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Después de la declaración de Mueller

Trump amenaza a México con aranceles en ataque contra inmigrantes, mientras los demócratas denuncian a Rusia

El martes pasado, Donald Trump anunció que Estados Unidos impondría un arancel de 5 por ciento a todas las importaciones provenientes de México a partir del 10 de junio. Tuiteó que el arancel se mantendría “hasta el momento en que los migrantes ilegales que vienen por medio de México hacia nuestro País, PAREN”, añadiendo que “el Arancel aumentará gradualmente hasta que el problema de la Inmigración Ilegal sea remediado”, a 5 por ciento por mes y por cuatro meses.

Los precios futuros de las acciones cayeron dramáticamente por las noticias. Trump está respondiendo a la crisis política de la clase gobernante estadounidense, intensificando su asalto contra los trabajadores inmigrantes.

El anuncio de Trump se produjo un día después de que el ex fiscal especial Robert Mueller apelar al Congreso efectivamente para que inicie un juicio político para destituir a Trump. En sus declaraciones el miércoles por la mañana, Mueller contradijo la afirmación de Trump de que el reporte sobre las acusaciones de interferencia rusa en las elecciones estadounidenses y obstrucción a la justicia “exoneraban” al mandatario. Mueller dijo, “Si tuviéramos la certeza clara de que el presidente no perpetró ningún crimen, lo hubiéramos dicho”.

Trump acompañó su propuesta de nuevos aranceles con la promesa de que anunciaría nuevas medidas antiinmigrantes, tan pronto como hoy. Trump le dijo a la prensa de que hará una “declaración de grandes ligas… que tiene que ver con la frontera y con la gente que entra ilegalmente por la frontera y será mi declaración más importante hasta ahora sobre la frontera”.

La Casa Blanca emitió una declaración fascistizante de parte de Trump que probablemente fue escrita por su asesor político de tinte fascista, Stephen Miller:

“Como todos los saben, Estados Unidos ha sido invadido por cientos de miles de personas que cruzan México y entran en nuestro país ilegalmente. Esta llegada sostenida de extranjeros ilegales tiene profundas consecuencias sobre todo aspecto de nuestra vida nacional—saturando nuestras escuelas, abrumando nuestros hospitales, saqueando nuestro sistema de asistencia social y causando cantidades indescriptibles de crímenes”

“Los miembros de pandillas, coyotes, traficantes humanos, drogas y narcóticos ilegales de todo tipo están entrando a montones por nuestra Frontera Sur y directamente en nuestras comunidades. Miles de vidas inocentes son tomadas cada año como resultado de este caos sin ley. ¡Debe acabarse AHORA!”.

Los oficiales del Gobierno también filtraron a Politico ayer planes para “ahorcar el asilo para los centroamericanos”. La propuesta de Trump “negaría el asilo a miles de migrantes que esperan justo al sur de la frontera”, escribió Politico .

El año pasado, Trump y el Gobierno mexicano del presidente Andrés Manuel López Obrador acordaron que México bloquearía a los solicitantes de asilo para que no entren a EUA a instancias de Trump como parte del programa “quédate en México”. Ahora que ese acuerdo ha sido expuesto como una mentira, decenas de miles de centroamericanos quedarían atrapados lejos de sus hogares y sin poder ejercer su derecho al asilo, como lo consagra el derecho internacional.

También han aparecido nuevos reportes de cantidades masivas de niños inmigrantes que están detenidos ilegalmente a lo largo de la frontera entre EUA y México. Según un reporte del Washington Post publicado ayer, hay 2.000 niños no acompañados detenidos en “instalaciones hacinadas de la Patrulla Fronteriza de EUA… por encima de los límites de tiempo permitidos legalmente, incluyendo para algunos de 12 años de edad o menos”.

El Gobierno de Trump está infringiendo abiertamente las leyes federales, que requieren que los niños sean liberados de detención dentro de 72 horas. Aproximadamente mil niños no acompañados “están pasando más de una semana en estaciones de la Patrulla Fronteriza y centros de procesamiento”, escribió el Post, mientras que “más de 250 niños de 12 años o menos han estado en custodia por un promedio de seis días”.

Los niños están sufriendo de varicela y enfermedades respiratorias como resultado de las políticas deliberadas del Gobierno para hacerlos sufrir. Seis niños —cinco guatemaltecos y uno salvadoreño— han muerto bajo custodia de EUA desde septiembre.

