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La antigua candidata a gobernadora de Georgia, Stacey Abrams, encubre al milmillonario Bloomberg

En su comparecencia el lunes en el programa "The View" de ABC, la prominente demócrata negra Stacey Abrams restó importancia a los precedentes derechistas y racistas del candidato presidencial demócrata Mike Bloomberg, diciéndole al presentador del programa que la entrada del oligarca multimillonario en la pugna era positiva ya que "por una vez sabemos de verdad de dónde viene el dinero".

Stacey Abrams y la presidenta de la cámara Nancy Pelosi (Fuente: Oficina de la presidenta de la cámara de los EEUU)

El exalcalde de la ciudad de Nueva York, que ejerció dos mandatos como republicano y uno como independiente, y que apoyó a George W. Bush en 2004, ha inyectado cientos de millones de dólares de su fortuna de $60 mil millones a su campaña para ganar la nominación del Partido Demócrata a la presidencia, o por lo menos conseguir suficientes delegados para bloquear al senador por Vermont Bernie Sanders en la convención del partido para la nominación en julio próximo.

Al preguntársele si pensaba que era un problema que Bloomberg estuviera gastando cientos de millones de dólares para comprar un lugar privilegiado en las elecciones primarias, Abrams respondió que esto no se diferenciaba de un candidato que estuviera usando su mascota en la trayectoria de la campaña para atraer votantes.

"A todo el mundo se le permite presentarse, y ser candidatos a lo que crean que tengan que presentarse, y Mike Bloomberg ha escogido usar sus finanzas. Otras personas usan el perro, su carisma, lo que sea", dijo. "Creo que es apropiado plantear la cuestión. Pero no creo que te descalifique invertir en arreglar los Estados Unidos".

También se le preguntó sobre el hecho de que su comité de acción política, Fair Fight Action [Acción Lucha Justa], haya recibido $5 millones de Bloomberg, la donación más alta que el grupo haya recibido desde que se fundara en 2018. Al preguntársele si la donación tuvo alguna influencia en sus puntos de vista políticos, respondió, "Quedo agradecida a cualquiera que contribuya con Fair Fight. Tenemos más de cien mil donantes. Su cheque solo tenía unos pocos ceros más en él".

Bloomberg se reunió con Abrams en Atlanta en enero y dio una charla a puertas cerradas en una cumbre sobre el derecho al voto que ella albergó.

Dirigente de la minoría de la cámara de representantes de Georgia de 2011 a 2017 y derrotada como candidata a gobernadora en 2018, Abrams es vista ampliamente como muy probable candidata a vicepresidenta de cualquiera de los candidatos que gane la nominación demócrata. La cortejó el antiguo vicepresidente Joe Biden, que mencionó su nombre como posible compañera de fórmula en noviembre.

Respondiendo a una pregunta de la coanfitrión Joy Behar respecto a si Abrams quería ser vicepresidenta, respondió, "Claro que quiero. Por supuesto que quiero servir a los Estados Unidos, por supuesto que quiero ser patriota". Abrams había dejado claro antes que tenía la vista puesta en la presidencia en los años venideros. "Ese es mi plan, y soy muy pragmática", le dijo al sitio web político FiveThirtyEight el mes pasado.

Abrams es una defensora de la política identitaria, y afirmó en la revista Foreign Affairs el año pasado que los blancos y los negros tienen "diferencias raciales intrínsecas". Los estrategas del partido la ven como una buena elección para marcar las casillas de diversidad del compañero de fórmula de un candidato a la presidencia que probablemente sea un hombre blanco. En el mismo artículo de Foreign Affairs, Abrams denunció la política basada en "la categoría abarcadora conocida como 'la clase trabajadora'".

