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Trabajadores de Ford denuncian acuerdo tentativo y escándalo de corrupción que envuelve a líderes del UAW

Cincuenta y cinco mil trabajadores automotores de Ford Motor Co. en los EE. UU. comienzan a votar hoy por un contrato de cuatro años respaldado por el sindicato United Auto Workers, y la votación está programada para concluir el 15 de noviembre.

El más reciente acuerdo entreguista del UAW se anunció el miércoles pasado, solo tres días después de que supuestamente comenzaron las negociaciones sobre "asuntos económicos importantes" con Ford, y menos de una semana después de que el UAW finalizara la huelga de 40 días de unos 48.000 trabajadores de General Motors.

El acuerdo del UAW-Ford está "modelado" en las condiciones intensificadas de explotación aceptadas por el UAW en el contrato de GM. Al igual que GM, que ratificó el cierre de la planta ensambladora en Lordstown y el uso ampliado de trabajadores temporales, Ford podría ahorrar miles de millones de dólares durante los próximos cuatro años cerrando su planta de motores de Romeo, Michigan, despidiendo a trabajadores "legacy," de mayor antigüedad y mejores salarios, y aumentando el empleo de los trabajadores temporales.

Presidente del UAW, Gary Jones, y el presidente ejecutivo de Ford, William Clay Ford jr. se dan la mano en la negociación el lunes (fuente: Ford Motor Co.)

A diferencia del acuerdo de GM, que limitaba las ofertas de "paquetes especiales de jubilación" a 2.000 trabajadores con antigüedad y salarios mayores, el contrato de Ford permitiría la liquidación de un número ilimitado de "empleados de producción elegibles", lo que permitiría a la empresa reducir enormemente sus costos laborales.

Una crisis sin precedentes está afectando al UAW al iniciar la votación en Ford. El escándalo de corrupción que surgió por primera vez a mediados de 2017 con revelaciones de soborno de funcionarios del UAW por parte de ejecutivos de Fiat Chrysler ahora ha envuelto a los más altos niveles del aparato sindical.

El sábado, el presidente del UAW, Gary Jones, anunció que se tomaría una licencia, luego de la acusación la semana pasada de Edward Robinson, un funcionario de alto rango en la oficina de la Región 5 del UAW que Jones supervisó anteriormente. Los fiscales federales acusaron a Robinson de conspirar con otros seis altos funcionarios del UAW para malversar $1,5 millones en fondos sindicales entre 2010 y 2019. La acusación establece que Robinson tomó más de $700.000 en fondos malversados con el "Oficial A del UAW", identificado por la prensa de Detroit como Gary Jones. Según las presentaciones judiciales citadas por el Detroit Free Press, el FBI confiscó más de $32.000 en efectivo durante una redada en la casa de Jones en septiembre.

Jones continuará recibiendo su salario de $260.243 anuales durante su licencia mientras el vicepresidente del UAW para Ford, Rory Gamble, asume el cargo de presidente en funciones.

Se está generando una ira inmensa entre los trabajadores de Ford ante los términos del acuerdo negociado por el desacreditado y corrupto aparato del UAW. No se ha cumplido ninguna de las aspiraciones de los trabajadores —la conversión de todos los trabajadores temporales a tiempo completo, el fin del sistema de niveles salariales y de beneficios y la abolición de los días de más de 10 horas del “horario alternativo”—.

"Creo que es basura. Es un contrato fraudulento", dijo un trabajador de la planta de camionetas en Dearborn al Boletín de los Trabajadores Automotores del WSWS, durante el fin de semana. "Voy a votar no. Ojalá pudiera votar no a Gary Jones también".

El trabajador apoyó una huelga en toda la industria, pero dijo que no creía que sucedería bajo el UAW. “Deberíamos hacer huelga en las tres compañías juntas. Con el UAW, nunca se producirá una huelga nacional, especialmente con estos delincuentes. Todos los del UAW obtienen sobornos para todo".

Terrence, un trabajador de la planta de estampado de Ford en Chicago, dijo que se oponía al acuerdo porque no ofrecía una garantía de puestos de tiempo completo a los trabajadores temporales.

"Todo es un juego", dijo. "En este contrato, si eres un trabajador temporal, pueden despedirte por 31 días y luego emplearte de nuevo, pero debes comenzar tu servicio nuevamente. Esa es la parte de la que no te hablan".

Demetrius, un trabajador a tiempo completo en la planta armadora de Ford en Chicago dijo que había una oposición generalizada en su planta. “Hace ocho años se hicieron promesas de que los trabajadores temporales se convertirían a tiempo completo, y ahora lo están rechazando nuevamente. Son muchas promesas incumplidas, y el UAW sigue repitiendo lo mismo que hicieron en los últimos contratos".

Durante el fin de semana, el UAW lanzó su "libro blanco" del contrato, un documento de 769 páginas, con páginas supuestamente diferentes al contrato anterior. Lo que está contenido en el llamado libro blanco, y lo que se omite, deja en claro que el UAW está intentando aplicar a la fuerza las demandas de la compañía.

