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El régimen argelino promete una “transición” política fraudulenta según se extienden las huelgas

Según se extienden las huelgas de masas por toda Argelia por segundo día consecutivo, el régimen emitió una declaración anoche en nombre del presidente Abdelaziz Bouteflika, quien no es más que un testaferro, posponiendo las elecciones indefinidamente y prometiendo que Bouteflika no buscará un quinto término.

El anuncio del régimen es un fraude que no satisface ninguna de las demandas de los trabajadores y los jóvenes. Si bien afirma que Bouteflika no volverá a postularse para una reelección, esto se logrará extendiendo su mandato actual de manera indefinida. Las elecciones programadas previamente para el 18 de abril se pospondrán al menos hasta después de 2019.

El régimen nombrará lo que llamó una "conferencia nacional inclusiva e independiente" que redactará una nueva Constitución y fijará la fecha para nuevas elecciones. Además, formará un "gobierno de unidad nacional" sin dar detalles. Bouteflika, un cadáver político que no se ha pronunciado públicamente desde 2013 y es considerado una figura decorativa de la camarilla gobernante del ejército, los servicios de seguridad y su familia, supervisará las nuevas "instituciones constitucionales para asegurar que se adhieran escrupulosamente al cumplimiento de su misión".

La carta dice que el aplazamiento de las elecciones tiene como objetivo "aplacar las tensiones que se han revelado para abrir el camino a la paz, tranquilidad y seguridad pública generalizadas". Añade que una reorganización del gabinete de Bouteflika y un cambio de primer ministro “constituyen una respuesta adecuada a las expectativas depositadas en mí". Estas son amenazas implícitas de que una escalada de las huelgas y manifestaciones se enfrentarán a una feroz represión.

Se informó que el general Gael Salah estaba en las discusiones antes del anuncio anoche. La semana pasada, amenazó con que el ejército estaba listo para defender la "seguridad y estabilidad" contra "cualquier cosa que pudiera exponer a Argelia a amenazas impredecibles".

El anuncio fue inmediatamente aclamado por el Gobierno francés, la antigua potencia colonial, que mantiene estrechos vínculos con el régimen y sus fuerzas de seguridad. El ministro de Asuntos Exteriores francés, Yves Le Drian, dijo que "aplaudo la declaración del presidente Bouteflika, en la que anuncia que no buscará un quinto mandato y tomará medidas para renovar el sistema político argelino".

La clase dominante en Argelia e internacionalmente ha estado aterrorizada por la entrada directa de la clase obrera en el movimiento contra el régimen de Bouteflika con la erupción de una huelga general el domingo, que se expandió ayer. Las huelgas se han desarrollado en gran medida de forma independiente y fuera del control de los sindicatos. Han sido divulgadas por los mismos trabajadores a través de las redes sociales en línea.

Trabajadores de la empresa de gas, Oued Ezzine, saliendo a huelga el lunes

Es particularmente importante que las huelgas se expandieran ayer a la industria del petróleo y el gas, que representa más del 90 por ciento de los ingresos de las exportaciones argelinas. El domingo, los empleados de GTP, una subsidiaria de la compañía estatal de gas Sonatrach, abandonaron sus puestos de trabajo en los campos petroleros Hassi Messaoud. Un video en Facebook de la huelga fue visto más de 100.000 veces.

Ayer, se les unieron los trabajadores de ENGAGEO, otra subsidiaria de Sonatrach en la misma región. Una foto de los trabajadores de ENGAGEO marchando del trabajo muestran una pancarta de un huelguista que dice: “¡Muchas gracias Facebook!” Cientos de trabajadores en el complejo de gas Oued Ezzine en Adrar, en el centro de Argelia, entraron en huelga el lunes. Los trabajadores de Sonelgaz en Guelma llevaron a cabo una sentada fuera de sus oficinas.

Trabajadores de Sonatrach (ENGAGEO) iniciando huelga el lunes

La ciudad portuaria de Bejaia permaneció completamente paralizada ayer, con huelgas que cerraron los puertos, todos los edificios administrativos estatales y las empresas privadas, excepto algunas instalaciones médicas. La ciudad de Tizi-Ouzou en la región de Kabylie también se detuvo por completo.

En el complejo industrial de Rouiba, los trabajadores automotores de Mercedes y el fabricante de automóviles y autobuses SNVI se mantuvieron en huelga. Un informe publicado ayer por L'Expressi on reveló que la huelga se inició el domingo, cuando los trabajadores comenzaron a hacer piquetes dentro de la planta y organizaron una votación para salir. Informó que una marcha de los trabajadores en ambas plantas fue atacada con gases lacrimógenos por la policía.

