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Perspectiva

Un año desde la carta abierta del WSWS a Google

Facebook intensifica la censura de organizaciones izquierdistas y antiguerra

Hace un año, el World Socialist Web Site publicó una carta abierta al monopolio de búsquedas en línea Google, exigiéndole que dejara de censurar el internet.

La carta documenta el hecho de que un cambio en los algoritmos de búsqueda de Google ostensiblemente para promover fuentes noticiosas “de autoridad” había ocasionado una caída sustancial en el tráfico proveniente de búsquedas a sitios izquierdistas, socialistas y antiguerra. Google, afirmó la carta del presidente del Consejo Editorial Internacional del WSWS, David North, estaba “involucrada en la censura política del Internet”.

Un año después, queda claro que las acusaciones contra Google resultaron tanto correctas como extremadamente premonitorias. Las medidas emprendidas por Google dieron paso a un amplio sistema de censura corporativa-estatal adoptado por todos los monopolios tecnológicos de EUA, incluyendo a Facebook y Twitter. Una campaña que comenzó bajo el pretexto de combatir la “injerencia rusa” y las “noticias falsas” está siendo dirigido de forma cada vez más abierta contra puntos de vista izquierdistas.

El más reciente y extremo ataque contra los derechos democráticos ocurrió el martes, cuando Facebook anunció que había eliminado cientos de cuentas y páginas, muchas de ellas opuestas a los crímenes de los Gobiernos de Estados Unidos, Arabia Saudita e Israel en Oriente Próximo, alegando que formaban parte de “campañas de influencia” de Irán y Rusia.

Algunas de las cuentas afirmaban ser “estadounidenses liberales apoyando al senador estadounidense Bernie Sanders” que expresaban “apoyo a los palestinos y oposición a Israel”, según FireEye, una firma de ciberseguridad compuesta en gran medida por exoficiales de inteligencia, con la cual Facebook coordinó las cancelaciones de cuenta.

La prensa fue más allá en buscar vincular los puntos de vista izquierdistas con operaciones de “injerencia extranjera”. El Financial Times declaró, “En EUA, FireEye halló cuentas que afirmaban apoyar a Bernie Sanders, el senador estadounidense, y una organización llamada Rise Against the Right [Lucha contra la derecha]. En Reino Unido, la empresa descubrió organizaciones inventadas llamadas British Left [Izquierda británica] y British Progressive Front [Frente progresista británico] que apoyaban a Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista”.

El legislador demócrata del estado de Virginia, Mark Warner, quien está encabezando la campaña a favor de la censura, dejó en claro que los pasos de censura que están tomando los gigantes del internet van mucho más allá que el pretexto original de “injerencia” rusa en las elecciones del 2016. “Es inconcebible que el problema de la manipulación en redes sociales se limite a una sola ‘granja de troles’ en San Petersburgo y este hecho es ahora indudable”. Agregó: “Los iraníes están ahora siguiendo el libro de jugadas del Kremlin del 2016”.

Cabe notar que FireEye indicó que solo tenía una “certeza moderada de que esta actividad proviene de actores iraníes”. La compañía añade que existe la posibilidad de que “esta actividad se haya originado en otra parte” o incluya “comportamientos en línea auténticos”.

Donde sea que se originen las cuentas, no le concierne a Facebook determinar si son “auténticas” o no. El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, en una llamada de conferencia con reporteros, comentó que algunas de las cuentas eliminadas provenían de “un conjunto de personas que el Gobierno estadounidense y otros han asociado a Rusia”. Dado que secciones dominantes de este Estado norteamericano han buscado calificar a cualquier que se oponga a la política exterior estadounidense como un agente del Kremlin, esta definición tan amplia podría incluir a cualquier crítico público de la élite política estadounidense.

El mismo día en que Facebook eliminó estas páginas y cuentas que tachó como “vinculadas a Irán”, clausuró una antigua cuenta de Facebook de un contribuyente del WSWS que empleaba un pseudónimo, declarando que solo iba a poder recuperar su cuenta si proveía una identificación gubernamental comprobando su identidad.

