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México: Goodyear despide a trabajadores por formar un sindicato independiente

El 9 de julio, la empresa llantera Goodyear despidió a aproximadamente 50 trabajadores en su planta de San Luis Potosí como represalia por una acción huelguista que ocurrió en abril, cuando unos 600 obreros se declararon en paro para mejorar sus condiciones de trabajo y por el derecho de formar su propio sindicato. Los trabajadores en la planta anunciaron un paro laborar para protestar contra los despidos.

Los trabajadores están en una lucha abierta contra la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM), la cual firmó un contrato de “sindicato de protección” con la empresa más de dos años antes de que abriera la planta. El trato con Goodyear supuestamente fue negociado por Tereso Medina, un político del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que está dirigiendo esfuerzos en el Senado para perjudicar los derechos de los trabajadores y fortalecer el poder de las compañías.

Los trabajadores que fueron despedidos reportaron que fueron encerrados en un cuarto y notificados de que serían despedidos sin ninguna justificación por parte de la empresa. Varios reportaron que los representantes de Goodyear fueron a sus casas y les pidieron que no volvieran a su trabajo. Un portavoz elegido por los trabajadores le dijo a Código San Luis: “El abogado de la empresa, José María de la Garza, se acercó a mi domicilio en una actitud muy déspota, agrediendo verbalmente y amenazando de que iba directo a mi despido. Yo le pregunté las causales, me dijo ‘Es una limpia, tu conoces lo que estás haciendo’, y pues prácticamente se refiere al movimiento genuino de organización de los trabajadores”.

Los despidos ocurrieron a pesar de que la empresa había acordado explícitamente no tomar represalias contra los que participaron en la huelga el 24 y 25 de abril.

Después de que los trabajadores anunciaron que cerrarían la planta la noche de los despidos, Goodyear, con el respaldo de la CTM, trajo a golpeadores armados para tratar de intimidarlos. La policía estatal y municipal, actuando a nombre de la compañía, también fue llamada para prevenir más protestas. “No sabemos si podemos protestar o no porque la gente tiene miedo, tememos por nuestra integridad ya que hay personas ajenas interviniendo y están armadas”, dijo un trabajador en una conferencia de prensa. “Tememos que nos pase algo, nos han estado amenazando, hostigando, están tomando muchas represalias, también a los trabajadores les estaban negando la salida”.

Los trabajadores reportaron que el ambiente en la planta es muy tenso, con golpeadores armados vigilando a los empleados mientras que cumplen sus funciones. “Hay como un golpeador por máquina, o patrullando la zona, para que [los trabajadores] no se unan a nuestro movimiento. Hay trabajadores que están resistiendo y se reúsan a trabajar. La planta prácticamente está parada”, dijo un representante del grupo.

Individuos en la planta ganan 223 pesos al día (aproximadamente $11 US) y supuestamente en promedio solo duran 3 meses por las difíciles condiciones laborales. La planta de Goodyear en San Luis Potosí, la cual abrió en 2017, puede producir seis millones de llantas al año y es la planta más grande de la empresa en Latina América.

A medida que continúan su lucha para un buen salario y el derecho de la representación que deseen, los trabajadores no deberían esperar ningún apoyo por parte de los Gobiernos estatales y federales, los cuales están firmemente en el bolsillo de las corporaciones transnacionales. Pese a admitir que los despidos “no fueron justificados”, Manuel Lozano Nieto, el titular de la Secretaría del Trabajo, incitó a los trabajadores a “mantener las cosas con tranquilidad” y esperar al “diálogo” con la compañía y el Gobierno. Este llamamiento vacío no es nada más que una protección absoluta para la empresa mientras que no se hace nada para defender a los que fueron despedidos en una clara violación de las leyes laborales.

Los obreros en la planta formaron un grupo de base llamado el Sindicato Independiente de Trabajadores de Goodyear México. La nueva organización rápidamente se sumó a la Federación de Sindicatos Democráticos e Independientes, una nueva iniciativa anunciada a principios del mes compuesta por 10 sindicatos “independientes” de trabajadores en los sectores automotrices, mineros, y de aviación. El grupo representa a más de 25.000 trabajadores mexicanos, incluyendo a 9.500 trabajadores de Volkswagen y 4.000 trabajadores de Audi.

La federación busca un canal de comunicación directo con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, popularmente conocido como AMLO. Al orientarse a este político capitalista, la Federación de Sindicatos Democráticos e Independientes expone el callejón sin salida que representan tales grupos, sin importar cuan radicales sean sus lemas o cuan sinceras las intenciones de las bases obreras.

La lógica objetiva de la orientación procapitalista y nacionalista de estos sindicatos inevitablemente llevará a su colaboración con la gerencia y el Estado, independientemente de sus promesas de no transformarse en otro sindicato patronal como la CTM.

La posición abiertamente corporativista de los sindicatos como la CTM no es el resultado solamente de líderes “corruptos” o “malos”, sino que está vinculada con su aceptación del “derecho” de las corporaciones de poseer los medios de producción y mudarse a cualquier esquina del mundo en búsqueda de una mano de obra más barata y beneficios más altos. El surgimiento de la globalización ha socavado cualquier base para que las organizaciones nacionales obtengan concesiones de las corporaciones transnacionales. En su lugar, los sindicatos alrededor del mundo asisten a la élite financiera a recuperar las conquistas de luchas militantes de generaciones enteras de obreros.

Los trabajadores de Goodyear no deben unirse con los políticos capitalistas como AMLO, sino con trabajadores en cada sector de la economía, incluyendo los 300 trabajadores de Audi en Chiapas que también fueron despedidos este mes. Los trabajadores y jóvenes que buscan mejorar sus condiciones de vida y garantizar sus derechos sociales necesitan más que una organización nominalmente “independiente”. Más que todo, requieren una perspectiva política socialista para ponerle fin al sistema capitalista. Incitamos a los trabajadores a que contacten al Boletín de Trabajadores Automotrices del World Socialist Web Site para crear vínculos de trabajadores entre plantas a nivel internacional y coordinar las luchas futuras masivas de la clase obrera.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 21 de julio de 2018)

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