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Organización Socialista International protege a sindicatos y AMLO en huelga de maquiladoras en Matamoros, México

Después de casi un mes de silencio, la Organización Socialista Internacional (ISO, todas las siglas en inglés) ha presentado un informe deshonesto sobre las huelgas en curso de hasta 70.000 obreros de “maquiladoras” en Matamoros, México. El único artículo de la ISO sobre las huelgas en Matamoros fue publicado el 11 de febrero bajo el título “The Rising of the Maquiladora Workers” (El levantamiento de los trabajadores de las maquiladoras).

El artículo plantea las acciones espontáneas como una lucha que exitosamente presionó a los corruptos líderes sindicales que trabajan a favor de las empresas (conocidos como “charros”) para que defendieran los intereses de los obreros. El artículo también le da crédito al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (popularmente conocido como “AMLO”) por el comienzo y el éxito de las huelgas. La ISO se ve obligada a presentar una versión alternativa de los hechos. En realidad, los obreros matamorenses se rebelaron contra los sindicatos y contra el partido burgués oficialista, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a quien la ISO apoya.

La ISO critica a los líderes sindicales locales, Juan Villafuerte y Jesús Mendoza, por “garantizar los beneficios y el crecimiento de las empresas y grandes recompensas para ellos mismos a costa de los obreros” pero luego declara que los obreros exitosamente presionaron a estos líderes, quienes “estuvieron en la posición sin precedentes de tener que representar a los obreros” y que estuvieron “obligados a dar reportes diarios sobre las negociaciones y transmitir directamente las respuestas de los obreros a los procedimientos”.

Esta presentación de los eventos es falsa. Los sindicatos son odiados por los obreros y no han sido presionados a luchar por los trabajadores. Los sindicatos están ahorcando al movimiento huelguista, amenazando a los obreros con despidos masivos y según se informa agrediendo a los obreros en los piquetes.

La ola de huelgas comenzó porque los obreros construyeron sus propios comités de planta independientes para organizarse en contra de los sindicatos. Tomaron las riendas en sus propias manos y rompieron el aislamiento impuesto por los sindicatos proempresariales durante décadas. Los charros han respondido fingiendo su apoyo por las huelgas, algo que cada obrero sabe que es una mentira.

La ISO no se refiere al carácter independiente de los comités, llamándolos “estructuras de comité delegadas” que fueron parte de una “red” de la “infatigable organizadora y activista” Susana Prieto. Prieto, una abogada laboral que trabaja como activista de Morena en su ciudad natal, ha dicho que “le gusta el capitalismo y el dinero” y ha denunciado a los obreros por formar sus propias opiniones políticas, a lo cual denomina “opinionitis”. En realidad, los comités fueron iniciados por los mismos obreros y Prieto ahora va de planta a planta tratando de convencer a los obreros que su única opción es transformar los comités en sindicatos.

Los persistentes esfuerzos de Prieto, con el respaldo de secciones clave de la clase dirigente, para crear sindicatos “democráticos” tienen como objetivo remplazar los antiguos dirigentes sindicales desacreditados con una nueva dirección sindical que será más efectivo en controlar la oposición de los obreros y prevenir futuras rebeliones.

El miércoles pasado, el líder del sindicato minero Napoleón Gómez Urrutia, quien también es un senador de Morena, anunció la creación de una nueva “Confederación Internacional de Trabajadores” que supuestamente será una alternativa a los sindicatos charros. La iniciativa recibió amplia cobertura favorable en la prensa internacional, incluyendo el New York Times y el Wall Street Journal, y presuntamente ha recibido el apoyo del AFL-CIO.

En un párrafo, la ISO nota que el líder charro Villafuerte “ha trabajado íntimamente con los dueños de las maquiladoras y los políticos municipales y estatales para convertir a Matamoros en un lugar ideal para las inversiones extranjeras al mantener los sueldos y los beneficios restringidos. Cada año, los sindicatos ‘negocian’ la paga y beneficios para los trabajadores, sin su opinión, y típicamente aprueban contratos con cambios mínimos. Los charros son recompensados por su servicio de mantener los sueldos y beneficios bajos, mientras que los líderes sindicales más notorios van aún más lejos en robar la paga y los beneficios de sus trabajadores de manera sistemática”.

