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Se extienden las huelgas y protestas a medida que los trabajadores exigen protección ante el COVID-19

Aumenta la frecuencia de huelgas y protestas de trabajadores que exigen protección contra el mortal coronavirus en los últimos días. Las acciones laborales en los Estados Unidos y otros países se llevan a cabo incluso cuando la Administración de Trump y otros Gobiernos capitalistas en todo el mundo se apresuran a reanudar la producción y el flujo de ganancias corporativas, sabiendo perfectamente que esto acelerará la propagación del COVID-19 y aumentará el total de muertos.

“Eso es una locura”, dijo Tonya, una trabajadora de la planta armadora Jefferson North de Fiat Chrysler en Detroit, sobre los comentarios de Trump de poner fin a los cierres y hacer que la economía “vuelva a crecer” en Semana Santa. “No debería haber ninguna prisa para regresar al trabajo. No existe una cura, y esto se está extendiendo rápidamente y es mortal. Si volvemos al trabajo, estaremos con compañeros de trabajo que están enfermos, pero no tienen ningún síntoma. Nos enviarían para hacernos daño o hasta morir.

Trabajadores de limpieza de Pittsburgh se rehúsan a sacar sus camiones (fuente: Facebook)

El miércoles, los trabajadores de saneamiento en Pittsburgh, Pensilvania llevaron a cabo una huelga salvaje por la preocupación de que sus compañeros habían contraído el virus y no tenían equipo de protección. En un video publicado en Facebook, el trabajador de saneamiento Fitzroy Moss dijo que la ciudad había afirmado falsamente que los trabajadores de saneamiento fueron “evaluados por coronavirus” cuando, de hecho, “no les importa nuestra salud”. El alcalde dice que “la basura se recogerá sin importar qué”, continuó, pero “solo nos dieron un paquete de cuatro toallitas húmedas” y “¡sin máscaras, sin guantes, nada!”.

Los trabajadores le gritaron y ahuyentaron a un burócrata del sindicato Teamsters que trató de obligarlos a volver al trabajo. El funcionario sindical dijo: “Mantengan su distancia social y hagan lo suyo de seis pies de distancia”, y les dijo a los trabajadores que la ciudad no tenía instalaciones para evaluar a los trabajadores.

“Estamos arriesgando nuestras vidas”, le dijo un trabajador a un periodista local, “si uno de nosotros se infecta, todos nos contagiamos”.

El martes, más de dos tercios de los constructores de barcos en Bath Iron Works (BIW) en Maine se negaron a presentarse a trabajar, el día después de que el primer trabajador en el astillero diera positivo. En un memorándum el martes pasado, General Dynamics dijo que la Armada de los EE. UU. había confirmado que el astillero de Bath se consideraba “infraestructura crítica” bajo una guía de la Casa Blanca que ordenaba a los contratistas de defensa continuar operando normalmente en interés de la seguridad nacional.

La esposa de un trabajador de BIW publicó: “¡No se olviden de lo que mantiene a las empresas funcionando ...los empleados! Lástima que no se les valore como personas en este momento ... ¡solo números, números de empleados que se consideran reemplazables porque BIW no se preocupa por su salud o bienestar durante una PANDEMIA NACIONAL!”.

El lunes, los trabajadores de transporte público en Birmingham, Alabama, se negaron a sacar sus autobuses debido a preocupaciones sobre el COVID-19. La Autoridad de Tránsito del condado de Birmingham-Jefferson respondió restringiendo los autobuses de 15 a 19 pasajeros, bloqueando los asientos para permitir el distanciamiento social de los pasajeros y conductores, y pidiéndoles a los pasajeros que utilicen la puerta trasera al entrar y salir de los autobuses.

El Departamento de Transporte de Detroit se vio obligado a detener las operaciones de autobuses la semana pasada después de que varios conductores se enfermaran.

Además, el lunes, más de 40 trabajadores avícolas en una planta de procesamiento de pollo y cerdo Perdue en Kathleen, Georgia, abandonaron el trabajo para exigir condiciones de trabajo sanitarias, pago por riesgos y tiempo libre después de que varios trabajadores informaran haber estado expuestos al COVID-19 en la fábrica.

Estas acciones se produjeron después de una huelga de los trabajadores de Amazon en Queens, Nueva York, la negativa de los trabajadores de correo en Brooklyn a trabajar en una instalación infectada, así como la ola de huelgas salvajes la semana pasada en las plantas de Fiat Chrysler en Michigan y Ohio. Antes de esto hubo una acción laboral en la planta de minivanes de la compañía en Windsor, Canadá. Las acciones iniciadas en oposición a los sindicatos United Auto Workers y Unifor, que insistieron en que los trabajadores permanecieran en el trabajo, forzaron el cierre de toda la industria automotriz en los Estados Unidos y Canadá, pero no en México.

