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Diario estudiantil alemán “Unauf” defiende la violencia ultraderechista contra los estudiantes

A finales de enero, el profesor de extrema derecha Jörg Baberowski agredió físicamente a Sven Wurm, portavoz de los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social (JEIIS o IYSSE en inglés) en la Universidad Humboldt en Berlín, porque Wurm lo descubrió arrancando los anuncios electorales del JEIIS y destruyéndolos. “¿Debería golpearte en la cara?”, amenazó a Wurm y a otro estudiante que había intervenido para defender a su colega.

La gerencia de la universidad no solo se negó a condenar el asalto, que fue documentado en video, sino que también apoyó al activista de derecha Baberowski. El periódico estudiantil Unauf ha seguido su ejemplo. La publicación, que se describe como “el periódico estudiantil independiente de la Universidad Humboldt”, de hecho es financiada por la administración de la universidad y ha seguido su línea en conflictos con los organismos representativos de los estudiantes a lo largo de los años.

En un artículo titulado “El mito del profesor de extrema derecha”, un autor llamado Jan Alexander Casper busca justificar el ataque de Baberowski y su destrucción del material electoral como algo comprensible. Para lograr esto, el escritorzuelo recurre a exageraciones grotescas, mentiras sucias y distorsiones absurdas.

Baberowski no es simplemente un “historiador de renombre en su campo”, sino también un “experto más grande que la vida en su campo”, según Casper. Por el contrario, Wurm, el estudiante atacado por Baberowski, se comportó “pobremente”. La administración universitaria, continúa, ¡debería considerar imponerles sanciones a Wurm y al JEIIS!

Difícilmente valdría la pena abordar las vergonzosas y estúpidas divagaciones de Casper si no fuera por el hecho de que buscan justificar la posición de la administración universitaria y el Gobierno alemán, lo que significa defender un ataque violento de uno de los principales ideólogos de extrema derecha del país contra un enemigo político. El argumento central de Casper es que Baberowski fue provocado por el JEIIS para llevar a cabo el ataque porque el grupo describió a Baberowski en pancartas y en reuniones como un “extremista de derecha”. Esta fue “una campaña de difamación”, escribió Casper.

Casper sabe muy bien que Baberowski es un ideólogo y agitador de extrema derecha, y que su ataque contra Wurm fue dirigido contra los estudiantes que critican sus posiciones. Se ve obligado a admitir que al fundar su “salón de derecha”, Baberowski “ingresó voluntariamente en la dudosa compañía de nazis y la ‘Nueva Derecha’“. Además, Baberowski defiende el “punto de vista conocido como la tesis de Nolte, de que la explosión de la violencia del ‘Tercer Reich’ en Europa Central y Oriental habría sido improbable, si no inconcebible, sin la campaña de terror llevada a cabo por los soviéticos que la precedió”.

Es cierto que Baberowski es el apologista nazi más conocido entre los profesores alemanes, y un autoproclamado defensor del historiador antisemita y pronazi Ernst Nolte. Nolte argumentó en la década de 1980 que el Holocausto fue una reacción comprensible de los nazis a la violencia de la Unión Soviética y fue severamente criticado por sus posiciones en la “Disputa de los historiadores”. Tras su expulsión de facto de la vida académica, interactuó casi exclusivamente con fuerzas de extrema derecha y abiertamente fascistas.

Baberowski no solo defiende a Nolte, sino que va mucho más allá de sus posiciones. En Der Spiegel en febrero de 2014, Baberowski comparó el Holocausto con los tiroteos en Rusia en 1918 y comentó: “Era esencialmente lo mismo: matar a escala industrial”. Para justificar su apoyo a Nolte, Baberowski agregó: “Hitler no era un psicópata, y no fue cruel. No quería hablar sobre el exterminio de los judíos en su mesa”. En enero, le dijo al periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung que Hitler no quería saber nada sobre Auschwitz.

