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Los EUA siguen aterrorizando a los inmigrantes: más de 500 niños aún no han sido reagrupados con sus padres

Más de 500 niños inmigrantes que fueron separados de sus padres por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), bajo la política migratoria de “cero tolerancia” de la administración Trump, aún no han sido reagrupados a pesar de las órdenes judiciales.

En junio, el juez de distrito Dana Sabraw ordenó a la administración de Trump reunir a los padres con los más de 2.500 niños que les habían quitado en la frontera, antes del 26 de julio. Bajo una presión pública masiva que exige un informe de los niños separados, el gobierno de los Estados Unidos publicó cifras el jueves pasado que muestran que muchas familias aún no se han reunido, dos meses después de la orden judicial de Sabraw.

De los 2.654 niños inicialmente bajo la custodia del gobierno, 2.089 han sido “dados de alta”, lo que significa que los niños se han reunido con sus padres o se han colocado en hogares de acogida dentro de los Estados Unidos. La proporción exacta de cuántos han sido devueltos a sus padres, de quienes fueron separados, y no a un tutor, sigue sin esclarecerse. Los 565 niños restantes siguen detenidos por el gobierno. De ellos, 24 niños son menores de 5 años. Los padres de 366 niños aún separados han sido deportados y ya no se encuentran en los EUA. Seis niños menores de 5 años tienen padres que han sido deportados.

La administración de Trump ha ofrecido gran cantidad de excusas sobre por qué las familias aún no se han reunido. Los funcionarios del gobierno han afirmado que muchos padres no pueden ser localizados o enfrentan cargos criminales.

La gran mayoría de los crímenes de los que los padres han sido acusados son delitos no violentos dudosos, como infracciones de tránsito o casos menores de drogas. La afirmación de que uno de los padres bajo la custodia de los EUA es buscado por asesinato en Guatemala sigue sin corroboración. Las acusaciones repetidas de que estos inmigrantes son “criminales” son completamente falsas. Se están utilizando para estimular el sentimiento antiinmigrante y usar a esta sección de la población como chivo expiatorio por el estado horrendo de las condiciones sociales.

Este intento por demonizar a los inmigrantes apenas si encuentra eco en la población. El juez Sabraw, que dictaminó en el caso sobre la reunificación de niños con sus padres, dejó en claro que los presuntos “crímenes” de los padres no justifican la separación de los niños de sus familias. A principios de este mes, Sabraw expresó su oposición a las acciones del gobierno.

“Por cada padre que no se encuentre, habrá un niño huérfano para siempre”, dijo Sabraw en su tribunal de San Diego. “Eso es 100 por ciento responsabilidad de la administración”.

En muchos casos, los padres fueron engañados o coaccionados para ser deportados mientras sus hijos permanecían en los Estados Unidos.

David Xol, un inmigrante guatemalteco deportado, le dijo al Texas Tribune que los funcionarios de inmigración le dijeron que firmara sus propios documentos de deportación porque lo enviarían de regreso a Guatemala sin su hijo, independientemente de que los firmara o no. Meses más tarde, el hijo de siete años de Xol, Bryon, permanece a 1.000 millas de su familia en un refugio en Baytown, Texas.

A pesar de la inmensa indignación pública y el reciente fallo jurídico, los funcionarios de ICE siguen con la política implacable de separar a los niños de sus padres como un medio de castigo y coacción.

La semana pasada, agentes de ICE sacaron por la fuerza a más de una docena de padres del centro de detención del condado de Karnes en Texas, donde estaban detenidos junto con sus hijos después de reunirse. Los abogados que representan a los 16 padres dijeron que las familias luego fueron separadas en represalia por una protesta no violenta planeada por aquellos detenidos contra su trato por parte del gobierno.

En una declaración proporcionada a The Daily Beast, la portavoz de ICE, Nina Pruneda, dijo que aproximadamente 40 hombres en el centro de detención de Karnes “estuvieron involucrados en un disturbio” y que habían desplegado las fuerzas del orden “para controlar la situación”.

El centro de detención del condado de Karnes alberga a unos 630 hombres y sus hijos separados por la política de tolerancia cero de Trump. El miércoles pasado, agentes armados tomaron por asalto las habitaciones donde estaban los padres, los esposaron y los enviaron a otro centro de detención a 90 minutos de allí. Mientras tanto, los hijos de los hombres fueron ubicados en dos habitaciones separadas, sin información sobre a dónde habían sido enviados sus padres o si volverían a verlos. Todos los hombres que fueron nuevamente separados están actualmente buscando estatus de residente legal en los EUA, incluyendo a muchos que han solicitado asilo.

Los padres se reunieron con sus hijos al día siguiente, pero la separación exigió un alto costo psicológico. Según las noticias, un hombre vomitó sangre después de haber sido llevado al centro de detención distinto, y otro hombre intentó ahorcarse con una sábana.

El nivel de barbaridad empleado contra los inmigrantes detenidos iguala al de los métodos de aprehensión. Las redadas de ICE continúan a diario por todo Estados Unidos, aterrorizan a las comunidades de inmigrantes e imponen daños emocionales y psicológicos irreversibles a las personas atrapadas en la red. La semana pasada, en San Bernardino, California, agentes de ICE arrestaron a un hombre que llevaba en coche a su esposa embarazada al hospital para una cesárea programada.

Mientras se dirigían al hospital, la pareja se detuvo en una gasolinera donde imágenes de vigilancia mostraron a los agentes de ICE, que los habían estado siguiendo en dos todoterrenos negros, acercarse y pedirles identificación. María del Carmen Venegas, de 32 años, le mostró a los oficiales su licencia de conducir, pero su esposo, Joel Arrona-Lara, de 36 años, les dijo a los oficiales que no tenía sus papeles porque había salido de la casa con prisa.

Según Venegas, su esposo le preguntó a los oficiales si podía regresar a casa para recuperar la documentación, justo al final de la calle. Los oficiales rechazaron su pedido y luego esposaron a Arrona-Lara, dejando a Venegas sollozando sola en la gasolinera. Luego la obligaron a ir al hospital y dar a luz a su hijo sola.

En una declaración emitida el sábado, un portavoz de ICE defendió el arresto y dijo que Arrona-Lara “fue señalada a ICE debido a una orden de arresto emitida para su detención en México por cargos de homicidio”. Sin embargo, la declaración oficial de la agencia sobre su arresto solo indica que fue arrestado por “residir ilegalmente en los Estados Unidos”.

Además, los abogados de Aronna-Lara dicen que no pueden encontrar ningún registro en México de una orden para su arresto y que puede haber sido confundido con su hermano, quien cumplió condena en México.

Actualmente, Arrona-Lara se encuentra detenido en un centro de detención en el condado de Orange, esperando su deportación. La pareja llevaba más de 10 años viviendo en los Estados Unidos y tiene cinco hijos, incluyendo a su bebé recién nacido.

La política de “tolerancia cero” de la administración Trump ha causado a miles de familias un trauma psicológico y emocional incalculable. Las familias siguen siendo separadas en la frontera, mientras que ICE, una organización parecida a la Gestapo de la Alemania nazi, aterroriza a las familias en los Estados Unidos.

Las escenas informadas casi a diario de la brutalidad que se aplica contra la población inmigrante han provocado repulsión generalizada entre la gente de los EUA y de todo el mundo. Liderando el cargo para contener esta oposición ha estado el Partido Demócrata, que solo ha ofrecido algunas denuncias huecas y cínicas de ICE y las políticas de la administración Trump.

(Publicado originalmente en inglés el 22 de agosto de 2018)

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