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El ejército argelino suspende las elecciones presidenciales del 4 de julio

El domingo, el Consejo Constitucional argelino canceló las elecciones presidenciales programadas para el 4 de julio. El presidente interino Abdelkader Bensalah convocó las elecciones en abril, solo una semana después de la renuncia del expresidente Abdelaziz Bouteflika en medio de protestas masivas exigiendo su destitución y la caída del régimen militar argelino.

La decisión se tomó en medio de continuas protestas masivas semanales de trabajadores y jóvenes en ciudades de toda Argelia, en oposición tanto a las elecciones como a Bensalah y a la dictadura militar. En las últimas semanas, los manifestantes han cantado repetidamente consignas denunciando las elecciones y a la cúpula militar, como "No hay elecciones con la pandilla", "No hay diálogo con los símbolos del antiguo régimen".

Tan abrumadora fue la oposición popular a estas elecciones, identificada correctamente como una hoja de parra para mantener un régimen corrupto, que ningún partido se atrevió a presentar candidatos en ellas. Los jueces se negaron a participar en la preparación de las listas de elecciones, y la asociación del Club de Jueces emitió una declaración en la que señaló que la elección ha sido "rechazada por el pueblo". Al final, el Consejo Constitucional suspendió una elección que estaba demostrando ser una vergüenza para el régimen y solo amenazaba con desencadenar una erupción más amplia de la oposición de masas.

Sin embargo, la suspensión de las elecciones del Consejo Constitucional no es un intento de someterse a la voluntad de los trabajadores y los jóvenes y construir un régimen democrático. El poder permanece en manos del caudillo militar, el general Ahmed Gaïd Salah. Y al posponer la elección presidencial sin fijar una fecha de elección futura, el Consejo Constitucional ha dejado efectivamente a Bensalah y al primer ministro Noureddine Bedoui, quienes son ampliamente despreciados, en el poder por un tiempo indefinido.

En el comunicado sobre su fallo, el Consejo Constitucional destacó que su propósito de posponer la elección era preservar el régimen existente. Escribió: “Es esencial crear condiciones adecuadas para organizar esta elección de manera transparente y sin prejuicios, a fin de preservar las instituciones constitucionales que ayudan a realizar las aspiraciones del pueblo soberano. Es deber del jefe de Estado convocar al electorado y completar el proceso electoral a través de la elección del presidente de la República y el juramento constitucional".

Mientras el Consejo Constitucional emitió su declaración afirmando defender las aspiraciones del pueblo argelino, el régimen militar está encarcelando y matando a políticos y figuras públicas en un esfuerzo por aterrorizar a la población.

Varios informes y videos publicados en las redes sociales muestran que las manifestaciones del mes pasado tienen cada vez más consignas dirigidas contra los militares, como "No a la solución egipcia", una referencia al golpe de Estado del dictador Abdel al-Sisi en 2013. Mientras el régimen está buscando un medio para poner fin a las protestas, está preparando una represión no menos brutal que sus homólogos en Egipto y Sudán, donde el Gobierno militar lanzó ayer un asalto a los campamentos de protestas civiles en Kharthoum, usando municiones reales para matar al menos a 35 personas.

La manifestación del viernes pasado en Argelia incluyó protestas generalizadas contra el asesinato supervisado por el Estado en prisión de Kamel Eddine Fekhar, un separatista cabilio y exlíder del Frente de Fuerzas Socialistas (FFS), que está afiliado al Partido Socialista de Francia. Arrestado sin orden judicial el 31 de marzo, inmediatamente después de una entrevista publicada en Facebook, fue acusado de "amenazar a la seguridad del Estado" e "incitar al odio racial". Fekhar presuntamente murió como resultado de una huelga de hambre de 50 días el 28 de mayo.

La muerte de Fekhar atrajo la condena internacional, y Amnistía Internacional lo calificó como "un resultado de nada más que de haber expresado sus opiniones".

El abogado de Fekhar, Salah Debouz, señaló el efecto escalofriante que el régimen militar pretende que tenga su muerte. "Ahora, cualquier persona que publique sus opiniones o exprese una opinión en las redes sociales puede ser arrestado por haber criticado a uno u otro funcionario", dijo a Le Point el 3 de junio. "Creo que hay muchas más personas en esta situación de las que se sabe, porque no tienen los medios para pagar a un abogado y nadie escucha nada sobre ellos. Es más fácil reprimirlos”.

Louisa Hanoune, secretaria general del Partido de los Trabajadores (PT) de Argelia y aliada cercana de la familia Bouteflika, permanece en prisión después de haber sido arrestada el 10 de mayo mientras comparecía como testigo en un juicio militar contra Saïd, el hermano de Bouteflika. Su arresto siguió a las declaraciones que intentaban presentarse como una crítica del ejército y tenía como objetivo enviar un mensaje de que cualquier crítica al ejército se enfrentaría a una represión violenta.

Hanoune comparó al ejército argelino con la dictadura militar egipcia del general Abdelfatah al-Sisi, manchada de sangre, advirtiendo efectivamente contra el apoyo a Gaïd Salah. "Una vez en el poder, al-Sisi ordenó el encarcelamiento de incluso las personas ingenuas entre los activistas y los partidos políticos que lo apoyaron, creyendo que el ejército abriría una verdadera democracia", dijo. El ejército ha tomado represalias brutales, encarcelando a Hanoune e impidiendo que sus médicos la visiten.

Los diferentes partidos de la oposición burguesa están buscando un medio para canalizar a los trabajadores y jóvenes detrás de una transición fraudulenta que, al utilizar una fraseología más democrática, dejará al país en manos de la élite corporativa y no será menos impermeable a las demandas sociales de los trabajadores argelinos y los campesinos oprimidos de poner fin a la pobreza y el desempleo, especialmente entre los jóvenes. Entre un cuarto y un tercio de los jóvenes están desempleados en un país donde el 70 por ciento de la población tiene menos de 30 años.

El 3 de junio, El Watan informó que una colección de sindicatos autónomos, que reciben fondos del Frente Nacional para la Democracia de la CIA, y el autoproclamado “Foro Civil para el Cambio”, lanzaron un llamado a otro “diálogo responsable, serio y racional, como un medio para resolver la crisis actual "sin Bensalah ni Bedoui. Los pseudoizquierdistas Partido de los Trabajadores y el Partido Socialista de los Trabajadores, que está aliado con el Nuevo Partido Anticapitalista en Francia, están tratando de canalizar la oposición detrás de una demanda no menos fraudulenta de una "Asamblea Constituyente".

Tales demandas tienen como objetivo encarrilar a la clase obrera detrás de una u otra facción de la burguesía, y evitar que la clase obrera libere una lucha para tomar el poder político en sus propias manos, establecer un Gobierno obrero sobre la base de políticas socialistas y tratar de extender sus luchas revolucionarias en todo el continente africano e internacionalmente. La lucha por el socialismo es la única base sobre la cual se pueden cumplir las demandas democráticas y sociales de la clase obrera.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 4 de junio de 2019)

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