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España aísla a Madrid y al País Vasco según se multiplican los casos de coronavirus

Ayer, el gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Podemos aprobó un decreto que suspende temporalmente todos los eventos a puertas cerradas de más de 1.000 personas en las zonas afectadas por el coronavirus: Madrid, La Rioja, y las ciudades vascas de Vitoria y Labastida. El gobierno central y las comunidades acordaron cerrar todas las instalaciones educativas, de jardines de infancia a universidades. También recomendaron evitar viajar a zonas de alta transmisión y pidieron que la gente trabajara desde casa.

El gobierno también decidió que todos los eventos deportivos que impliquen "gran cantidad de gente" se jueguen a puertas cerradas durante dos semanas. Los populares viajes turísticos financiados públicamente a medias organizados por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales para jubilados también han sido suspendidos hasta el mes que viene. Los vuelos entre Italia y España están prohibidos hasta fin de mes.

Clientes con mascarilla haciendo cola en la caja de un supermercado cuando la gente empieza a almacenar provisiones en Madrid, España, el martes 10 de marzo de 2020. (Foto AP/Paul White)

La decisión llega después de que el Ministerio de Sanidad de España dijera que había 1.622 casos registrados, comparados con los 1.200 del día anterior. El repetido aumento diario del 30 por ciento muestra que el contagio está descontrolado. El virus hasta ahora ha matado a 35 personas y 135 recibieron el alta del hospital, mientras que se realizaron un total de 17.000 pruebas.

Casos de coronavirus han sido detectados en hasta 10 universidades hasta ahora, en Madrid, Valladolid, Valencia, Málaga y Sevilla. El lunes, el gobierno regional de Madrid cerró sus seis universidades públicas y las ocho privadas, que afectan a más de 300.000 estudiantes y 45.000 profesores y personal no docente. El cierre también se extiende a escuelas primarias e institutos de secundaria. Solo en Madrid esto afecta a 1,5 millones de estudiantes.

Madrid también ha cerrado centros para la tercera edad, lo que afecta a 213 diferentes locales en toda la región, en un intento por frenar el contagio. La medida se tomó después de la muerte de dos personas mayores.

El parlamento español también ha decidido suspender toda su actividad parlamentaria durante una semana después de que Javier Ortega Smith, diputado del partido fascista Vox, diera positivo en coronavirus.

La difusión del virus tiene lugar después de que una década de austeridad por parte de Madrid y la Unión Europea haya devastado el sistema sanitario español. Según un estudio publicado en 2018 por Social Summit, una asociación de sindicatos, ONGs e investigadores, bajo el título "Una década perdida: un análisis de 10 años de recortes", la sanidad pública española perdió entre 15 y 21 miles de millones de euros del presupuesto desde 2009.

Estos recortes fueron luego continuados por el gobierno del PSOE respaldado por Podemos que tomó el poder en 2018. En octubre del año pasado, el gobierno del PSOE prometió a la Unión Europea el 5,9 por ciento del PIB en gasto para sanidad pública, 1,2 mil millones de euros menos que en los presupuestos anteriores.

El caso es todavía peor en Madrid, el epicentro de la epidemia de coronavirus, con sus 6,5 millones de habitantes. El gobierno regional ha aprobado el presupuesto más bajo per cápita en salud pública de todas las regiones españolas, ha cerrado casi 2000 camas de hospital desde la crisis de 2008 y ha recortado 5.000 empleos de su fuerza laboral en sanidad, que fue de 75.490 en 2009 a 70.171 empleados en 2017.

Como resultado, las llamadas a la línea telefónica para informar sobre el coronavirus se quedan sin respuesta, el hospital Valdemoro de Madrid está "desbordado", y la unidad de cuidados intensivos en el Hospital de La Paz está dedicado exclusivamente a pacientes de coronavirus. María José Frontino, delegada del sindicato estalinista Comisiones Obreras (CCOO) en la industria de la sanidad privada, dijo a El País que "faltan 2000 profesionales de la salud, que prometió el gobierno regional para la campaña de la gripe y que nunca fueron contratados... Esto puede causar un colapso masivo".

