndolos en jaulas, mientras que planea establecer una red de campos militares para 120.000 detenidos. El carácter global de esta guerra contra las secciones más vulnerables y empobrecidas de la clase obrera internacional demuestra que es un producto de la crisis mortal del sistema capitalista global.

El canciller austriaco, Sebastian Kurz, quien gobierna en Viena en coalición con el Partido de la Libertad (FPÖ, por sus siglas en alemán) de extrema derecha, asumió la Presidencia de la UE el domingo. Las fuerzas de extrema derecha y tinte fascista por toda Europa están aplaudiendo la agenda contra refugiados de Kurz y el FPÖ. Durante el congreso del partido Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en inglés) el fin de semana, su vocero a nivel federal, Jörg Meuthen, describió a Kurz como un compañero en la batalla por la “Fortaleza Europa”. El líder de la AfD declaró, “Aquellos con los que queremos y debemos cooperar son Hand-Christian Strache, Sebastian Kurz, Matteo Salvini y Victor Orban”.

En Viena, Kurz enfatizó que la política de la UE para refugiados es esencialmente la mis que la de la extrema derecha. Afirmó, por medio de un vocero, que encabeza un “Gobierno federal claramente proeuropeo” y busca alcanzar una solución de la cuestión de refugiados a nivel europeo. Añadió que sus “aliados en Alemania” se encuentran “en el Gobierno alemán encabezado por la canciller Angela Merkel y el ministro del Interior, Horst Seehofer”. En una entrevista para la televisión austriaca, Kurz señaló: “Es importante que lo decidido sea implementado pronto. Seguiremos presionando para que ello ocurra”.

Las medidas propuestas evocan los capítulos más oscuros de la historia europea. Entre otros puntos, incluyen el cierre completo de la “Fortaleza Europa” y deportaciones masivas a zonas de guerra en Oriente Próximo y África. La declaración oficial de la cumbre aprobada por todos los Estados miembros el viernes declara: “El Consejo Europeo afirma que los Estados miembros deben garantizar el control efectivo de las fronteras externas de la UE con apoyo financiero y material a la UE. Toma en cuenta que la repatriación de migrantes irregulares debe ser significativamente aumentada”.

A fin de aterrorizar a los refugiados, la agencia fronteriza europea Frontex recibirá 10.000 efectivos nuevos para el 2020 y será convertida en una policía militar de facto. La cumbre acordó el establecimiento de campos de concentración en el norte de África y dentro de las fronteras de la UE para refugiados. En la declaración oficial, estos centros de detención son descritos eufemísticamente como “plataformas de desembarque” y “centros de control” para “el reasentamiento y creación de nuevos asentamientos” para los refugiados. Dichos eufemismos rememoran aquellos que empleaban los nazis para describir sus políticas genocidas contra los judíos, gitanos y otros “extranjeros”.

La UE reconoce plenamente que los campos planeados en el norte de África serán centros de terror y tortura, similares a los campos de concentración nazis. Como el embajador alemán en Níger le comentó por medio de un cable diplomático interno en el 2017 a la canciller y varios ministerios, “Los abusos a los derechos humanos más serios y sistemáticos [están ocurriendo] en Libia”. Según un artículo en Welt am Sonntag, el documento afirma que “fotografías y videos auténticos de teléfonos celulares demuestran que existen condiciones semejantes a campos de concentración en las prisiones privadas”.

En los campamentos libios “ocurren diariamente ejecuciones de refugiados que no pueden pagar, tortura, violaciones, chantajes y abandonos en el desierto”, según la correspondencia. “Varios testigos oculares hablaron sobre exactamente cinco ejecuciones por semana en la prisión, anunciadas y llevadas a cabo cada viernes para hacer campo para nuevos llegados, es decir, para aumentar el rendimiento humano y consecuentemente los ingresos del operador”.

