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Perspectiva

Raza vs. clase en las primarias de Carolina del Sur

La victoria del exvicepresidente Joe Biden en las primarias presidenciales del sábado en Carolina del Sur está siendo aclamada por el establishment del Partido Demócrata y sus aliados en los medios de comunicación corporativos, presentándolo como un hito en su esfuerzo conjunto para bloquear la nominación del senador Bernie Sanders.

Esta celebración puede ser prematura, ya que se espera que Biden tenga un mal desempeño mañana en las primarias del "Súper Martes", cuando los votantes demócratas de 14 estados, incluyendo California y Texas, irán a las urnas. Se espera que Sanders obtenga la pluralidad, si no la mayoría, de los más de 1.300 delegados que se elegirán el 3 de marzo.

Sin embargo, la forma en que Biden prevaleció en Carolina del Sur se está presentando como una importante lección para el futuro de la contienda presidencial demócrata. Ganó por un enorme margen entre los votantes afroamericanos, que constituyen el 60 por ciento del electorado demócrata de Carolina del Sur, particularmente entre los votantes negros de mayor edad, ya que Sanders ganó la mayoría entre los votantes negros menores de 30 años, al igual que entre los votantes jóvenes en su conjunto.

El empuje final para Biden fue encabezado por James Clyburn, quien ha sido congresista del sexto distrito de Carolina del Sur durante los últimos 28 años y un líder de alto rango de la Bancada Negra del Congreso. Además, como whip o líder de plenario de la mayoría en la Cámara de Representantes, es el demócrata con el tercer mayor rango de la Cámara de Representantes. Clyburn le dio su apoyo a Biden el miércoles. Según las encuestas, la mitad de todos los votantes negros de Carolina del Sur dijo que su apoyo había influido en su elección final en las primarias.

Clyburn hablaba tanto en nombre de la dirección demócrata del Congreso en su conjunto como en nombre de una capa social específica: los negros de la clase media-alta y la burguesía que han hecho uso de la política de identidades para promover sus intereses, incluso mientras que los negros pobres y de clase trabajadora siguen enfrentando pobreza y miseria social.

En las primarias de 2020, incluso más que en 2016, esta capa de la clase media-alta negra se está movilizando para apuntalar a la cúpula del Partido Demócrata frente al desafío planteado por la campaña de Sanders. Se está utilizando la influencia de figuras como Clyburn y una serie de políticos negros de menor rango para socavar el llamado a los intereses de clase hecho por Sanders con sus (muy tímidas) declaraciones de "socialismo democrático", sus denuncias de los multimillonarios y sus afirmaciones de que aboga por los que viven de sueldo a sueldo, que incluye a la gran mayoría de la población afroamericana de Carolina del Sur.

Los programas televisivos de entrevistas el domingo estaban repletos de especulaciones de que la campaña de Biden podría utilizar la ayuda de otros políticos negros "influyentes" en estados del sur como Alabama, Arkansas, Tennessee y Carolina del Norte para ganar las elecciones primarias en esos estados el martes, o al menos reducir significativamente la ventaja de Sanders respecto a los delegados de la convención. El mismo Biden apareció en cuatro de los cinco programas de entrevistas de las redes de transmisión y cable para impulsar esta narrativa.

Los llamados raciales dirigidos a los trabajadores negros en Carolina del Sur como medio para bloquear los llamados de clase de Sanders fue tan descarado que un profesor negro, Eddie Glaude Jr. de Princeton, que apareció el domingo como un experto en el programa "Meet the Press" de NBC, admitió, "Nunca me hubiera imaginado, aunque entiendo los datos, que los afroamericanos serían de alguna manera el cortafuegos para el ala moderada del Partido Demócrata. Para mí, esa es una noticia impresionante".

En un momento dado parecía que la capa más corrompida de los operativos negros del Partido Demócrata en Carolina del Sur había sido influenciada por los millones que el multimillonario Tom Steyer inyectó en el estado: 20 millones de dólares en total, 18 veces lo que la campaña de Biden pudo gastar. Varios legisladores negros del estado apoyaron a Steyer, y su posición en las encuestas aumentó. Pero al final prevaleció la presión de la cúpula del Partido Demócrata: Biden ganó el 48 por ciento del voto total, en comparación con sólo el 11 por ciento de Steyer, quien no logró ganar ni un solo delegado.

Todos los candidatos demócratas que se oponen a Sanders han defendido la primacía de la política racial de una forma u otra. Esto quedó claro en el debate del martes pasado en Charleston, Carolina del Sur. La senadora Amy Klobuchar –cuyo historial como fiscal de distrito involucró encarcelar a jóvenes negros inocentes— se presenta como una oponente del "racismo en el sistema de justicia penal". El exalcalde de South Bend, Pete Buttigieg, quien presidió los ataques racistas de su fuerza policial, declaró su simpatía por los residentes rurales negros pobres. Steyer intervino, declarando: "Cada área de las políticas estadounidenses tiene un gigantesco subtexto racial".

