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Perspectiva

¡Liberen a Julian Assange!

El World Socialist Web Site condena enfáticamente la captura forzosa y arresto del fundador de WikiLeaks, Julian Assange. Llamamos a realizar una campaña sin cuartel en Reino Unido e internacionalmente para defender a Assange, oponerse a su extradición a Estados Unidos y obtener su libertad y regreso a Australia, con garantías en contra de todo enjuiciamiento.

Assange está en grave peligro. El Departamento de Justicia de EUA ha emitido una declaración que afirma que Assange solo enfrenta cargos que podrían llevar a una condena de prisión de hasta cinco años si lo hallan culpable. Esta es una mentira transparente cuyo propósito es facilitar la extradición de Assange y proveerles a los Gobiernos de Ecuador y Reino Unido el pretexto de que no están entregando a Assange a un Gobierno que lo sometería a tortura o una ejecución.

Si lo transfieren a la custodia de Estados Unidos, cualquier cosa es posible, incluyendo cargos de espionaje con una pena capital o una detención indefinida al ser calificado un “combatiente enemigo”.

Julian Assange fue arrestado este jueves por la mañana en la embajada ecuatoriana en Londres

Assange se ha vuelto un blanco porque hizo lo que se supone que los periodistas hacen—exponer la verdad. Junto con Chelsea Manning, quien permanece en prisión por rehusarse a dar testimonio contra el editor de WikiLeaks, Assange expuso los crímenes perpetrados en guerras iniciadas con base en mentiras y que resultaron en la muerte de más de un millón de personas.

Se están preparando nuevos crímenes. Incluso mientras se llevaba a cabo la conspiración contra Assange, Trump se reunió con el-Sisi, el carnicero de El Cairo, y el secretario de Estado de EUA, Mike Pompeo amenazaba a Irán.

Todos los involucrados en este crimen son culpables de un monstruoso ataque contra los derechos democráticos fundamentales, sin siquiera pretender que se respeta un debido proceso.

El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, asediado por la crisis interna provocada por la oposición popular contra su Gobierno corrupto y deseoso de recibir la ayuda económica ofrecida por la Casa Blanca, infringió las propias leyes de asilo de Ecuador para forzar la salida de Assange. Sus acciones traicionan el honor de los trabajadores ecuatorianos que en su gran mayoría apoyan a Assange.

El Gobierno británico encabezado por Theresa May está deleitándose con el arresto de Assange, emitiendo declaraciones inequívocamente perjudiciales a todo proceso legal. Cuando May declaró ante el Parlamento que “la cámara entera dará la bienvenida a las noticias esta mañana de que la policía metropolitana arrestó a Julian Assange”, los legisladores conservadores y muchos laboristas aclamaron en celebración.

El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, emitió una declaración formalista en la que afirma que “el Gobierno británico debería oponerse” a una extradición de Assange. No obstante, guardó silencio cuando May lo denunció en el Parlamento y no dijo nada sobre Assange durante todo el periodo de asilo forzado en la embajada ecuatoriana.

En lo que concierne a Estados Unidos, mientras que el Gobierno de Trump está encabezando una campaña contra Assange, el Partido Demócrata está sólidamente apoyando su persecución, culpando a Assange por contribuir a la exposición de los crímenes por los que Hillary Clinton fue justa y masivamente despreciada. Uno de los objetivos centrales de la campaña antirrusa de los demócratas ha sido justificar el ataque contra WikiLeaks como parte de una campaña más amplia de censura en línea.

En la lista de aquellos responsables está la pseudoizquierda, las organizaciones de la clase media-alta en EUA e internacionalmente que aprovecharon las acusaciones iniciales y fraudulentas de violación contra Assange para justificar su persecución y su abandono cobarde de Assange a manos del imperialismo estadounidense.

Por su parte, la cúpula mediática, la cual funciona como un brazo del Estado, ha intervenido para apoyar el ataque contra Assange.

El jueves por la tarde, las juntas editoriales del New York Times y el Washington Post emitieron declaraciones que apoyan la extradición de Assange. “El Gobierno acusó a Julian Assange, fundador de WikiLeaks, no por publicar información gubernamental clasificada, sino por robarla”, declaró el New York Times, añadiendo, “El Gobierno ha comenzado bien por culpar al Sr. Assange por un crimen indisputable”.

El Washington Post fue incluso más explícito en su apoyo a la campaña del Gobierno de Trump contra Assange, declarando, “El caso del Sr. Assange podría acabar como una victoria para el estado de derecho, no una derrota para las libertades civiles de la que advierten erróneamente sus defensores”.

“El Sr. Assange no es un héroe de la libertad de prensa”, declaró el Post. “A diferencia de los periodistas verdaderos, WikiLeaks derramó material en el dominio público”. Según la definición del Post, los únicos “periodistas reales” son aquellos que se autocensuran a instancias del Pentágono.

Estos periódicos que llegaron a publicar los “Papeles del Pentágono” no son más que apologistas del imperialismo estadounidense. ¡Uno tan solo se podría imaginar los alaridos de indignación que vendrían de la prensa si fuera el Gobierno ruso el que capturó a la fuerza y arrestó a un periodista y crítico de su política exterior!

En los siete años desde el confinamiento de Assange en la embajada ecuatoriana ha cambiado mucho. Lo más significativo ha sido el estallido de la lucha de clases internacionalmente. Es el temor hacia el surgimiento de la lucha de clases en combinación con la oposición cada vez más extensa al capitalismo, lo que lleva a las élites gobernante a destruir todos los derechos democráticos, incluyendo la libertad de expresión, siendo la persecución de Assange su ejemplo más grotesco.

Hay una amplia simpatía en la clase obrera hacia Assange. Se ha abierto una línea divisoria en la vida social, económica y política. Las élites gobernantes están desechando sus pretensiones democráticas. Sus medios de comunicación y oposición pseudosocialista—los representantes de la política de las capas adineradas de la clase media-alta—cumplen la función de defender el Estado y la dictadura de la oligarquía financiera.

Es la clase obrera, la gran masa de la población, la que se debe movilizar para defender a Julian Assange, Chelsea Manning y todos los prisioneros de la guerra de clases. La demanda para su libertad debe ser un grito de guerra de la clase obrera global.

El World Socialist Web Site llama a todos los trabajadores y jóvenes y a todos los que defienden los derechos democráticos a ponerse en pie de lucha y defender inequívocamente a Julian Assange. ¡Organicen reuniones, protestas y manifestaciones para exigir su liberación inmediata y su regreso seguro a Australia!

(Publicado originalmente en inglés el 12 de abril de 2019)

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