El propio tipo de política racial derechista de Abrams no desentonaría con el planteamiento racista de Bloomberg del gobierno cuando era alcalde de la ciudad de Nueva York, la ciudad más desigual de los Estados Unidos. Bajo Bloomberg, millones de trabajadores principalmente afroamericanos e hispánicos eran parados y cacheados por la policía sin ninguna sospecha de haber cometido algún delito bajo la infame táctica policial de "parar y cachear".

La semana pasada, salieron a la luz unos audios de Bloomberg hablando a un público del elitista Instituto Aspen en 2015 donde dijo: "El 95 por ciento de vuestros asesinatos y asesinos y víctimas de asesinato encajan en un M. O. Puedes simplemente tomar la descripción, fotocopiarla y repartirla entre todos los policías. Son varones de minorías, de entre 15 y 25". Prosiguió para añadir, "La manera de quitarles de las manos las armas a los muchachos es tirarlos contra la pared y cachearlos".

La respuesta de los medios alineados tras los demócratas, que constantemente promocionan políticas raciales, y de destacados demócratas negros y otros importantes miembros del partido ha sido minimizar sus comentarios. Aunque otro candidato habría sido expulsado de la campaña por hacer comentarios abiertamente racistas en defensa de una política de terror masivo dirigida primariamente contra jóvenes de las minorías, a Bloomberg le dieron vía libre, y obtuvo el respaldo de miembros del grupo de representantes negros del Congreso y una larga fila de alcaldes afroamericanos pasados y presentes.

Esto solo muestra que la obsesión con la raza del Partido Demócrata y de capas de la clase media alta privilegiada —negros así como blancos— por cuyos intereses habla no tiene nada que ver con la defensa de los negros trabajadores. En cambio, las políticas de raza, género y orientación sexual son utilizadas por académicos, profesionales, políticos, funcionarios sindicales y ejecutivos de corporaciones acomodados para sacar una mayor tajada de la riqueza del 10 por ciento de arriba. Estas capas ven a la clase trabajadora con miedo y desprecio y se maravillan ante oligarcas como Bloomberg, de quien están dispuestos y deseosos de aceptar sobornos y ayudas.

Ellos y sus políticas de identidad son parte integrante de las políticas de la oligarquía estadounidense que controla a los dos grandes partidos.

Una de las estrategias clave de la campaña de Bloomberg ha sido usar sus recursos financieros ilimitados para obtener el respaldo de funcionarios demócratas negros, ministros y donantes —actuales y pasados. Dio millones como fondos de campaña para ayudar en la elección de demócratas al Congreso en 2018 y se implicó en dar préstamos "filantrópicos" a ciudades, ONGs e iglesias.

En el episodio del martes de "The View", la coanfitriona Whoopi Goldberg (que tiene una fortuna de $45 millones) desestimó los antecedentes racistas de Bloomberg como alcalde, bromeando con que "todos se metieron" pero que él había emitido un sincero mea culpa, a diferencia de Trump, que nunca se disculpó por sus comentarios racistas.

La codirectora ejecutiva de Ariel Investments y exdirectora ejecutiva de DreamWorks Animation, Mellody Hobson, una destacada recaudadora de fondos del expresidente Barack Obama y esposa del director de cine multimillonario George Lucas, fue copresentadora de un acto electoral de Bloomberg en Chicago el martes por la noche. Otros participantes de ese evento al que se accedía solo por invitación fueron Steve Benjamin, el primer alcalde negro de Columbia, Carolina del Sur, y Kimberly Peeler-Allen, la directora del Comité por Mike y cofundadora de Higher Heights, un grupo que trabaja para hacer ascender a mujeres afroamericanas a posiciones de poder corporativo y político.

La respuesta de Abrams y esta adinerada capa de políticos negros y personas de negocios a la campaña de Bloomberg deja absolutamente claro el carácter de clase de la política identitaria. Ellos saben que, si es elegido, Bloomberg aplicará políticas que beneficiarán sus cuentas bancarias y carteras de inversiones.

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(Publicado originalmente en inglés el 20 de febrero de 2020)

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