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El nacionalismo y el militarismo dominan el último debate electoral europeo en Francia

El último debate televisado entre los candidatos de Francia en las elecciones europeas, organizado por BFM-TV el jueves por la noche, fue un espectáculo de reacción política, dominado por el militarismo, el nacionalismo y los ataques contra inmigrantes y refugiados.

El debate reveló que cualquiera que sea el resultado de las elecciones, los trabajadores y los jóvenes en Francia y Europa se enfrentan a una situación política y una clase dirigente que está virando rápidamente hacia la derecha, preparándose para la guerra y construyendo las fuerzas de una dictadura contra el aumento creciente de huelgas obreras y protestas contra la desigualdad y la austeridad.

Solo 12 de las 34 listas de candidatos fueron invitados a participar en el debate, incluyendo Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon (LFI), la coalición del Movimiento por la Democracia y la República en Marcha (LREM) del presidente Emmanuel Macron, el Partido Socialista (PS), el Partido Comunista de Francia (PCF), la Europa Ecología Los Verdes, Los Republicanos gaullistas y la Agrupación Nacional (RN) ultraderechista de Marine Le Pen, anteriormente llamado Frente Nacional.

Lucha Obrera (LO) y otros 22 partidos no pudieron participar por el motivo antidemocrático de que la estación de televisión no los consideraba candidatos "principales".

El evento se dio cuando las encuestas pronostican que el partido de extrema derecha de Le Pen ganaría más escaños que cualquier otro partido francés en la votación del domingo. Debe su crecimiento al clima de nacionalismo y chovinismo antiinmigrante promovido por el Gobierno de Macron y todo el sistema político, sus recortes sociales que han empobrecido a amplios sectores de la clase trabajadora y el vacío político en la izquierda.

Debido a las políticas de derecha de LFI de Mélenchon y de los otros partidos de pseudoizquierda y su promoción del tan odiado Partido Socialista, RN pudo presentarse como un partido no perteneciente a la élite política, explotando la crisis social al utilizar a los trabajadores inmigrantes y refugiados como chivo expiatorio.

Lo más claro del evento, sin embargo, fue que, en su militarismo y ataques contra los inmigrantes y la clase trabajadora, los otros partidos principales no tienen diferencias esenciales con Le Pen. Solo están en desacuerdo en cuanto a los mejores medios para afirmar agresivamente los intereses del imperialismo francés.

De hecho, a lo largo de la tarde, Raphaël Glucksmann, del Partido Socialista, Nathalie Loiseau, de LREM, el excandidato presidencial del PS, Benoît Hamon, de Génération.s, y Yannick Jadot, de los Verdes, atacaron a la RN desde la derecha y desde un punto de vista nacionalista, alegando que sus críticas a la Unión Europea serían un obstáculo para afirmar los intereses franceses a través de la UE contra sus rivales con armas nucleares en China, Rusia y los Estados Unidos.

El ministro del Interior italiano "Matteo Salvini está permitiendo que China compre puertos para consolidar su estrategia de una nueva ruta de la seda", dijo Hamon. “China tiene una estrategia ofensiva que está jugando con las divisiones en Europa. ¿Y quién accedió primero? El ministro italiano y los soberanistas [nacionalistas]" de la RN de Le Pen.

Cuando los moderadores le preguntaron si los Estados Unidos aún podría considerarse aliado de Europa, Glucksmann, del Partido Socialista, declaró que "desde 1945 los europeos han sido como adolescentes, beneficiándose del paraguas estadounidense y sin autonomía ... Es obvio que los Estados Unidos no son ya nuestro aliado estratégico. Debemos asumir la política exterior y de defensa”.

Refiriéndose a la RN, agregó que "la soberanía nacional, por sí sola, nos convertirá en lacayos, en esclavos". Francia no podría competir con sus principales rivales. “No tendremos dominio de nuestro propio futuro. El único control posible de nuestro propio futuro en este mundo peligroso y multinacional es tener una política europea”.

Jadot de los Verdes no pudo evitar lanzar una perorata sobre sus ambiciones respecto a África, Oriente Próximo y Europa del Este. “Europa debe convertirse en una potencia mundial. A menudo hablamos de Europa como un mercado avanzado... y mucho menos como un poder político global. Hoy tenemos una serie de regiones extremadamente inestables en las fronteras de Europa, en Ucrania, en toda África, en Oriente Próximo, zonas de inestabilidad, zonas que necesitamos”.

Loiseau, el candidato principal para la lista de Macron, agregó: "No quiero que Francia sea por siempre la policía de África y Oriente Próximo por sí sola". En cambio, "necesitamos ser más numerosos para poder intervenir juntos. Un ejército europeo es una necesidad absoluta", como lo es "la autonomía estratégica de la Unión Europea".

Sus declaraciones hicieron eco de la publicación en el blog de la actual ministra de Defensa, Florence Parly, una ministra del gabinete en el Gobierno del Partido Socialista de Lionel Jospin de 2000 a 2002, publicada dos días antes, pidiendo un ejército europeo y un voto por el partido de Macron, "si no quieren una Europa indefensa".

Ninguno de los candidatos en el debate del jueves se preocupó por explicar las implicaciones de su perspectiva de desarrollo militar agresivo en oposición a las principales potencias mundiales: el impulso inevitable hacia una guerra mundial por mercados, recursos y esferas de influencia. Todos saben que entre los trabajadores y los jóvenes hay una oposición abrumadora al militarismo y la guerra.

Jordan Bardella, de la RN, insistió en que la oposición de su partido tanto a la OTAN como a un ejército europeo no tenía nada que ver con la oposición al militarismo. Ambos eran militarmente impracticables y subordinaban los intereses franceses a los Estados Unidos y las otras potencias europeas, argumentó.

“Tener un ejército europeo consiste en dar nuestra tecnología militar a todos los países europeos que no tienen ejército, que solo tienen defensas. Tenemos un ejército. Y creo que Francia es un gran país, una gran nación, que tiene una voz fuerte", dijo Bardella, que "sabemos cómo usar hoy en Mali".

Manon Aubry, el principal candidato de la insaciable Francia de Mélenchon, se opuso a la OTAN en el debate por los mismos motivos que Bardella, afirmando que era "una herramienta de la Guerra Fría" y que "ya no tiene ningún sentido hoy". En un tuit publicado ayer, añadió más explícitamente que la OTAN "está alineada con los intereses de Donald Trump y los Estados Unidos".

Mélenchon es un defensor probado de las guerras imperialistas francesas, ha apoyado la intervención tanto en Libia en 2011 como en Mali y el Sahel en 2013 y ha servido en el Partido Socialista durante décadas. Un moderador del debate le dijo a Aubry que "en el campo de la lucha contra el terrorismo, de los servicios de inteligencia", Europa había "hecho grandes progresos... en el intercambio de información, en el refuerzo de las barreras de verificación en las fronteras", y preguntó si esto no era "una buena herramienta". A lo que Aubry respondió:" Por supuesto, hemos progresado”.

El debate reaccionario subrayó el hecho de que no existe una facción progresista de la burguesía europea. La intervención política independiente de la clase obrera con una perspectiva socialista contra el capitalismo y toda la élite política es la única base sobre la cual se puede librar una lucha contra la guerra, la austeridad y la construcción de un Estado policial.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 25 de mayo de 2019)

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