Lo que el libro blanco omite ominosamente son los memorándums de entendimiento sobre el futuro de la armadora en Flat Rock, justo al sur de Detroit, y planta de estampado en Buffalo, a las que se hace referencia en el resumen del contrato. El resumen cita las cartas de administración 26U y 16U sobre la "estrategia de viabilidad" y la "competitividad" de Flat Rock y Buffalo, respectivamente.

La ausencia de acuerdos paralelos significa casi con certeza que el UAW ha acordado algún tipo de "estructura salarial competitiva" en las plantas de Flat Rock y Buffalo, como supuestamente lo hizo en 2015 para "salvar" las fábricas de Sterling Axle, Rawsonville y Woodhaven en Michigan. En estas fábricas, los salarios llegan a un máximo de $10 por hora menos que el salario de los trabajadores "legacy" en otras fábricas. El UAW se compromete a ayudarle a Ford a librarse de todos los trabajadores veteranos mejor pagados, ya sea a través de transferencias o jubilaciones forzadas.

Según un informe de Bloomberg, Ford planea cambiar la producción de un vehículo eléctrico planificado de Flat Rock a su planta de Avon Lake, Ohio, poniendo en cuestión el futuro de la planta en el suburbio de Detroit.

Junto con el "camino" falso hacia el empleo a tiempo completo para los temporales e innumerables excepciones para los aumentos salariales, los trabajadores de Ford han recurrido a Facebook para denunciar la inclusión de políticas de asistencia aún más punitivas. A los trabajadores se les permitirían solo siete ausencias injustificadas (AWOL, siglas en inglés) en el nuevo acuerdo, por debajo de las nueve del contrato anterior, y se les prohibiría usar "días familiares" pagados después de recibir cinco AWOL.

Los contratos de General Motors y Ford están diseñados para permitir que las compañías automotrices mantengan la "flexibilidad" laboral y puedan eliminar miles de trabajos y cerrar plantas cuando lo consideren necesario.

Un artículo en el Wall Street Journal publicado el viernes e intitulado "Para GM, la huelga valió la pena a largo plazo", proporciona una confirmación más de que las compañías están buscando implacablemente cambios estructurales a largo plazo a expensas de los medios de vida de los trabajadores. El artículo establece que la compañía estaba decidida a evitar la vuelta a los "viejos tiempos" de "beneficios chapados en oro" para los trabajadores, incluida la protección de ingresos durante los despidos, y "está invirtiendo miles de millones en automóviles eléctricos y vehículos autónomos, y necesita la máxima flexibilidad para minimizar el riesgo".

Con la caída de las ventas de automóviles en todo el mundo y el estancamiento de los salarios, todos los fabricantes de automóviles están tratando de destruir lo que queda de la seguridad laboral y protección del empleo, con la esperanza de transformar su fuerza laboral en trabajadores en gran medida contingentes. Regodeándose sobre la naturaleza hueca de las inversiones y las garantías de productos en las plantas de Lake Orion y Detroit-Hamtramck, donde GM se encuentra actualmente o dice que producirá vehículos eléctricos en el futuro, concluyó el autor, “GM ha mostrado su disposición en los últimos años a reducir sus pérdidas cuando los proyectos van de ser sueños a dolores de cabeza. El último contrato asegura que GM puede dejar de golpearse la cabeza contra la pared en cualquier momento que lo desee".

Ford y los otros gigantes automovilísticos están siendo conducidos por Wall Street hacia profundizar la explotación de los trabajadores con el fin de garantizar el flujo continuo de miles de millones de dólares a la élite financiera. Desde la reestructuración de la industria automotriz en 2009, Ford ha obtenido más de $70 mil millones en ganancias, con un promedio de más de $7 mil millones al año.

Ford ha premiado a sus grandes accionistas con dinero extraído de los trabajadores, gastando $711 millones en recompras de acciones desde 2015, incluidos $237 millones solo en septiembre de 2019. Durante este período, también pagó más de $11 mil millones en dividendos.

Los trabajadores deben rechazar el contrato del UAW-Ford con el desprecio que merece. El escándalo de corrupción cada vez más fuerte en torno a la dirección del UAW demuestra que todo el proceso de "negociación" del contrato ha sido ilegítimo y fundamentalmente criminal.

Pero un voto de "no" por sí solo no será suficiente para ganar las demandas de los trabajadores, y sería una ilusión fatal creer que la institución corporativista del UAW puede ser reformada y obligada a luchar por los trabajadores.

La urgente tarea que no se puede posponer es que los trabajadores formen nuevas organizaciones en una rebelión contra el UAW. Los trabajadores deben tomar la iniciativa y formar comités de base en cada fábrica y lugar de trabajo. Se debe hacer valer el control de los trabajadores sobre la votación del contrato para evitar que se repita la votación de 2015 del UAW en Ford, y se deben avanzar preparativos para una huelga en toda la industria automotriz contra Ford, GM y Fiat Chrysler. Esto debe ser parte de una contraofensiva industrial y política para garantizar los derechos sociales de la clase trabajadora, que debe basarse en una estrategia socialista e internacional, incluida la transformación de la industria automotriz global y los bancos gigantes en empresas públicas de propiedad colectiva y controladas democráticamente por la clase obrera

(Publicado originalmente en inglés el 4 de noviembre de 2019)

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