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Los docentes de Los Ángeles y la lucha por la igualdad social

Esta declaración se distribuirá en una manifestación masiva de maestros y sus simpatizantes en Los Ángeles, California, el sábado.

Mientras los maestros, estudiantes y padres de Los Ángeles se reúnen este sábado en una manifestación de masas en el centro de Los Ángeles, forman parte de un movimiento creciente de maestros, estudiantes y trabajadores en todo el mundo contra la desigualdad social y la austeridad.

Esta semana, maestros y estudiantes de secundaria se unieron a los cientos de miles de manifestantes de los "chalecos amarillos" en Francia para protestar las "reformas" de la educación y la reintroducción del servicio militar obligatorio. Dando voz a esta lucha, un estudiante dijo:

"Quiero una fusión del movimiento de estudiantes, trabajadores ferroviarios, chalecos amarillos, del mundo entero para poner fin a este mundo de desigualdad e injusticia". Esto es exactamente correcto.

Esta es una batalla en todo el mundo. Por un lado, hay cientos de millones de trabajadores y jóvenes. En el otro lado hay una pequeña oligarquía de multimillonarios que exigen la destrucción de la educación pública, la atención médica y las pensiones.

En los EUA, los educadores de Los Ángeles ocupan su lugar junto a los maestros de Oakland que participaron esta semana en “huelgas” salvajes que demandan aumentos salariales, clases más pequeñas y mejores condiciones. Los maestros de Fremont que están presionando a favor de una huelga después de recibir una insultante oferta de aumento salarial del uno por ciento. Además, los maestros de escuelas concertadas de Chicago hicieron un paro por demandas similares. Los docentes en los estados de Virginia, Indiana y Carolina del Sur ahora están amenazando con salir en huelga después de paros en el estado de Washington y la ola de huelgas a principios de este año en Virginia Occidental, Oklahoma, Arizona, Kentucky, Carolina del Norte, Colorado y otros estados.

En alianza con el Partido Demócrata, los sindicatos United Teachers Los Angeles (UTLA) y la California Teachers Association (CTA) han mantenido a los maestros de Los Ángeles en el trabajo durante más de un año sin un nuevo contrato, a pesar de que el 98 por ciento de los educadores votaron a favor de una huelga. Los sindicatos y los demócratas han mantenido a los docentes atados a interminables esquemas de mediación e investigación, a pesar de que el distrito escolar continúa ofreciendo aumentos salariales insultantes y demandas de mayores concesiones.

No se necesita ser un científico espacial para saber cuáles son los hechos: los educadores necesitan buenos salarios y beneficios para poder enfrentar los aumentos de la renta, la atención médica y otros costes básicos. Necesitan un aumento sustancial en el financiamiento escolar para reducir el tamaño de las clases, contratar más enfermeras, consejeros y maestros de educación especial y suministrar adecuadamente sus aulas. Los educadores necesitan mayores servicios sociales para abordar la pobreza crónica, la falta de vivienda y otros males sociales que afectan a los estudiantes.

Toda la élite política y empresarial, encabezada por un gobernador, una legislatura estatal y un alcalde demócratas, insiste en que no hay dinero para ninguna de estas necesidades básicas. Si se salen con la suya, California permanecerá cerca del fondo de todos los estados del país en el gasto por alumno (lugar número 46 de 50) y la proporción de alumnos por maestro (48). Las pruebas estandarizadas y las evaluaciones manipuladas continuarán siendo utilizadas para convertir a los maestros en chivos expiatorios, cerrar escuelas y desviar dinero a empresas administradoras de escuelas concertadas y con fines de lucro.

El Boletín para maestros d el WSWS y el Partido Socialista por la Igualdad instan a los maestros a tomar la lucha en sus propias manos eligiendo comités de base en cada escuela y en cada comunidad. Estos comités deben establecer una fecha para las huelgas y obtener el apoyo más amplio entre el personal, los estudiantes, los padres y otras secciones de trabajadores para una lucha. Los comités en Los Ángeles deben conectarse con los educadores en Oakland y en todo California para preparar una huelga estatal para defender la educación pública.