Gran parte de la capital de Argel permaneció paralizada. El complejo industrial de Baba Ali también fue frenado. El metro fue reabierto parcialmente, pero los trenes de ida y vuelta fuera de la ciudad quedaron paralizados. Ayer, un grupo de 15 empresas agroalimentarias importantes en la zona industrial pesada de Taharacht emitieron una declaración conjunta para exigir que los trabajadores regresen a sus puestos a las 5 a.m. de hoy para evitar "una interrupción peligrosa al" mercado de alimentos.

Los sindicatos respondieron al estallido de huelgas ayer luchando por recuperar el control para reprimir el movimiento. En Rouiba, el sindicato que afilia a los trabajadores de SNVI anunció ayer que había convocado una huelga de "cuatro días" a partir del lunes, después de que los trabajadores iniciaran de forma independiente una huelga de cinco días a partir del domingo.

En Tizi Ouzou, más de 20 sindicatos se reunieron a última hora de la noche del domingo para aprobar una resolución en la que declararon, el día después de la huelga general, que "apoyaban el movimiento". Anunciaron que ahora estaban "descartando su confianza" en Sidi Said. presidente de la Unión General de Trabajadores de Argelia (UGTA), la principal federación sindical nacional que ha apoyado abiertamente a Bouteflika.

Trabajadores de Sonelgaz en Guelma en huelga por segundo día el lunes

La clase dominante está particularmente aterrorizada por el estallido de huelgas de la clase trabajadora porque sabe que tales acciones pueden extenderse rápidamente en toda la región del Magreb e internacionalmente, después de una década de crecientes ataques a los niveles de vida, y bajo condiciones de un resurgimiento de luchas obreras por todo el mundo.

Benin Web TV informó ayer que "en las redes sociales" en el vecino Marruecos "el apoyo a la protesta es visible". Túnez, al este de Argelia, fue sacudida por una huelga general de 700.000 trabajadores el mes pasado. Las protestas en Argelia han recibido apoyo a través de manifestaciones de decenas de miles en comunidades argelinas de todo el mundo, incluso en Montreal, Canadá, y en varias ciudades de Francia.

Los sindicatos y la clase capitalista que defienden saben que los trabajadores están entrando en lucha no solo contra Bouteflika y sus compinches. Luchan contra la desigualdad social, la pobreza y el desempleo que presiden, y están motivados por la determinación de que sus vidas deben mejorar de manera real y material.

Es por eso por lo que los sindicatos están emitiendo advertencias nerviosas de que los trabajadores no deben plantear demandas "seccionales" y "divisivas", es decir, aumentos salariales, inversiones a los servicios sociales y empleos. Amar Hadjout, el presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de Textiles, Cuero y Vestimenta, dijo a El Watan ayer que “las demandas deben permanecer dentro de los límites que son respetuosos de los demás, para tener la capacidad de superar y derrotar cualquier división. No podemos perder de vista lo que se ha logrado en el ámbito económico”.

¿Qué está llevando a la clase obrera a la lucha? Un informe de la Liga de Derechos Humanos de Argelia publicado en 2015 y basado en una encuesta de 4.500 hogares, encontró que el 35 por ciento de la población, o unos 14 millones de personas, viven con un salario de pobreza de menos de US $1,25 por día. Más del 90 por ciento de los hogares informaron que sus niveles de vida han empeorado desde la caída de los precios del petróleo en 2014, y el poder adquisitivo promedio de una familia disminuyó en un 60 por ciento durante ese período. La tasa de desempleo juvenil es de casi un tercio, y más de dos tercios de la población tiene menos de 30 años.

Mientras tanto, la riqueza se ha concentrado en manos de una pequeña clase de milmillonarios y multimillonarios que controlan el régimen y los partidos de oposición. El informe indicó que el 10 por ciento de la población argelina poseía el 80 por ciento de la riqueza del país.

Cada facción de la élite política, incluidos los partidos de "oposición" fraudulentos que afirman apoyar el movimiento contra Bouteflika, como el Partido de los Trabajadores de Louisa Hanoune, se opone a cualquier lucha de la clase obrera por sus propios intereses. Todos quieren mantener el dominio sobre la sociedad en manos de los superricos y solo buscan asegurarse una posición más privilegiada para ellos mismos en el régimen y la distribución del dinero tomado de la clase obrera.

La lucha que se desarrolla en Argelia tiene una lógica objetiva que pone a la clase obrera en conflicto con el mismo sistema de ganancias y con todos sus defensores políticos. La única solución progresista a esta situación reside en la toma del poder político por parte de la clase obrera en Argelia e internacionalmente, el derrocamiento del sistema capitalista y su reemplazo por el socialismo.

(Publicado originalmente en inglés el 12 de marzo de 2019)

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