De emplearse dicho standard de forma generalizada, las publicaciones en redes sociales de autores contemporáneos como Richard Bachman (quien escribe como Stephen King), Anne Rampling (quien escribe como Anne Rice) e incontables otros serían “inauténticos” si utilizan los nombres por los que son conocidos por millones de personas. Algunas de las figuras más famosas en el movimiento revolucionario, incluidos Vladimir Lenin y León Trotsky, eran conocidos exclusivamente por sus pseudónimos. Y, por supuesto, los Documentos Federalistas y los Documentos Antifederalistas todos fueron redactados bajo pseudónimos.

Facebook, actuando en coordinación con entidades gubernamentales, actúa como juez, jurado y ejecutante al decidir quién puede y quién no puede gozar de la libertad de expresión garantizada bajo la Primera Enmienda y las leyes internacionales de derechos civiles. Afirma que tiene el derecho, sin juicios, apelaciones, ni la provisión de información, de declarar que ciertas declaraciones son “inauténticas” y eliminar las cuentas que las realizan.

El mes pasado, Facebook eliminó la página oficial de una protesta en contra de la manifestación fascista “Unite the Right” de este mes en Washington, la cual contaba con el respaldo de renombrados activistas políticos de izquierda, como la denunciante Chelsea Manning. La explicación de la empresa es que una de las cuentas asociadas al evento mostraba aun “comportamiento coordinado e inauténtico”.

Esta semana, el Washington Post reportó que Facebook opera un sistema de ranking interno para determinar la “credibilidad de sus usuarios según una escala de cero a uno”. Aquellas cuentas que son calificadas como “no fiables” evidentemente estarán sujetas a ser eliminadas.

Lo que está siendo implementado un paso a la vez es un mecanismo para que los monopolios tecnológicos estadounidenses puedan silenciar a cualquier persona, en cualquier momento y por cualquier razón, alegando que las declaraciones y opiniones fueron “inauténticas” y “divisivas”.

Después de poner a prueba e implementar tal mecanismo en los ecosistemas controlados por entidades privadas como lo son las redes sociales, serán utilizados por los proveedores de internet, utilizando la abrogación de la neutralidad de la red, para bloquear al público el acceso a sitios web y correos electrónicos, afirmando tener la “responsabilidad” de vigilar sus redes controladas de forma privada.

En otras palabras, un año después de que el WSWS publicó su carta abierta, Google, Facebook, Twitter y los principales proveedores de internet han creado todos los mecanismos que necesitan para bloquear y silenciar a cualquier sin la opción de una apelación legal, ni conocimiento o supervisión del público.

Sin embargo, en el año desde la publicación de la carta abierta, se ha puesto en marcha otro proceso. La clase obrera en todo el mundo está entrando en lucha, comenzando por la ola de huelgas docentes en EUA más temprano este año, las huelgas continuas de trabajadores de la industria pesada alemana, pilotos de Ryanair por todo Europa y una oposición y enojo cada vez mayores entre trabajadores de UPS, del sector automotor, de Amazon y otros sectores de la clase obrera.

Los pasos para intensificar la censura tienen como principal objetivo bloquear la confluencia de este creciente movimiento de la clase obrera con un programa socialista.

Sin embargo, este movimiento de la clase obrera también crea la base política para la lucha contra la censura. A medida que los trabajadores se enfrentan a la patronal y sus colaboradores sindicales, deben incorporar en sus consignas la oposición a la censura política y deben luchar por la expropiación de todos los monopolios de las redes sociales para que sean colocados bajo control público como un componente clave de la lucha por el socialismo.

En enero de este año, el World Socialist Web Site emitió una carta abierta haciendo un llamamiento a “sitios web, organizaciones y activistas socialistas, izquierdistas, progresistas y contra la guerra” para que se unan a la “coalición internacional para luchar contra la censura del internet”. Este llamado es más relevante que nunca. ¡Urgimos a todos los que buscan combatir el dominio del internet que ejercen los monopolios tecnológicos y las agencias de inteligencia a contactarnos y asumir la lucha contra la censura!

(Artículo publicado originalmente en inglés el 23 de agosto de 2018)

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