¡Pero esta descripción perfectamente aplica a los sindicatos en Estados Unidos, donde el mismo ISO ocupa posiciones de liderazgo! Muchos de los miembros de la ISO de la clase media-alta obtienen sus ingresos de cuotas sindicales, como las que los trabajadores matamorenses están luchando por eliminar o reducir considerablemente.

El término sindicato charro aplica análogamente a organizaciones como el Sindicato Docente de Chicago, dirigido por uno de los líderes de la ISO, Jesse Sharkey, quien gana por lo menos USD$180.000 al año. Sharkey desempeñó un papel importante en la traición de la huelga de docentes de Chicago en el 2012, la cual llevó al cierre de docenas de escuelas.

La líder de la ISO, Sherry Wolf, es una burócrata dirigente de la Federación de Maestros Estadounidenses en la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey. El escritor para la ISO, Aaron Amaral, es el subsecretario general de la Federación Estadounidense de Empleados Estatales, Condales y Municipales (AFSCME), quien, según datos públicos, ganó casi USD$100.000 en 2015.

En otras palabras, la ISO es una organización dirigida por charros. A un obrero de Matamoros le tomaría nueve días trabajando 12 horas al día ahorrar lo que Sharkey gana en una hora sentado detrás de su escritorio. A un obrero de Matamoros le tomaría 108 años ahorrar lo que Sharkey gana en un año.

La ISO también elogia a AMLO, a quien el artículo le atribuye haber empezado la ola de huelgas al aumentar el salario mínimo a lo largo de la frontera de EUA y México. El artículo reporta que AMLO “alzó la confianza y combatividad de los obreros mexicanos” e implementó políticas que han tenido un “impacto tangible en el estándar de vida de los pobres y la gente trabajadora”. La ISO incluso alaba a AMLO por no usar el ejército para reprimir la huelga.

Esta es otra mentira. Desde el comienzo, el aumento del salario mínimo fue una manera de otorgarle un disfraz “izquierdista” a la creación de una nueva zona libra que recortaría los impuestos de las corporaciones y crearía nuevos centros de explotación patrocinados por el gobierno, incluyendo más maquiladoras. AMLO ha denunciado a los docentes huelguistas como “conservadores”, diciendo que las protestas de los maestros por un aumento de sueldo y más financiamiento para la educación “no tienen nada que ver con la izquierda”.

Mientras que la ISO trata de desasociar a AMLO de otros miembros de su administración, la verdad es que los oficiales de Morena —desde el alcalde de Matamoros hasta el líder del Senado mexicano— se han lanzado súbitamente a intentar terminar los paros y han apoyado el uso de la policía y el ejército para suprimir la huelga. Ahora, hay reportes de que la policía ha empezado a atacar los piquetes mientras que las fuerzas armadas han patrullado las plantas e intimidado a los obreros.

Si los trabajadores quieren saber la verdadera actitud de AMLO hacia la clase obrera, solo tienen que examinar las condiciones que los inmigrantes enfrentan en Piedras Negras, Coahuila, a tan solo 500 kilómetros de Matamoros. Miles de migrantes centroamericanos que cantaron “¡somos trabajadores internacionales!” ahora se encuentran atrapados en lo que equivale a campos de concentración, con guardias armados previniéndoles la salida.

La importancia de la rebelión en Matamoros es que muestra que la lucha por la igualdad social necesariamente enfrenta a los obreros con todo el sistema económico y político capitalista en el que están basado los sindicatos.

La ISO busca prevenir que el crecimiento de la lucha de clases se desarrolle en una dirección revolucionaria. Su deshonesta evaluación de la huelga en Matamoros sirve para darle una cobertura “izquierdista” a las instituciones que por décadas se han ido desacreditando ante los ojos de las masas a fin de prevenir que los obreros y jóvenes saquen conclusiones políticas sobre sus tareas objetivas en el periodo próximo: la lucha por el socialismo internacional.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 19 de febrero de 2019)

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