Casper busca minimizar estas declaraciones, extraídas del arsenal de negadores del Holocausto, describiéndolas simplemente como “tesis controversiales” que de ninguna manera justifican llamar a Baberowski un “extremista de derecha”. Por el contrario, quien lo haga está llevando a cabo una “campaña de difamación”. Y el IYSSE usó casi toda forma de “desinformación”, afirmó Casper.

Si el único problema involucrado aquí fuera un artículo de mala calidad en un periódico estudiantil insignificante escrito al estilo de la extrema derecha, que se queja de una “campaña de difamación” y “ataques contra la libertad de expresión” cada vez que uno de los suyos es criticado, podría ser ignorado. Pero la realidad es demasiado seria para eso.

Setenta y cinco años después del colapso del Tercer Reich, un partido de extrema derecha, Alternativa para Alemania (AfD, sigla en Alemania), dicta la política alemana. La agitación contra los refugiados, la defensa del militarismo y la minimización de los crímenes de los nazis, es decir, todo lo que defiende Baberowski, ya han tenido consecuencias mortales, como lo demuestran los recientes ataques terroristas contra refugiados e inmigrantes. La falsa narrativa de Casper, cuyo objetivo es minimizar las posturas de Baberowski y la administración de la universidad, por lo tanto, debe ser rechazada e inspeccionada en detalle.

En lo que conciernen las declaraciones notorias de Baberowski en apoyo de la guerra y una violencia militar brutal, Casper acusa al JEIIS de “distorsionar el significado de citas tomadas de una discusión desde el podio del Museo Histórico Alemán”.

Casper no proporciona la fecha ni el contenido de las citas cuyo significado fue supuestamente distorsionado, pero aparentemente se está refiriendo a una discusión que tuvo lugar el 1 de octubre de 2014, bajo el título “Alemania: ¿un poder intervencionista?” en el Museo Histórico Alemán. Durante la discusión, Baberowski declaró: “Si uno no está dispuesto a tomar rehenes, quemar aldeas, ahorcar gente y difundir miedo y terror, como lo hacen los terroristas, si uno no está preparado para hacer tales cosas, entonces uno nunca puede ganar tal conflicto y es mejor mantenerse fuera del todo”.

Durante la misma discusión y en muchas otras publicaciones, Baberowski explicó que no se opone a tales intervenciones, pero las acoge con satisfacción. Y que la victoria exige los métodos de los terroristas y, en última instancia, de una guerra de aniquilación. Al resumir su posición en una entrevista con el Esslinger Zeitung, Baberowski dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”.

En otro intento para demostrar su afirmación de que el JEIIS llevó a cabo una “campaña de desinformación y difamación”, Casper se refiere a una “historia falsa, según la cual Baberowski describió los ataques contra centros de refugiados en Alemania hace unos años como ‘relativamente inofensivos’”.

Casper escribe: “Como informó el Tagesspiegel en 2017, el JEIIS y otros repetidamente distorsionaron gravemente a Baberowski al omitir partes importantes de su declaración. Según el Tagesspiegel, Baberowski dijo en su declaración completa que los ataques incendiarios fueron bastante graves, pero dados los problemas que tiene Alemania con la inmigración, fueron relativamente inofensivos: gracias a Dios aún nadie ha sido asesinado”.

Una vez más, Casper no proporciona fechas ni fuentes para respaldar sus afirmaciones. El motivo es obvio. De hecho, el Tagesspiegel informó en detalle en 2017 sobre la disputa legal entre Baberowski y el consejo estudiantil de la Universidad de Bremen. Una lectura de los artículos del periódico de esa época, incluyendo “El consejo estudiantil puede llamar al profesor ‘extremista de derecha’” y “La disputa legal por ser de derecha: el profesor Humboldt pierde la batalla con el consejo estudiantil de Bremen”, deja en claro que las acusaciones contra Baberowski por agitar contra los refugiados y abogar por una violencia imperialista brutal no formaban parte de una campaña de desinformación o “noticias falsas”, sino que involucraron referencias correctas a sus declaraciones y una evaluación legítima de ellas.