El Post describió las condiciones en una instalación donde “los niños pequeños estaban empacados en celdas de concreto, muchos de ellos durmiendo en el suelo sin distancia entre ellos”. Una celda “tenía a muchachos adolescentes, muchos de los cuales se mantenían de pie en un pequeño espacio viendo a través de una pared de vidrio. Uno se encontraba orinado detrás de la pared baja que bloquea el retrete en el fondo. En una celda a la par, varios niños que parecían de edad de escuela primaria estaban dormidos y se apiñados en bancas de concreto, varios de ellos agarrados de cobijas de emergencia Mylar”.

Con estas medidas, Trump está dejando en claro que responderá a las amenazas de un juicio político atizando sentimientos fascistizantes y amenazando con medidas extralegales. Más temprano este mes, Trump amenazó con cancelar las elecciones de 2020 y extender su término hasta 2022. También propuso convertir las celebraciones tradicionales del Día de la Independencia en Washington DC en un gran mitin para sus simpatizantes. Su discurso de graduación ante la Academia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos ayer en Colorado Springs también tenía un aire de mitin de campaña. Los generales, oficiales y cadetes que se graduaban en la audiencia vitoreaban sus alardes sobre los aumentos en el gasto militar.

La oposición del Partido Demócrata a Trump no proviene desde la izquierda e ignora el ataque despiadado contra los derechos de los trabajadores inmigrantes. En cambio, los demócratas han centrado su fuego casi exclusivamente en las acusaciones infundadas de interferencia rusa en las elecciones estadounidenses.

Refiriéndose explícitamente a las acusaciones contra Rusia, Hillary Clinton le manifestó a una audiencia de graduandos en la Universidad Hunter en Nueva York el miércoles que “Podría no haber tanques en nuestras calles, pero no se equivoquen, estamos evidenciando un ataque contra el Estado de derecho y los cimientos de nuestra democracia”. Clinton dijo que el Gobierno de Trump demostró su “rechazo completo a condenar a una potencia extranjera que atacó nuestra democracia”.

La presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, fue un paso más lejos, denunciando a la plataforma de redes sociales Facebook como un “facilitador voluntario de interferencia rusa en nuestras elecciones” porque se rehusó a censurar un video editado que Trump compartió y que mostraba a Pelosi balbuceando. Trump publicó el video intentando mostrar que Pelosi está incapacitada mentalmente para ejercer su cargo.

Pelosi le dijo a KQED News en San Francisco, “Lo hemos dicho desde el principio, ‘Pobre Facebook, los rusos se aprovecharon de ellos sin saberlo’. Creo que lo hicieron deliberadamente ahora que están colgando algo que saben que es falso. Creo que es indebido”.

Clinton también se refirió al video de Facebook de Pelosi en su discurso en la Universidad Hunter, diciendo que “el video es una basura sexista”. Mientras los estudiantes en el fondo ponían los ojos en blanco y se veían claramente aburridos, la candidata presidencial demócrata de 2016 denunció “las plataformas grandes de redes sociales” que “saben que sus sistemas están siendo manipulados por actores extranjeros e internos para sembrar divisiones, promover extremismo y esparcir la desinformación”.

Mientras Trump prepara sus ataques viciosos y peligrosos contra los trabajadores inmigrantes, los demócratas ignoran estas amenazas y en cambio hacen demandas histéricas a favor de la censura y una política exterior militarista contra Rusia basada en las acusaciones falsas de “injerencia extranjera”.

El Partido Demócrata teme que un esfuerzo para destituir a Trump desencadenaría una movilización de decenas de millones de trabajadores para manifestar sus demandas democráticas, económicas y sociales. Como resultado, están decididos a asegurarse de que el único foco de cualquier juicio político contra el mandatario sea la campaña neomccarthista y antirrusa. Esta también es la razón por la cual insisten en que Mueller rinda un testimonio público ante el Congreso.

La clase obrera no tiene ningún aliado en esta lucha entre facciones re partidos reaccionarios del imperialismo estadounidense. Tanto Trump como los demócratas tienen estrategias competidoras para establecer el dominio geopolítico de la clase gobernante estadounidense sobre la población del mundo. Ambos planean librar guerras, atacar los derechos democráticos de la población y facilitar la superexplotación de la clase obrera por las corporaciones tanto dentro como fuera del país.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 31 de mayo de 2019)

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