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Obama recibió $600,000 dólares por un solo discurso

En los dos años transcurridos desde que abandonó la Casa Blanca, el ex presidente Barack Obama ha empleado su tiempo elevando y consolidando su posición en los niveles más altos del uno por ciento de la sociedad estadounidense. Obama ha recaudado cantidades exorbitantes de dinero por hablar en público y realizar convenios con múltiples compañías por millones de dólares.

A pesar de su sofisma hecho durante las profundidades de la Gran Recesión que “en un cierto punto usted ha hecho suficiente dinero”, no parece haber tal límite para los Obama. Su familia ha acumulado tanta riqueza que incluso el propio Obama dijo que estaba sorprendido durante un discurso que hizo en Sudáfrica el año pasado.

Desde que dejó el cargo, el expresidente ha dado un estimado de 50 discursos por año a audiencias corporativas por cientos de miles de dólares por evento. En 2017, el mismo año en que dejó el cargo, Obama fue reconocido oficialmente como uno de los diez oradores públicos mejor pagados de los Estados Unidos.

Barack Obama [Crédito: Foto Oficial de Casa Blanca por Pete Souza]

El mes pasado, se informó que a Obama le pagaron casi $600,000 dólares por hablar en la conferencia EXMA [Expo-Marketing] en Bogotá, Colombia. Según el Bogotá Post, EXMA es el evento comercial y de marketing más grande del año en Colombia y uno de los más grandes de América Latina. Simplemente titulado, “Una conversación con el presidente Barack Obama”, su discurso supuestamente abordó las “estrategias de crecimiento influyentes” en marketing y otros aspectos de la economía del marketing.

Colombia es famosa por la corrupción que prevalece en su sector público y militar, que le cuesta al país $17 mil millones de dólares al año, equivalente al 5.3 por ciento de su PIB. Colombia exporta la mitad de la cocaína del mundo y se sabe que sus carteles de la droga tienen una mano en el gobierno. La corrupción y el dinero de las drogas están tan extendidos que el inspector general de Colombia lo comparó con “el nuevo cartel”.

Mientras que Obama advierte sobre el peligro de “explotar la desigualdad” en sus discursos, la suma masiva que se le otorga por una noche en Bogotá es más de 10 veces lo que un hogar típico en los Estados Unidos gana en un año, y 72 veces el ingreso promedio anual de un trabajador en Colombia.

Cabe destacar que el bolso de Obama casi triplicó la cantidad que Hillary Clinton recibió por sus notorios discursos a Goldman Sachs que la revelaron a ella y al Partido Demócrata como títeres de Wall Street. El expresidente Bill Clinton recibió solo $200,000 por discurso cuando realizó una gira por América Latina en 2005.

Un factor clave en la nueva y creciente riqueza de Obama son aquellos que se beneficiaron de su presidencia. Varios de sus discursos públicos han sido dados a grandes firmas e inversionistas de Wall Street. Obama ha pronunciado al menos nueve discursos ante Cantor Fitzgerald , una importante empresa de inversiones y bienes raíces comerciales, y otras corporaciones de alto nivel. Según los registros, cada discurso ha sido al menos de $400,000 dólares por uno corto.

Durante su presidencia, Obama se jactó que su administración era “la única cosa entre [Wall Street] y las horcas”.

De hecho, Obama entregó a los barones ladrones y los criminales responsables de la crisis financiera de 2008-2009 un rescate de billones de dollares. Su administración supervisó la mayor redistribución de la riqueza en la historia, desde el más bajo hasta el uno por ciento superior, encabezando el ataque a los estándares de vida de maestros y trabajadores de la industria automotriz.

Bajo la supervisión de Obama, los mercados de valores se dispararon a medida que el Promedio Industrial Dow Jones aumentó en un 149 por ciento. Mientras tanto, la “Guerra Contra el Terror” en el Medio Oriente se expandió y Obama se convirtió en el primer presidente en pasar todos los días de sus dos mandatos en guerra, para deleite del complejo militar-industrial.

A medida que avanzaban las guerras y los oligarcas financieros se engordaban a sí mismos a partir de la montaña cada vez mayor de riqueza que se concentraba en lo más alto de la sociedad, los salarios reales se estancaban y una crisis de sobredosis de opioides sin precedentes se salía de control. El aumento en el número de “muertes por desesperación” durante el mandato de Obama, particularmente entre la clase trabajadora, resultó en una disminución de la esperanza de vida sin precedentes en la era moderna.

Además de las recompensas monetarias por su servicio a la élite financiera y el aparato de inteligencia militar, Obama ha sido ampliamente festejado por personalidades de las altas esferas sociales y por multimillonarios como Richard Branson de Virgin Airlines. Obama fue el invitado especial de Branson en 2017 en una isla privada donde se vio a la pareja practicando surf de vela y disfrutando de las comodidades del exclusivo resort de Branson.

Michelle Obama también se ha beneficiado después de la salida de la familia de la Casa Blanca. La pareja firmó un contrato de libros por $65 millones con la editorial Penguin Random House por sus memorias políticas. El libro de memorias de Michelle Becoming fue el más vendido de 2018, con más de 10 millones de copias vendidas. La pareja también firmó acuerdos de varios años con Netflix y Spotify para producir contenido destinado a “fomentar el diálogo” y promover la diversidad en el entretenimiento.

La lucrativa carrera de Obama post-Casa Blanca con la élite corporativa del entretenimiento y financiera es la personificación de la relación de la puerta giratoria entre el gobierno de los Estados Unidos y el sector privado. Las recompensas de Obama son simplemente sobornos retroactivos por servicios prestados a la élite capitalista, quienes lo han recibido con los brazos abiertos.

(Publicado originalmente en inglés el 20 de junio de 2019)

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