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El New York Times publica una caricatura antisemita de Harvey Weinstein

El editorial principal en la edición del martes del New York Times presenta una caricatura de Harvey Weinstein, productor de cine condenado el lunes por delitos sexuales graves, con connotaciones abiertamente antisemitas. Weinstein es judío.

La imagen de Weinstein publicada por el New York Times ocupa una cuarta parte del espacio utilizable de la primera página de la sección editorial en la edición impresa del periódico. El editorial relacionado con la imagen se titula “Las lecciones del monstruo de #MeToo (#YoTambién)”. El editorial celebra la condena de Weinstein a pesar de la considerable evidencia exculpatoria.

Izquierda: Una edición de octubre de 1936 de Der Sturmer | Derecha: Una captura de pantalla del editorial principal del New York Times en Weinstein

La caricatura de Weinstein, dibujada por Brian Stauffer, es notablemente similar a una imagen infame publicada en un número de octubre de 1936 de la revista de propaganda nazi Der Stürmer. Las insinuaciones antisemitas de la ilustración están en consonancia con el subtexto antisemita abierto de #MeToo, uno de los varios elementos desagradables de la campaña que también puso en la mira a Roman Polanski y Woody Allen.

La imagen en blanco y negro en Der Stürmer es una horrible caricatura antisemita de un judío, con dos colmillos prominentes que chorrean saliva o sangre. El rostro monstruoso en la imagen de Der Stürmer tiene una mandíbula débil, múltiples barbillas y orejas exageradas. Der Stürmer presenta a esta figura comiendo personas, incluida una mujer ubicada en el centro, bajo el título “Insaciable”. El pie de ilustración dice “La intención de los judíos no es esclavizar a un solo pueblo. Su objetivo es devorar al mundo entero”.

La imagen de Stauffer parece una adaptación sorprendente de la caricatura nazi. Con un “sofá de casting [reparto]” rojo y blanco que delinea su boca, la ilustración del New York Times presenta a Weinstein con una mandíbula débil, múltiples barbillas y orejas prominentes. Las patas del “sofá de casting” apuntan hacia abajo en forma de dos colmillos, y su boca, delineada por los bordes del sofá, está coloreada en rojo oscuro, dando la clara impresión de que está goteando sangre.

Las macabras ilustraciones tienen tantas características en común que es difícil creer que Stauffer no conoce la caricatura nazi. Pero de esto no se deduce que Stauffer es un antisemita o que conscientemente tuvo la intención de dibujar una caricatura antijudía. Y el editor del Times es judío, al igual que el editor de la página editorial del periódico, James Bennet. Sin embargo, la política reaccionaria, cuando busca expresarse en una forma pictórica cuasiartística, se siente atraída, y emplea de forma bastante natural, a imágenes de un carácter social retrógrado e incluso bestial.

Intelectualmente empobrecido, incapaz de comprender y retratar la contradicción, Stauffer trabaja con las categorías más simplistas y vacías. Así como las imágenes nazis, de acuerdo con su inspiración política, podían retratar al judío solo como una personificación horrible del mal, Stauffer reduce a Weinstein a un demonio-monstruo, con colmillos que sobresalen de una boca que gotea sangre.

No retrata a un ser humano real, desgarrado por contradicciones. La visión imaginaria nazi del "judío eterno" muta en la imagen de Weinstein como el “monstruo eterno”, sin originalidad artística y, mucho menos, percepción psicológica. Inevitablemente, la representación se inspira en los conocidos tropos del antisemitismo. Esta manifestación de atraso cultural se entrecruza con los intereses políticos reaccionarios del New York Times, y por eso Bennet publicó la imagen en una cuarta parte de la página editorial.

(Publicado originalmente en inglés el 26 de febrero de 2020)

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