Después de décadas de austeridad, militarismo y ataques a los derechos democráticos que han devastado la sociedad, los gobiernos capitalistas no están siendo capaces de parar la diseminación de la pandemia global. La epidemia está revelando la profunda podredumbre social producida por el capitalismo, y la necesidad de que los trabajadores tomen el poder en sus propias manos para tratar con la pandemia.

La periodista Cristina Fallarés escribió un artículo titulado "Clase social y coronavirus", donde preguntaba: "¿Cómo se van a organizar esas miles de familias con niños pequeños que no se pueden permitir pagar una niñera ni hacer que alguien cuide a sus hijos?". Con 1 de cada 3 niños españoles en riesgo de pobreza, Fallarés preguntó: "¿Han pensado en el vergonzoso número de familias cuyos hijos comen solo gracias a las escuelas?".

Mientras cierran las escuelas, El País citaba a un maestro de escuela que preguntaba, "¿Por qué no tomaron antes esta medida [los cierres de las escuelas]?". Citaba a maestros quejándose de que la medida llegaba demasiado tarde para impedir posibles infecciones, y que los estudiantes podrían transmitir el virus a maestros mayores, que son los más vulnerables ante esta enfermedad.

La ira entre los trabajadores de la salud también está aumentando. En el País Vasco, cien profesionales de la salud siguen en cuarentena por 14 días y otros 100 están bajo observación. Trabajadores de la sanidad se quejan a los sindicatos de la escasez de medios básicos de protección tales como guantes y mascarillas.

Por otro lado, la clase gobernante se está adueñando de la crisis sanitaria para exigir una intensificación de los ataques a la clase trabajadora. La principal federación patronal catalana, Foment del Treball, ha exigido recortar los impuestos a las empresas y despidos masivos, supuestamente para combatir el virus. En su declaración, incluso pedía que el Estado subvencionara los despidos y permitiera que las compañías no tuvieran que cumplir con la notificación legal de quince días para despedir. También exigió que el gobierno incentivara la compra de nuevos coches mediante incentivos fiscales y subsidios.

Mientras tanto, las acciones de la farmacéutica española PharmaMar subieron casi un 15 por ciento la semana pasada y otro 15 por ciento el viernes después de decir que tenía un tratamiento potencial para el coronavirus y que tenía la capacidad de producir kits de diagnóstico que pueden "detectar el virus incluso antes de que los pacientes presenten síntomas".

Los trabajadores y los jóvenes de España y de todo el mundo deben exigir acciones de emergencia para parar la difusión del virus y brindar la atención necesaria a todos los que ya estén infectados. Como declaró el WSWS en "Lo que hay que hacer para luchar contra la pandemia del coronavirus", el principio que debe guiar la respuesta es que las necesidades de la sociedad deben primar por sobre los intereses de la ganancia. No hay que permitir que los cálculos capitalistas de valores de acciones y ganancias limiten, socaven o impidan combatir la enfermedad. Esto implica, entre otras medidas urgentes:

• Baja médica remunerada para todos los trabajadores: Es vital asegurar que los trabajadores no se sientan presionados para trabajar cuando están enfermos. Las empresas y los gobiernos deben empezar inmediatamente a ofrecer la baja médica remunerada a todos los empleados.

• Compensación salarial total e inmediata a todos los trabajadores, incluyendo a los trabajadores a tiempo parcial y los autónomos, afectados por el cierre de eventos públicos, o que tengan que quedarse en casa a cuidar a sus hijos, a enfermos, mayores o discapacitados.

• Apoyar a los enfermos y a quienes están en cuarentena: Nadie debería temer que ser puesto en cuarentena signifique descuido ni ostracismo. Los trabajadores deberían formar comités de barrio para asegurarse de que los enfermos y los que están en cuarentena tengan apoyo social y la comida y las provisiones necesarias.

• Parar inflar los precios y la especulación: hay que nacionalizar las farmacéuticas para que operen para la necesidad social, no la ganancia. Hay que hacer que los suministros médicos estén disponibles para los hogares y los trabajadores de la sanidad. Todos los que estén especulando con la crisis tienen que responder penalmente.

• Proteger a los refugiados, los presos y los sin techo: hay que liberar a presos, refugiados y sin techo de las instalaciones insalubres y hay que darles acceso a instalaciones higiénicas y atención médica. Por el cierre inmediato de los infames Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE).

(Publicado originalmente en inglés el 11 de marzo de 2020)

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