Después de que Baberowski perdiera cada disputa con el consejo estudiantil de Bremen en la corte de apelaciones de Colonia el 1 de junio de 2017, el Tagesspiegel informó en un artículo el 5 de junio: “El profesor de historia Jörg Baberowski de la Universidad Humboldt de Berlín ha fallado en su intento de prohibir que los estudiantes críticos de izquierda puedan hacer declaraciones críticas sobre él. El consejo estudiantil de Bremen puede decir una vez más que Baberowski difunde tesis impactantes que glorifican la violencia, trivializan los ataques incendiarios y asedios contra los centros de refugiados, presentándolos como una respuesta natural de ciudadanos preocupados, confrontan a las personas con un odio explícito, abogan por el racismo y presentan posiciones de extrema derecha”.

El Tagesspiegel también informó que el tribunal había confirmado explícitamente que las declaraciones de Baberowski no habían sido sacadas de contexto y, por lo tanto, no estaban distorsionadas en su significado. “Incluso cuando se citan las declaraciones completas de Baberowski”, dijo el portavoz legal del tribunal, “potencialmente no se está expresando ningún otro significado”. El abogado de Baberowski, después de “estas explicaciones ... ya no insistió en la orden de prohibición”. “Baberowski tendrá que pagar todos los costos legales asociados con los procedimientos”, informó el periódico.

Casper es consciente del resultado del caso judicial, e incluso se refiere a artículos detallados al respecto, pero falsifica su contenido para mantener la narrativa falsa impulsada por Baberowski y la administración universitaria de que las citas equivalen a “presentaciones falsas”, “difamación” y “desinformación”. Baberowski no solo ha intentado silenciar las críticas del consejo estudiantil de Bremen tomando acciones legales. También ha tratado demandar a otros críticos y ha fracasado miserablemente cada vez. Fracasó en su esfuerzo de prohibir que el Sozialistische Gleichheitspartei (SGP) lo llamara un “falsificador de la historia” debido a su trivialización de los crímenes de los nazis.

Está claro que Casper no está trabajando como periodista serio, sino como un apéndice político de las fuerzas de extrema derecha. No solo acepta las posiciones de Baberowski refutadas en la corte como propias, sino que también denuncia a cualquiera que se atreva a describir a su ídolo con precisión, como un extremista de derecha. Además, justifica los arrebatos violentos de Baberowski contra los estudiantes.

Al estilo de las teorías conspirativas de derecha, Casper presenta la tesis completamente especulativa de que el JEIIS no está preocupado por combatir la ideología de derecha y el extremismo de derecha, sino que quiere ajustar cuentas con Baberowski y por lo tanto está lanzando ataques “ ad hominem ” contra él.

David North, presidente del comité editorial internacional del World Socialist Web Site y presidente nacional del Partido Socialista por la Igualdad en los Estados Unidos, publicó “artículos enfurecidos contra Baberowski casi a diario” en 2014 porque Baberowski lo excluyó de un seminario con el biógrafo de Trotsky, Robert Service, escribe Casper. El grupo JEIIS de la Universidad Humboldt aprovechó esta campaña porque North es su “sumo sacerdote” y porque esperaban ganar publicidad.

Casper presenta sus divagaciones, mentiras e insultos groseros, que corresponden por completo a las posiciones de extrema derecha de Baberowski, en el transcurso de cuatro párrafos, sin mencionar siquiera los asuntos académicos y políticos de gran alcance en juego en el seminario de Service.

Service había escrito una biografía de Trotsky con el objetivo explícito de desacreditar al revolucionario ruso con mentiras y distorsiones. En el renombrado American Historical Review, el historiador Bertrand M. Patenaude estuvo de acuerdo con la crítica que North hizo en su libro En defensa de León Trotsky. Patenaude escribió en su evaluación paritaria que la descripción de North de la biografía de Service como “una chapuza” estaba “totalmente justificada”.