Elizabeth Warren fue más lejos que cualquier otro candidato en un debate anterior. El 7 de febrero en New Hampshire, se declaró a favor de las "leyes con conciencia racial", supuestamente para rectificar las injusticias del pasado, y repitió una variante de esa formulación en el debate de Carolina del Sur.

Cuando el comentario de Warren en New Hampshire fue atacado con el argumento de que las "leyes con conciencia racial" eran la esencia de la segregación de Jim Crow en el sur antes del movimiento de derechos civiles, recibió el apoyo de un rincón revelador: Nikole Hannah-Jones, creadora del "Proyecto 1619".

Este es el esfuerzo del New York Times para reformular toda la historia de los Estados Unidos como el resultado de un conflicto racial entre blancos y negros. Denigra la Revolución Estadounidense al presentarla como una revuelta de los esclavistas contra los planes de emancipación respaldados por los británicos, y minimiza la Guerra Civil, en la que cientos de miles de estadounidenses blancos dieron su vida en una guerra para destruir la esclavitud, afirmando que los negros lucharon por su libertad en gran medida solos.

Hannah-Jones tuiteó en defensa del apoyo de Warren a las "leyes con conciencia racial", escribiendo, "las leyes con conciencia racial para discriminar son diferentes a las leyes con conciencia racial para tratar los siglos de dicha discriminación".

No es de extrañar que el “Proyecto 1619” ignore por completo el trabajo del Dr. Martin Luther King Jr. y el movimiento de derechos civiles: El objetivo de King fue construir un movimiento multirracial contra la injusticia y la opresión, luchando por la igualdad racial y social, no el establecimiento de privilegios especiales para un sector de los negros de clase alta a cambio de sus servicios en la supresión de la gran mayoría de negros que es de clase obrera. El autor de esta política, a la que llamó "capitalismo negro", aunque finalmente se le dio el título menos odioso de "acción afirmativa", fue Richard Nixon.

La estrategia política de la conducción demócrata es evidentemente intentar recrear la base electoral de su candidata derrotada en 2016, Hillary Clinton, así como de sus victoriosos candidatos de derecha al Congreso que arrancaron varios escaños de manos de los republicanos en 2018. Esa estrategia se centra en obtener una gran participación de votantes de las minorías, que durante mucho tiempo fue la principal base popular del Partido Demócrata, junto con un llamamiento a los votantes suburbanos más acaudalados, en particular las mujeres.

En las primarias de 2020, la intención es consolidar el ala "moderada" del Partido Demócrata en torno a Biden. Este proceso ya está en marcha, inicialmente con el retiro de Steyer, quien abandonó la contienda el sábado por la noche tras no ganar ningún delegado pese a su inversión de 250 millones de dólares. Esto fue seguido por el anuncio el domingo en la noche de que el exalcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, suspendió su campaña presidencial.

Joe Biden hace un gesto al diputado demócrata de Carolina del Sur, James Clyburn, en un mitin en Columbia la noche tras ganar las primarias del estado, sábado 29 de febrero de 2020 (AP Photo/Gerald Herbert)

El mismo Sanders no tiene respuesta a estas maniobras políticas. Mientras que el apoyo masivo a su campaña muestra un importante giro a la izquierda entre millones de jóvenes y trabajadores, a quienes les atrae su identificación con el socialismo, Sanders busca atrapar a sus partidarios dentro del marco del Partido Demócrata, una institución de la clase dominante capitalista que está inflexiblemente comprometida con la defensa de Wall Street y el imperialismo estadounidense.

La lucha por unir a la clase trabajadora a través de todas las líneas de raza, género, origen nacional y orientación sexual solo se puede avanzar a través de una revuelta contra toda la estructura política bipartidista en EE. UU. la cual está completamente controlada por la élite gobernante. La clase obrera debe establecer su independencia política frente al Partido Demócrata y cualquier otro representante político de la gran patronal.

Ese es el propósito de la campaña del Partido Socialista de la Igualdad en las elecciones de 2020. Nuestros candidatos, Joseph Kishore para presidente y Norissa Santa Cruz para vicepresidente, están luchando por unir a la clase obrera, no sólo dentro de los Estados Unidos, sino internacionalmente, en una lucha común contra el capitalismo mundial y la élite gobernante capitalista, sobre la base de un programa socialista.

Para obtener información sobre la campaña para las elecciones presidenciales del PSI y para participar, haz clic aquí.

(Publicado originalmente en inglés el 2 de marzo de 2020)

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