Al menos tres trabajadores de Fiat Chrysler han muerto a causa del COVID-19, incluido Jeff Bagby, un ingeniero de calidad mecánica en la planta de transmisión de Kokomo en Indiana, y un trabajador aún no identificado en la planta de ensamblaje de Sterling Heights, en los suburbios de Detroit. El miércoles, Fiat Chrysler confirmó que Lorenzo Seldon, un trabajador de 50 años y delegado del UAW en la planta de Warren Truck, también había muerto de la enfermedad.

Las huelgas en los Estados Unidos son parte de una tendencia internacional, que incluye huelgas de mineros de plata de Manitoba, Canadá, de trabajadores de Amazon en Italia, más de 1.000 trabajadores de empacadoras de carne en Irlanda del Norte, de médicos y enfermeras de hospitales públicos en Zimbabue, y una serie de huelgas salvajes por parte de trabajadores automotrices en Italia, que tiene el mayor número de muertes por COVID-19 en el mundo. Los trabajadores metalúrgicos y bancarios italianos tienen huelgas programadas el próximo miércoles en Lombardía, la región más afectada del país.

“Los trabajadores en todas las industrias y en todo el mundo tienen que estar unidos”, dijo Tonya, una trabajadora de Fiat Chrysler en Detroit. “En Italia, hay una cuarentena, pero todavía obligan a los trabajadores a trabajar. Es horrible”.

Añadió: “Todo lo que les importa a las empresas son la producción y las ganancias. El presidente del UAW, Rory Gamble dijo que exigía un cierre de dos semanas, pero regresaron y dijeron que reorganizaremos algunas cosas para que sea más seguro. Todo lo que hicieron fue darnos desengrasantes, ni siquiera desinfectantes, para que los trabajadores limpiaran sus propias áreas. Al UAW le importamos un bledo. Si no hubiéramos hecho huelga, todavía estaríamos en las plantas”.

También expresó su indignación por la escasez de mascarillas, respiradores y otros equipos médicos que salvan vidas. “Deberíamos usar todas las plantas para producir lo que se necesita”, dijo Tonya. “En un turno hacemos 600 Jeeps y eso requiere más piezas y mano de obra que el equipo médico. Tendríamos la capacidad de producir decenas de miles de máscaras y otros equipos todos los días. Tenemos la capacidad, pero no la estamos usando.

“FCA y otros fabricantes de automóviles dicen que van a producir respiradores y mascarillas. Pero el presidente y las empresas solo se preocupan por las ganancias. Si los trabajadores tuvieran el control, nos aseguraríamos de que la humanidad no esté sufriendo y de que la gente no muera por la falta de equipos que se puedan producir”.

Laura, una maestra de Florida, dijo: “Después de retrasarse durante meses y no proporcionar las pruebas o los suministros médicos necesarios, Trump está fomentando la xenofobia y el racismo al etiquetar el virus como un ‘virus chino’. La clase dominante en los EE. UU. y en varios países esencialmente dijo que está bien que decenas de millones se infecten y millones mueran en todo el mundo.

“Claramente, la clase trabajadora es reemplazable, eso nunca ha sido más claro. Si se tratara de un virus informático que podría destruir su fortuna, les importaría. Pero este virus, que se propaga entre aquellos a los que no se les ha otorgado el ‘privilegio’ de dejar el trabajo y seguir siendo remunerados, no les preocupa.

“La clase dominante tiene acceso a pruebas y medidas de seguridad y dinero para sobrevivir que el resto del mundo no tiene. ¿Qué dice esto sobre la sociedad en la que vivimos? Que esto realmente es el capitalismo muriendo y está arañando y pateando para seguir siendo relevante. La única fatalidad que me alegra ver de este virus es la de la estructura capitalista”.

“El capitalismo está mostrando su verdadera cara”, dijo Barry, un trabajador retirado de General Motors de la planta de Lansing Delta Township en Michigan. “Esto es eutanasia socialmente admitida, tal como lo dijo el WSWS.

“Sabemos por las lecciones de Corea y China que podemos aplanar la curva si aíslas y pruebas a las personas. Necesitamos hacernos la prueba todas las semanas, todos los días, no solo cuando tengamos síntomas, y necesitamos una prueba rápida para obtener resultados de inmediato.

“Esto es sacrificar a la manada. Deben estarse riendo todo el camino hasta el banco. Le dije a mi esposa: ‘Les encantaría que muriéramos, estamos cobrando el Seguro Social’. Han estado tratando de reducir eso durante años. Es solo otra forma de hacerlo. Es despiadado e inhumano”.

Un trabajador de la planta de camiones de Ford en Louisville, Kentucky, donde un trabajador dio positivo y la producción continúa, dijo: “Solía pensar que el capitalismo estaba bien. Pero cuando obtienes estos extremos de riqueza y pobreza, estas enormes divisiones, no puede continuar.

“La mayoría de las personas, es decir, los trabajadores, quieren hacer lo correcto para el bien público. Pero todo está dirigido por los capitalistas, la gente con dinero. Nos acercamos a un estallido de la guerra de clases”.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 26 de marzo de 2020)

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