Catorce historiadores respetados escribieron una carta a la editorial y propietaria de Suhrkamp Publishing, la Sra. Ulla Unseld-Berkewicz, en protesta que la prestigiosa editorial publicara una edición en alemán de la biografía de Trotsky escrita por Service. Los firmantes incluyeron al ahora fallecido Prof. Hermann Weber, el más prominente investigador del comunismo y estalinismo en Alemania; el Prof. Oliver Rathkolb, director del Instituto de Historia Contemporánea de la Universidad de Viena; y Peter Steinbach, jefe de becas del Centro para la Conmemoración de la Resistencia alemana. Describieron la biografía de Service como una “sátira” que “recurre a las fórmulas asociadas con la propaganda estalinista”, y señalaron sus matices antisemitas.

Baberowski invitó a Service a la Universidad Humboldt con el objetivo de rehabilitar a este comprobado falsificador de la historia. El JEIIS anunció públicamente en ese momento que tenía la intención de participar en el seminario, e incluso presentó nueve preguntas a Service y a Baberowski en preparación. Sin embargo, Baberowski quería suprimir toda discusión académica. Canceló oficialmente el seminario, lo reubicó en secreto a otro edificio y no solo excluyó a North, sino a varios estudiantes y al profesor de Potsdam Mario Kessler, uno de los firmantes de la carta de Suhrkamp. Cuando un participante, a pesar de todas las medidas de seguridad, señaló que el Service recurrió al antisemitismo, Baberowski le dijo que se callara.

North no escribió artículos “casi a diario” después del seminario. En cambio, el JEIIS de la Universidad de Humboldt dirigió una carta abierta a la dirección de la universidad que generó gran interés. Protestamos en la carta contra la supresión de la discusión y dejamos en claro lo que estaba en juego.

En cuanto al artículo de Spiegel mencionado anteriormente, que apareció reveladoramente la misma semana que el seminario de Service, escribimos: “Baberowski está utilizando su posición en la universidad para avanzar las notorias concepciones de derecha de Ernst Nolte, quien durante tres décadas ha estado asociado con escritos que buscan relativizar y restarles importancia a los crímenes nazis”.

Evaluamos la invitación al falsificador de la historia en este contexto, señalando que “la chapuza mentirosa de Service encaja en esta imagen”. Con el fin de minimizar la culpa de los nazis, se denuncia a la Revolución de octubre en Rusia como un acto criminal, y Trotsky, el opositor marxista más importante de Stalin, se demoniza”.

Luego explicamos la relación entre la falsificación de la historia y el regreso del militarismo y el fascismo alemán, escribiendo: “Los intentos de establecer una narrativa históricamente falsa llegan a un punto crítico en la historia alemana. Tales esfuerzos deberían verse en el contexto de las recientes declaraciones del presidente Joachim Gauck y el canciller Frank-Walter Steinmeier de que ahora es el momento de poner fin a décadas de restricción militar en Alemania. El renacimiento del militarismo alemán requiere una nueva interpretación de la historia que minimice los crímenes de la era nazi”.

Continuamos: “Una política específica requiere medios específicos. El comportamiento de Baberowski el 12 de febrero ha demostrado que tal revisión de la historia solo puede lograrse a través de la intimidación y la represión de la disidencia”.

Declaramos: “El ataque de Baberowski contra los derechos democráticos básicos y la libertad académica cumple el objetivo ... de transformar la Universidad Humboldt en un centro de propaganda de derecha y militarista”. Destacamos que esto no se correspondía con los deseos de los estudiantes, que quieren “que la universidad siga siendo un centro de discurso científico y académico, en lugar de un grupo de expertos de derecha que silencia todas las opiniones críticas”.

Desde entonces, nuestra evaluación no solo ha sido confirmado dramáticamente. La ofensiva del JEIIS contra Baberowski y otros historiadores de derecha, que vemos como parte de una lucha contra el regreso del militarismo alemán, también ha fortalecido enormemente la influencia del JEIIS y de su perspectiva socialista en oposición al capitalismo, el fascismo y la guerra.