Los centros existentes en Grecia, los cuales marcaran la pauta para los centros de detención por toda la UE, también se asemejan a campos de concentración. Un artículo en el Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung el domingo sobre el “punto de acceso” creado en la isla de Lesbos por el Gobierno griego de Syriza reportó una “visita al infierno”. La zona fortificada de una hectárea que antes albergaba cuarteles del ejército aloja actualmente a 7.500 personas bajo condiciones catastróficas.

“El alambre de púas se extiende por encima de las mallas”, observa el artículo. “Todas las entradas al campamento tienen torres de vigilancia y guardias con armas… Cualquiera que quiera entrar debe mostrar su identificación. La prensa está particularmente restringida de un acceso fácil dentro de las puertas”.

El establecimiento de tales instituciones en los principales países capitalistas constituye una seria advertencia para los trabajadores y jóvenes. Como sucedió durante los regímenes fascistas, los centros de detención serán utilizados contra oponentes políticos y finalmente contra la clase obrera en general”.

La Unión Europea está preparándose para una confrontación con la clase trabajadora, la cual se muestra cada vez más en rebelión contra sus políticas militaristas y antiobreras. Alrededor de 100.000 trabajadores y jóvenes protestaron en Viena el sábado contra la propuesta del Gobierno de introducir una jornada laboral de 12 horas, aumentando el número máximo de horas laborales semanales a 60.

Bajo la retórica de “Una Europa que protege”, la Presidencia de la UE actualmente en manos de Austria busca acelerar la formación de un Estado policial europeo. Con este fin en mente, realizará una cumbre de la UE en Salzburgo el 20 de setiembre.

El World Socialist Web Site y las secciones del Comité Internacional de la Cuarta Internacional urgen a los trabajadores a establecer comités de acción independientes en sus lugares de trabajo, escuelas, universidades y comunidades para organizar protestas y huelgas contra los allanamientos policiales y ataques contra los inmigrantes y refugiados. Las siguientes demandas deben ser echas y discutidas lo más ampliamente posible:

  •  El desmantelamiento de campos de detención en Oriente Próximo y el Norte de África, el retiro de todas las tropas europeas y estadounidenses de estas regiones y el tránsito seguro y libre de refugiados en los países de su elección en la UE.
  • La abolición de la policía fronteriza de la UE, Frontex.
  • La no cooperación con la máquina de deportación de la UE y con todas las políticas estatales que preparan una limpieza étnica.
  •  La provisión de billones de euros en servicios públicos, programas de capacitación y puestos de trabajo para todos los trabajadores, inmigrantes como nativos por igual. La riqueza derrochada durante la última década de rescates bancarios por parte de la UE debe ser expropiada y utilizada para satisfacer las urgentes necesidades sociales de la población trabajadora.

El desarrollo de tales comités debe estar conectado con el movimiento de la clase obrera internacional por abolir el sistema capitalista y de Estados-nación. El hecho de que todos los partidos gobernantes en Europa, desde el pseudoizquierdista Syriza y el socialdemócrata PSOE en España, hasta la gran coalición alemana y los partidos ultraderechistas en Italia, Austria y Europa del Este, estén cooperando estrechamente para intensificar los esfuerzos para aterrorizar a los refugiados subraya la realidad de que los trabajadores se enfrentan a tareas revolucionarias. El capitalismo europeo no puede ser amansado. Debe ser derrocado y reemplazado por los Estados Unidos Socialistas de Europa.

León Trotsky indicó en el manifiesto de la Cuarta Internacional, escrito durante la primera etapa de la Segunda Guerra Mundial, que la “tarea suscitada por la historia no es apoyar a una parte del sistema capitalista contra la otra, sino acabar con el sistema en su conjunto”.

Esta tarea se presenta hoy con una urgencia renovada. Para prevenir un retorno a la barbarie y la guerra, la clase trabajadora debe oponerse a todas las facciones de la clase capitalista y asumir conscientemente la lucha por avanzar un programa socialista e internacionalista.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 2 de julio de 2018)

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