Los sindicatos como la UTLA y su organización nacional, la Federación Americana de Maestros (AFT, por sus siglas en inglés), encabezada por Randi Weingarten, quien tiene un ingreso anual de más de $500.000, no unen a los trabajadores; los dividen. Este fue el papel de los sindicatos en todas las luchas de los docentes este año, las cuales surgieron independientemente de los sindicatos mismos. La AFT desempeña el mismo papel que el sindicato automotor United Auto Workers (UAW), el cual ha impuesto décadas de contratos entreguistas, o el sindicato de camioneros, Teamsters, que impuso un contrato repleto de concesiones a 250.000 trabajadores de UPS este año, a pesar de que una mayoría votó en contra.

La UTLA y la CTA se oponen a una huelga porque se convertiría rápidamente en una confrontación política directa con los demócratas del estado e inspiraría a los maestros de todo el país a seguir su ejemplo. Es por eso por lo que la UTLA mantuvo a los maestros en el trabajo y no ofreció resistencia alguna cuando el superintendente del LAUSD, Austin Beutner, despidió al 15 por ciento del personal del distrito y anunció planes para más privatizaciones en el distrito bajo la excusa de una mayor "autonomía" para unidades individuales y "mayor participación de los padres".

La formación de organizaciones independientes de lucha de la clase obrera debe estar conectada a la construcción de una dirección política en la clase obrera, en oposición a los demócratas y los republicanos, sobre la base de un programa socialista y revolucionario.

Hay una gran cantidad de dinero para mejorar los salarios de los maestros y la educación pública. California es el hogar de 143 milmillonarios en dólares según la lista de ricos de Forbes. Un impuesto al 100 por ciento sobre las fortunas mayores a $10 millones solo a los cuatro principales: Mark Zuckerberg de Facebook ($71 mil millones), Larry Ellison de Microsoft ($58,5 mil millones), Larry Page de Google ($48,4 mil millones) y Elon Musk de Tesla ($19,9 mil millones) resolvería la crisis de financiación escolar de la noche a la mañana y proporcionaría los recursos para garantizar salarios dignos para los maestros y un entorno de aprendizaje saludable para sus estudiantes.

Jerry Brown, el gobernador electo Gavin Newsom, el alcalde Eric Garcetti, la líder del Congreso de Estados Unidos Nancy Pelosi y el resto de los demócratas, no menos que Trump y los republicanos, sirven los intereses de los ricos, no de los trabajadores. Lejos de tomar posesión de sus grotescas fortunas, insisten en que los maestros y otros trabajadores acepten incluso más sacrificios para financiar más recortes de impuestos corporativos, rescates de bancos y corporaciones, como PG&E, y guerras interminables por conquistas y lucro.

Una mejora de las condiciones para los trabajadores, cuyo trabajo colectivo produce toda la riqueza de la sociedad, solo es posible a través de un ataque frontal a la oligarquía corporativa y financiera, la confiscación de sus fortunas y una redistribución radical de la riqueza. Decenas de millones de trabajadores y jóvenes se oponen a la desigualdad, el militarismo, los ataques contra los inmigrantes, la brutalidad policial y otras formas de represión estatal, y existe un creciente apoyo al socialismo en los Estados Unidos y en todo el mundo.

El WSWS y el PSI están encabezando la lucha por organizar a la clase trabajadora, incluyendo, el fin de semana pasado, su liderazgo en la formación de un comité organizativo de trabajadores automotores y de otros sectores para oponerse a los despidos y las concesiones, independientemente de los sindicatos.

Los comités de maestros y otros educadores unirán sus luchas con todas las otras secciones de trabajadores: automotores, hoteleros, petroleros, de maquilas, el sector de salud, Amazon, UPS, entre otros, para luchar por el derecho social a empleos seguros y bien pagados y programas sociales plenamente financiados para todos los trabajadores y jóvenes. Esto debe combinarse con una estrategia política para unir a todos los trabajadores, negros, blancos, nativos e inmigrantes, en los Estados Unidos y en todo el mundo en una lucha por el socialismo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 14 de diciembre de 2018)

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