Casper admite con enfado: “A lo largo de los años, el JEIIS no solo ha logrado crear la impresión de que se está produciendo una conspiración de extrema derecha y de preparativos ideológicos para un nuevo militarismo alemán con la participación de Baberowski y, por supuesto, Herfried Münkler. También han logrado presentarse como el único bastión contra esta supuesta amenaza. Por lo tanto, los representantes más importantes del JEIIS en Berlín, Katja Rippert y Sven Wurm, pudieron garantizarse un gran público en las reuniones públicas sobre estos temas, así como de los votos en las elecciones parlamentarias de estudiantes”.

Casper se enfureció particularmente por el hecho de que el JEIIS desempeñara un papel importante en bloquear la creación por parte de Baberowski de un centro para la investigación sobre las dictaduras. “El verano pasado, Baberowski fracasó en su esfuerzo para establecer un centro interdisciplinario para la investigación sobre las dictaduras, que fue difamado de antemano con un esfuerzo considerable por parte del JEIIS, presentándolo como un cuasi centro de pensamiento derechista”, escribe.

Con nuestra oposición de principios al fascismo y al militarismo, no solo hemos ganado un considerable apoyo de los estudiantes de la Universidad Humboldt, sino también de los organismos representativos estudiantiles de toda Alemania. Los consejos estudiantiles en Bremen, Hamburgo, Lüneburg, Magdeburgo y Potsdam, así como los de la Universidad Libre y la Universidad Técnica de Berlín, han declarado su solidaridad con la lucha del JEIIS contra la ideología de derecha. Sin embargo, según Casper, los estudiantes y sus representantes simplemente “se dejaron engañar por la lógica de indignación del JEIIS”.

Casper y el periódico Unauf no podrían haber aclarado más su punto de vista. Responden a la oposición entre los estudiantes denunciándolos y fabricando disculpas y justificaciones para la violencia de un extremista de derecha para intimidarlos.

Este partidismo a favor de Baberowski y la administración de la universidad no es una sorpresa y está ligado a intereses financieros y políticos reales. A diferencia de otros periódicos estudiantiles, Unauf no se financia a través de ventas a estudiantes o apoyo del consejo estudiantil, sino que se mantiene a flote por un “grupo de amigos” compuesto por empresas, la administración universitaria y medios de comunicación. Se distribuye de forma gratuita en todo el campus universitario. El periódico recibe regularmente dinero de la administración de la universidad, así como de la Fundación BMW del exmiembro del Partido Nazi, Herbert Quandt, quien hizo su riqueza mediante el trabajo forzado. Otros patrocinadores financieros incluyen la policía de Berlín y la Fundación Friede-Springer.

Por su parte, Casper, quien se desempeña como “editor en jefe”, con frecuencia rinde homenaje a sus donantes y apoyó las escandalosas posiciones adoptadas por la administración de la universidad. Cuando la administración buscó, a solicitud de la AfD en el Senado del estado de Berlín, forzar la publicación de los nombres de todos los estudiantes activos en el consejo estudiantil en los últimos años, Casper lanzó un ataque contra el consejo estudiantil en un artículo de Unauf. Acusó a los estudiantes de defenderse contra la administración al “dejar de lado las críticas basadas en evidencia y las opiniones contradictorias dentro del espectro democrático con referencias a una amenaza de extremistas de derecha”.

Casper, que así como la presidenta universitaria Sabine Kunst es miembro del Partido Socialdemócrata (SPD, sigla en alemán), ahora va aún más lejos al defender la violencia contra los estudiantes que sirve para hacer cumplir la agenda derechista de la administración universitaria. Para resumir la conclusión su ensayo: quienquiera que exponga la agitación contra los refugiados, la trivialización de los crímenes de los nazis y la campaña proguerra merece que destruyan sus pancartas electorales y que sean blancos de ataques violentos.

Casper, por supuesto, es demasiado cobarde para reconocer esto y comenta cínicamente al final de su artículo que hay “mucho más por hacer contra los extremistas de derecha”. La realidad es que sus garabatos lo han convertido en un destacado propagandista para el “verdadero extremista de derecha” Baberowski y la conspiración de derecha en la Universidad Humboldt contra sus críticos estudiantiles.

(Artículo publicado originalmente en alemán el 7 de marzo de 2020)

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