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Victoria aplastante de Zelensky contra Poroshenko en las elecciones presidenciales de Ucrania

En la segunda ronda de las elecciones presidenciales de Ucrania el domingo, el comediante Volodomyr Zelensky obtuvo una victoria aplastante frente al presidente en ejercicio, Petro Poroshenko, quien fue llevado al poder en un golpe de derecha apoyado por el imperialismo en febrero de 2014.

Las encuestas de salida mostraron que Zelensky ganó el 73.06 por ciento de los votos (casi 10 millones de votos), en comparación con solo el 24.61 por ciento de Poroshenko (menos de 3.4 millones de votos). Ante la abrumadora votación a favor de Zelensky, Poroshenko aceptó rápidamente la derrota, afirmando que mientras estaba "dejando el cargo", no estaba "saliendo de la política". Con la excepción de una pequeña provincia en el oeste de Ucrania, todo el país votó de manera abrumadora por Zelensky.

El vencedor oficialmente asumirá el cargo en junio. A raíz de la victoria de Zelensky el domingo, el personal de su campaña informó que ya había recibido llamadas de felicitación del presidente francés, Emmanuel Macron, y del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Zelensky, cuyo recientemente creado Partido Servidor del Pueblo no tiene representación parlamentaria, anunció que buscará disolver rápidamente el Parlamento antes de las elecciones parlamentarias actualmente programadas para octubre. En ese caso, las nuevas elecciones parlamentarias se celebrarán en julio.

Los resultados de las elecciones reflejan, sobre todo, la enorme hostilidad popular hacia las políticas nacionalistas y militaristas de derecha del régimen de Poroshenko, el cual fue instalado en el poder en 2014 por las potencias imperialistas como un títere para encabezar sus preparativos de guerra contra Rusia.

Desde entonces, Poroshenko ha sometido a la clase obrera ucraniana a fuertes medidas de austeridad de gran alcance, la continuación de la guerra en el este del país y la promoción de nacionalismo extremo y xenofobia. Su Presidencia se ha basado en gran medida en la promoción de las fuerzas de extrema derecha. Su Gobierno prohibió las referencias al comunismo y a la victoria del Ejército Rojo contra el nazismo en la Segunda Guerra Mundial, e hizo política oficial de la glorificación de los colaboradores nazis de la Organización de Nacionalistas Ucranianos-B de Ucrania (OUN-B) de Stepan Bandera y el Ejército Insurgente de Ucrania (UPA).

Toda la campaña presidencial de Poroshenko se basó en el recrudecimiento del militarismo y la xenofobia antirrusa. Después de una gran provocación militar en el mar de Azov contra Rusia y la declaración de la ley marcial en varias regiones del país donde los trabajadores ucranianos están realizando huelgas y protestas contra los salarios de pobreza y la austeridad.

En las semanas previas a la elección, Poroshenko intentó retratar a Zelensky como un agente del presidente ruso Vladimir Putin, alegando que una victoria de Zelenskiy llevaría a Ucrania de regreso al "imperio ruso".

De acuerdo con una encuesta reciente, Poroshenko dejará el cargo como uno de los presidentes en funciones más despreciados en la historia política europea moderna. Casi el 60 por ciento de la población tiene una opinión negativa de él.

Zelensky, a pesar de sus apelaciones de oposición a la guerra y de hostilidad popular a las medidas de austeridad, es un representante de la oligarquía ucraniana y actuará en su nombre y en nombre del imperialismo occidental. En todo lo esencial, su agenda continuará las odiadas políticas de Poroshenko.

Es un socio cercano del oligarca ucraniano, Ihor Kolomoysky, propietario del 1 + 1 Media Group de Ucrania. Kolomoysky ha estado exiliado en Israel en los últimos años y ahora planea regresar a Ucrania.

La reunión más importante de Zelensky durante la campaña no tuvo lugar en Ucrania, sino en Francia, donde se reunió con el presidente francés Macron. En una señal de que el imperialismo occidental se estaba orientando hacia colaborar con una Presidencia de Zelensky, Macron se reunió con Zelensky a mediados de abril, antes de una reunión separada con Poroshenko.

Poco se sabe acerca de lo que se discutió entre Macron y Zelensky, y este último simplemente dijo: “Hablamos de la vida y lo esencial. Poner fin a la guerra en Donbass”. Zelensky había expresado previamente su admiración por Macron, quien ha estado movilizando al ejército francés para aplastar las protestas contra la desigualdad social por parte de los “chalecos amarillos”.

Según los informes, Zelensky contrató a una empresa de relaciones públicas en Washington para organizar reuniones con representantes de la Administración de Trump y varios grupos de expertos estadounidenses.

Ganó gran parte de su apoyo criticando la flagrante corrupción del régimen de Poroshenko y haciendo promesas fraudulentas de que pondrá fin a la guerra en Donbass, negociará directamente con Putin y trabajará para prevenir una guerra a gran escala con Rusia. Sin embargo, en una entrevista con RBK Ukraine dada poco antes de las elecciones del domingo, Zelenskiy llamó a Rusia un "agresor" en Donbass y Putin un "enemigo". Expresó su apoyo a la prohibición de la prensa y los artistas en idioma ruso, y llamó a Stepan Bandera, un criminal de guerra ucraniano durante la Segunda Guerra Mundial que trabajó con los nazis para perseguir a los judíos, un "héroe", que "defendió la libertad de Ucrania".

Proclamó que no planeaba desviarse de la entrada propuesta de Ucrania en la OTAN y prometió celebrar un referéndum sobre el tema, prometiendo "ganar" a los escépticos ucranianos en el este del país. Zelensky también es un antiguo partidario de la membresía ucraniana en la Unión Europea. La entrada de Ucrania tanto en la UE como en la OTAN significaría una gran provocación y una escalada de tensiones con Rusia.

A lo largo de la campaña, Zelensky tuvo cuidado de no revelar nada concreto sobre su agenda económica, pero en su entrevista con RBK Ucrania, admitió ser un partidario de todo tipo de "desregulación"; en otras palabras, la eliminación de lo que queda en Ucrania de servicios sociales.

Ha ganado el apoyo de varios "reformadores" prominentes del libre mercado dentro de Ucrania, incluido el exministro de Finanzas Oleksandr Danylyuk y el exministro de Economía Aivaras Abromavicius, quien es conocido por sus intentos de impulsar la privatización y ventas a gran escala de las industrias estatales restantes de Ucrania.

Tanto Zelensky como Abromavicius están dedicados a cumplir con las órdenes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y han declarado que Ucrania permanecerá en el programa de préstamos del FMI durante el tiempo que sea necesario. Zelensky también propuso poner fin a una moratoria en la venta de tierras agrícolas, por orden del FMI, y ha expresado dudas sobre el aumento de los precios del gas natural ordenado por el FMI, que sumió a muchos ucranianos en el frío del invierno pasado.

Con respecto a la educación, uno de los asesores de Zelensky, Serhiy Babak, sugirió que estaba en juego una privatización masiva de la educación pública, que decía: "Abriremos el mercado de servicios educativos para iniciativas privadas y para instituciones educativas extranjeras, y desarrollaremos una alianza estatal [con organizaciones educativas privadas]".

(Artículo publicado originalmente en inglés el 22 de abril de 2019)

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